Kilian era el siguiente Alfa de la manada Stärke, una manada fuerte y poderosa, gobernada por un Alpha justo y amado.
El día que Kilian encontró a su mate fue el día más feliz de su vida, después de muchisimos años, había encontrado a su compañera...
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-Hola -murmuro, aun embobado por su belleza. No contesta y se levanta lentamente, mirándome con miedo-. ¿Cómo te llamas?
Probablemente si fuera un Alfa, la tomaría en brazos y la llevaria al castillo, sin importar las consecuencias.
Cuando asumes a Alfa, se realiza un ritual, y una parte de ti cambia, se incrementa. Puede ser genial, como a la vez puede ser peligroso.
-Katerina -responde en un susurro, que solo yo escucharia
-Katerina -saboreo su nombre entre mis labios y luego noto el particular acento que tiene al hablar
-¿De dónde vienes? -me voy acercando más, lo nota y mira hacia todos lados, nerviosa
Esta parada en una roca que se asoma hacia el lago, quedo aproximadamente a unos tres metros y me detengo. Me mira y suspira entrecortado.
-V-Vengo de F-Francia -sonrio levemente y asiento, me separo un poco cuando siento de nuevo su aroma.
Es lo único que me descontrola.
-No te hare daño, mi nombre es Kilian -hablo suavemente y abre sus ojos de par en par
-K-Kilian, ¿el príncipe? -asiento y rápidamente hace una mini reverencia-. Disculpe señor, no lo había reconocido -murmura, mientras juega con sus manos. Esta más nerviosa que antes, tal vez porque recordó lo que realmente soy
-Esta bien -noto que en ningún momento me miro, haciéndome fruncir el ceño-, mirame -lo hace unos segundos después y suspiro. Son tan claros, quiero acercarme y verlos mejor, pero no puedo. Carraspeo y trago saliva-. ¿Estas sola?
-Mi familia esta a un par de pasos -vuelve a murmurar, asiento
-¿Llegaste a Inglaterra hace mucho? -asiente un poco. Frunzo el ceño, ¿por que no la encontre antes?-. ¿Conoces a alguien de aquí?
-No, señor -eso me hace sonreír un poco. Lo más lógico es que ella vive en esta zona y nunca piso el pueblo, o si lo hizo yo no estuve cerca
-¿Ya fuiste al pueblo? -niega. Lo imagine-. Bueno, puedo mostrartelo si quieres -levanta levemente sus cejas, adoptando un brillo de ilusión en sus ojos
Parpadea y lo borra, baja su cabeza.
-No creo que sea posible, mis padres no me dejan salir -frunzo el ceño
-Si hablo con ellos estoy seguro de que te dejarán -me tendrán que obedecer quieran o no de todos modos
Sonríe un poco aún con su cabeza baja y casi aullo de la felicidad por hacerla sonreír.
-Si usted quiere, eso a mi me haría muy feliz, desde que llegué este es el único lugar a el cual de dejan venir -me mira unos segundos
-¿Y por que es así? -pregunto confundido. Los inmigrantes no son mal tratados que yo sepa