—te quiero, yoonoh. por favor, quiéreme también. cuídame para siempre.
jaehyun muerde su labio inferior, moviendo la cabeza en señal de afirmación.
—nunca te soltaré... nunca.
nunca.
nunca te soltaré.
nunca...
vuelve a la vida real, con una capa fina de sudor envolviendolo.
mierda.
abre apenas los ojos, esperando a doyoung entrar. obviamente, nunca aparece.
eran las 12:54, se había dormido otra vez.
aún la nota que dejó el mayor reposa en su pecho, un poco rota. se levanta y guarda aquella letra desprolija en el cajón de la mesita de luz.
—mis brazos te tendrán...
comieza a canturrear, mientras se levanta. está tan feliz y desconcertado al mismo tiempo que decide darse un baño para calmarse.
—te apretaré tan fuerte...
la bañadera se llena, con él recostado allí.
—que te desinflarás...
sonríe otra vez.
—mi amor hará todo eso, y más...
el agua de la tina comienza a rebalsar, mojando todo el suelo del baño. a jaehyun no le importa mucho, tampoco.
—serás solo mío, mío, mío...
