Kilian era el siguiente Alfa de la manada Stärke, una manada fuerte y poderosa, gobernada por un Alpha justo y amado.
El día que Kilian encontró a su mate fue el día más feliz de su vida, después de muchisimos años, había encontrado a su compañera...
Apoyo mi cabeza en la mesa, junto a mis brazos. Mis ojos amenazan con soltar lagrimas, pero las retengo.
Escucho la puerta ser abierta, levanto mi cabeza.
— Kat, tu baño esta listo.— Trago saliva y asiento. Me levanto lentamente de la silla y camino hacia la puerta. Me detengo al ver el espejo de reojo, me giro y me veo.
El espejo me devuelme el reflejo de mi, cubierta de sangre, desde mi rostro hasta mis piernas. Parpadeo lentamente.
— Kat..
— No quiero que menciones nada de esto.— Me giro y lo miro, noto mi voz mas rasposa, pero lo ignoro— Nada de lo que sucedio este año. Nunca lo mencionaras.— Lo miro fijamente. Mira mis ojos unos segundos, asiente
Suspiro y salgo de la habitacion.
Ahora soy libre, si. Podre salir solo con el fin de luchar, pero saldre.
De todas maneras, hubiera preferido morir.
Cuando luche con aquellas personas, senti algo que ganas crei que sentiria. Senti placer, al clavar mi espada en ellos, sentirla atravesar su piel. Pero a diferencia de antes, no me siento mal. Y lo peor, no siento arrepentimiento.
Ya no me importa si me juzgan, no me inporta nadie. No tengo un proposito en mi vida, mas que obedecer a Lucian. Y si, consiguio lo que queria.
Pero al igual que todo, no me importa.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Abro los ojos lentamente, pero aun asi, solo veo oscuridad. Frunzo el ceño y parpadeo varias veces, pero todo sigue igual.
Me levanto y miro el suelo, notando que no estoy en donde estaba antes.
— ¡Por favor!—Giro mi cabeza al escuchar un grito. Mi respiracion empieza a agitarse, al verme a mi misma, atada con cadenas y un vestido. Retrocedo— ¡No les hagas nada, por favor!
— Tomalo como una apertura de lo que se viene. Recuerda esto, a partir de ahora, tu meperteneces.
Mi mirada no se aleja de mi misma, llorando como nunca vi llorar a nadie. Luego la corro lentamente hacia las dos personas, que estan arrodilladas.
Mis padres.
Lagrimas empiezan a acumularse, al ver miles de imagenes de ellos, desde mi primer paso junto a mi madre, la primera palabra junto a mi padre, cuando me enseñaron a comer, a dormir sola, a ir al baño, cuando me enseñaron a leer. Cuando me enseñaron a ser quien fui.
— Te amamos, mi pequeña Kat.— Una lagrima sale del ojo de mi madre y toma a duras penas la mano de mi padre. Ambos me sonrien, mientras yo estoy frente de ellos, llorando desconsoladamente
