xxiii

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ya el agua, las flores y los pedazos rotos del florero no están esparcidos por el suelo. jaehyun limpia arduamente aquello y se ocupa cuidadosamente de que ningún vidrio quede prófugo de la bolsa que está a su lado, que aprisiona todas las partes y servilletas mojadas: pero un murmuro de doyoung lo hace levantar de un salto.

el mayor despierta, y espera mínimamente estar atado, pero al abrir los ojos cae en cuenta de que su libertad está casi completa y puede moverse. se sienta en el sofá unos segundos para procesar su desmayo.

—¿un sueño...? —su voz tambalea, pero se responde a sí mismo al mover sus ojos en dirección a cualquier lugar de la habitación.

se levanta torpemente, porque aún está algo mareado del golpe en la cabeza. lleva su mano a la propia nuca, y al apenas tantear el tumulto leve que se formó retira la palma como si quemase.

—no quiero atarte... te quiero tan libre como un pequeño pájaro —yoonoh susurra al acercarse desde atrás de forma peligrosa a su amado. el contrario no reacciona para nada—. pero solo para mí. puedes ser libre conmigo.

el más alto le sonríe tan ampliamente que, si alguien presta atención, se divisan sus labios siendo resquebrajados debido a la sequedad de su boca. es macabro.

—por favor... dejame ir... no diré nada... no quiero morir... —repite dongyoung, que tiene los ojos cerrados con fuerza. sigue sin moverse.

—¿tienes novio, no? ¿dónde vive? saliste con alguien que no soy yo, en la tarde, no sé hace cuánto. —intenta recordar. su cabello era color marrón, de un viejo borgoña.

—no. no hay nada que debas saber sobre taeyong, déjame ir. —jaehyun da un paso más y toma el brazo del contrario para hacerlo girar—. me advirtió sobre tu puta obsesión, enfermo.

doyoung intenta mostrarse completamente caprichoso sobre su libertad, pero ambos saben que se muere de miedo. oh, si su pequeña y útil sartén estuviese allí... si se le hubiese ocurrido tomar el celular antes de abrir la puerta...

el menor hace cada vez más presión y eso se siente cada vez más cálido, de la mala manera. el sometido cae por la fuerza, intentando batallar con ayuda de las uñas de su brazo contrario: es en vano, hace dos días se las había cortado.

—me estás lastimando... —se queja sin más, golpeando con la poca resistencia que pudo recuperar—. yoonoh...

es completamente inútil, pero si se puede acotar algo, es el estremecimiento de jaehyun ante el llamado a su nombre. es muy bonito oírlo de sus labios, incluso encuentra algo excitante en la súplica.

se agacha y sin soltar su brazo, para quedar frente a él, y el mayor con su inseguro contacto visual confirma que su mirada carece de alguna sanidad: sus ojos pueden describirse como rotos.

si le preguntasen a jaehyun, doyoung logra llevarse toda la cordura de ellos.

—te quedarás conmigo, en la salud y en la enfermedad, doyoung. esté enamorado o solo sea un enfermo.

hace una pausa, y se acerca a besar sus labios. recibe una bofetada rápida de su amor por eso.

—te quedarás conmigo.

enfermo + jaedo.Where stories live. Discover now