Kilian era el siguiente Alfa de la manada Stärke, una manada fuerte y poderosa, gobernada por un Alpha justo y amado.
El día que Kilian encontró a su mate fue el día más feliz de su vida, después de muchisimos años, había encontrado a su compañera...
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— ¡Kilian!— Le doy al chico a uno de mis hombres y abrazo a Elena— ¿Dónde está Katerina?
Me separo y niego con la cabeza.
— Puede que esto haya terminado, pero aún falta encontrarla.— Cierra los ojos y suspira
— La encontraremos.— Asegura, asiento y mira hacia todos lados— ¿Entonces me explicaras porque de pronto la mayoría se desmayó?
— ¿La mayoría?
— Si, algunos se desmayaron y los demás salieron corriendo.— Frunzo el ceño
¿No todos estaban controlados?
— Lo importante, es que tenemos a una gran cantidad.—Asiente con una sonrisa
— ¿Vamos?— Pregunta, niego
— Tu ve, asegúrate de que nadie los lastime y que tengan buenos cuidados, pero en ningún momento los dejen solos.
— De acuerdo, ¿tú donde irás?
— Por Katerina.— Me limito a decir. Me giro y comienzo a correr
○●○
Camino por el bosque y suspiro fuertemente.
No, no está su olor.
Me arrodillo colocando mis palmas en el suelo, suelto un pequeño gruñido, mientras lo golpeo.
¿Dónde estás?, maldición.
— Kilian.— Escucho a Hexe, sigo en la misma posición
— No ahora, Hexe. Tengo que ir a buscarla.— Me levanto, decidido
— Lo sé, y te ayudare.— Me detengo, la miro sobre mi hombro— Lucían tenía razón, mi hija no fue llevada al pueblo. Es por eso que creo que puede estar en el mismo lugar que Katerina.
Me giro por completo y la miro.
— ¿Qué sugieres?
— Haré un hechizo de rastreo.— Suspiro
— Hexe, sabes que eso es peligroso. Puedo interrogar a los que sacamos del túnel, ellos pueden saber algo.— Niega
— Si estuvieron controlados probablemente no recuerden nada.
— También tenemos a algunos que no fueron capturados, que actuaron por su propia voluntad. Yo puedo..
— Kilian.— Me interrumpe — Sabes muy bien que no hablarán. Lo mio no tardará más de un día, si me esfuerzo, sólo horas.— Hago una mueca
— No lo sé, Hexe.
Sonríe y se acerca.
— Estaré bien, te lo prometo.— Suspira— Ahora ve, tienes que curar a un par de personas y darles una charla.
