Capítulo 9

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—Explícate. 

—Mingyu me ayudó a ingresar al reino nuevamente una vez me corrieron, ibamos por Sofía cuando la guardia real nos encontró, nos ordenaron... mas bien, le ordenaron a Mingyu sacar a un príncipe de un lugar prohibido, y con eso me ayudaría a sacar a Sofía de aquí, nos equivocamos en entregar a príncipe y vinimos a rescatarlo, fue por eso que los traje aquí. ¿Podrías ayudarme? Solo por hoy, te juro que mañana ya no estaremos aquí. –suplicó Vernon con los ojos llorosos, su prima solo soltó un suspiro.

—Bien, los dejaré por hoy, pero ten en cuenta de que si me metes en problemas, no dudaré en delatar. –amenazó. 

Vernon forzó una sonrisa incómoda, conocía a su prima desde más pequeño, siempre le amenazaba para que se comportara cuando hacía algo que le molestara, en el fondo Jimin siempre lo protegía y cuidaba con tanto cariño, y Vernon estaba agradecido por eso. Volvió entrar a la habitación dónde sus amigos se contraban, Yugyeom dejó de revisar que Seungkwan estuviera bien para confirmalo, y Mingyu no dejaba de observar al calmado Wonwoo que dormía en la cama, la noche ya estaba llegando. Yugyeom salió de la habitación dejando solo a los cuatro, Vernon se sentó en la cama de Seungkwan mirando a Mingyu.

—Hace rato en el castillo... ¿qué fue lo que pasó? –preguntó Vernon después del silencio. Mingyu mordió su labio inferior con algo de todavía con un poco de temor, aunque todo había pasado aún se arrepentía de entregar a Wonwoo con Wen.

—Wonwoo estaba inundado por la oscuridad cuando llegué, logré calmarlo pero había causado un desastre.

—Todos pudimos sentirlo. –murmuró Vernon después de girar su mirada a Seungkwan.– Él sabía que Wonwoo estaba sufriendo. –Mingyu lo miró.– No sabíamos que hacer, así que actuamos por sorpresa, y nos atraparon, poco después encontraron a Yugyeom, Wen sabía que estaba pasando en su habitación. –acercó su mano hacia la frente de Seungkwan para despejar algunos mechones.– Tenía miedo y no pude hacer nada. –Mingyu sonrió ante la repentina confesión de Vernon.

—Es normal tener miedo, pero ahora creo que cierto chico está enamorado de otro con mejilla notables, ¿no crees? –Vernon se sonrojó mirando a Mingyu que mantenía una ligera sonrisa.

—¿Y qué me hablas de ti? ¿Eh? ¿No estás enamorado de cierto príncipe? –señalando con la mirada a Wonwoo.

—Sí... por suerte yo ya di el primer paso y nos besamos. –rió Mingyu ante la expresión de Vernon, aunque se esfumó poco después de recordar lo que pasó.

—¿Enserio? ¿Cómo fue besarlo? ¿Te gustó? ¿Deseas más? ¿Eh? –preguntó Vernon animoso mirando a Mingyu a los ojos, después sintió un golpe en su cabeza.

—¡¿No te puedes callar?! ¡Uno tratando de dormir cómodamente después de lo sucedido en el castillo! –exclamó Seungkwan, Mingyu solo atino a reírse de la escena.

La noche se hizo más profunda, Yugyeom se había quedado en la sala vigilando la puerta, por si alguien o algo entraba sin que ellos lo notarán. En el cuarto de Jimin durmieron ella, Sofía y Vernon, los hermanos durmieron en el piso de su habitación mientras que Seungkwan y Wonwoo descansaban en la misma habitación que antes, y Mingyu se quedó de pie recargado en la pared, cruzado de brazos obseevano como Wonwoo dormía tan tranquilo, podía adivinar que era la primera noche que dormía sin aquel médicamento que lo hacía controlarse.

Se sentó en la orilla de la cama, acarició su rostro delicadamente sin despertarlo. ¿Realmente se había enamorado de un príncipe? No lo sabía, sin embargo, verlo hacia que su corazón lata. La mano de Wonwoo tomó su propia mano y pudo distinguir los ojos cafés de Wonwoo, Mingyu sonrió al verlo y Wonwoo tenía una mirada alegre.

El Príncipe Encantado - SEVENTEENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora