sobre la técnica y la pretenciosidad de la obra

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Lo llevé al National Museum of Art. Nos besamos frente a las pinturas cuando nadie nos veía. Tocamos las esculturas con letreros que lo prohibían. Le tomé mil fotografías. Caminamos de la mano por el recinto y cada que algo llamaba la atención de uno nos deteníamos a observarla y hacer comentarios petulantes sobre la composición o la técnica. Fueran lo que fueran.

Y comenzar a describir esa mañana con él, los dos solos, totalmente sobrios, solo caminando, hablando y bromeando me parecía imposible en el momento. Mi corazón latía con cariño y cada que sonreía mi estomago se convertía en un invernadero de mariposas. Me gustaba como cosquilleaban mis manos cuando estaba a su lado y como me hacía sonreír. Me llenaba un profundo sentimiento de calma y de entusiasmo estar con él, sin hacer nada, solo los dos. Me hacía reír sentirme como un niño en primaria con su primer beso, me resultaba extraño que Tom me hiciera sentir como un niño.

A su lado me sentía de mi edad, tenía 17 y podía hacer cosas tontas de chicos de 17 años. No tenía por qué pagar cuentas o hacerme comida o pagarle a alguien para que limpiara, podía emborracharme sin cuidado, tocar valiosas esculturas, bromear sobre tonterías, y me gustaba.

"¿No crees que es algo pretenciosa?" Preguntó después de analizar por casi cuatro minutos una pintura en la pared.

"No, de hecho me gusta" dije acercándome para leer el nombre.

"Es pretenciosa"

"¿Por qué lo dices?"

Se encogió de hombros.

"Es bonita, pero de una manera egocéntrica"

"Como tú" dije y me miró "Eres guapo, pero de manera egocéntrica"

Se cruzó de brazos.

"Explícate"

"Eres demasiado perfecto, tienes el tipo de belleza con la que imagino a los griegos en la antigua Grecia"

Soltó una carcajada sonora que hizo voltear unas cabezas.

"¿Por eso tu sesión?" Preguntó en burla.

"Solo fue una excusa para fotografiarte sin playera"

"¡Lo sabía!"

"Y aún así te dejaste" me encogí de hombros.

"Fue mi obra de caridad de la semana, no te confundas" dijo en broma y me reí.

"Entonces eres todo un buen samaritano" lo agarré de la cadera "Y vas a ir al cielo" me besó.

El sonido de una cámara nos hizo separarnos y mirar quien era. Una chica de cabello morado bajaba una cámara de su rostro sonriendo.

"Son una pareja perfecta" dijo serena "No pude evitarlo, contrastan hermoso con la obra detrás de ustedes"

Tom volteó a ver la pintura.

"Es horrible" dijo.

"Es bonita" repliqué.

"Es uniforme, y está diseñada para ser bonita y coherente, encajar con el ambiente, funciona porque todo es igual y bien estructurado" se acercó a nosotros "Ustedes son polos apuestos, puedo notarlo sin conocerlo, y aún así hacen la mejor pareja que he visto"

Tom sonrió.

"Soy Elena Ruiz" se presentó.

"Rex y Tom" dije.

Ahora ella sonrió.

"Un placer conocerlos" nos dijo sonriendo y se alejó con calma.

Tom se acercó a mi oído.

"Así de raro vas a ser tú"

Le di un golpe en broma y él rió, discreto esta vez. Seguimos caminando, Tom tenía la vista pegada a su celular mientras yo veía una pintura abstracta y comentaba idioteces sobre la composición.

"En verdad, el trabajo de la brocha es esplendido, me da aires de Kahlo" ya me había acabado mi repertorio de pintores y acaba de comparar cuatro pinturas con Frida, Tom era el que sabía de eso y seguía sin prestarme atención "No tan esplendido como aquél culo de allá, creo que te dejaré solo un momento..." dije comenzando a alejarme lentamente y levantó la vista.

"¿Qué? ¡No! ¡Vuelve acá!" Me agarró de la mano y me jaló a su lado "Ve, es el Instagram de Elena" me enseñó la pantalla de su celular.

Su feed estaba lleno de fotografías con excelente técnica y composición, esta vez sin bromas, muchas eran de personas o animales y en la descripción ponía breves narraciones y pensamientos, en español y en inglés. Tom la siguió y guardó su celular.

"Me gustan sus fotos" dijo "No tanto cómo las tuyas, pero son lindas"

Rodé los ojos.

"Son excelentes, puedes decirlo, está bien si te gustan más"

"Que bueno porque en realidad odio tu fotografía"

Me hice el ofendido sabiendo que era una broma. Salimos del museo en busca de algo de comer y terminamos en Chipotle. Comimos y hablamos. Aún nos quedaban tres días y medio y ya no sabíamos qué hacer. Terminamos y fuimos a caminar un poco, compramos unas cosas y luego volvimos al hotel. Nos pusimos nuestros trajes de baño nuevos y fuimos a la piscina en la terraza. El agua estaba helada y aunque hacía calor no estaba dispuesto a meterme ahí.

Nos quedamos de pie a la orilla de la alberca mirando el agua moverse con el viento. Estaba a punto de decir algo cuando ya estaba cayendo al agua. Traté de agarrarme fuerte de Tom para, por lo menos, jalarlo conmigo, pero eso no pasó y me hundí solo. Alcancé a agarrar aire y me quedé un momento bajo el agua y solo salí cuando vi que Tom se asomaba por la superficie para verme. Estiré los brazos y lo rodeé del cuello para meterlo. Sacó la cabeza al instante buscando aire y se echó el cabello para atrás.

"Te odio" vociferó cuando yo salí del agua "Está helada"

"Muévete y te deja de dar frío" dije nadando a su al rededor.

"También si orino se calienta el agua"

Rodé los ojos y reí para brincar sobre él y hundirle la cabeza. Lo solté y salió tratando de hacer lo mismo pero lo sostuve de los brazos. Nos hundimos juntos. Su cabello flotaba al rededor de su rostro. Me le acerqué y lo besé. Era algo que siempre había querido hacer; besar a alguien bajo el agua. Salió y lo seguí para besarlo ahora en la superficie. Lo sostuve del rostro y lo acerqué a mi juntando nuestros labios. Y aunque me siguió la corriente por unos segundos, me separó rápido.

"Nos pueden ver" dijo "Y estoy bastante seguro que cuenta como indecencia pública"

"No seas miedoso, ven" le dije.

"¡No! Aléjate" me salpicó agua.

Paré los labios y me le acerqué mientras él se hacía para atrás lanzándome agua y repitiéndome que no lo hiciera, pero mi corazón se saltó un latido cuando la puerta hacia la terraza se abrió y unos niños salieron corriendo seguidos de sus padres. Los miré como ciervo encandilado y la risa sonora de Tom me hizo verlo de nuevo.

"Ni siis miidisi" me imitó y solo le lancé agua.

Like Someone In LoveWhere stories live. Discover now