–Gracias, es usted muy amable, entonces llamaré en unos días, por cierto quiero el dildo más enorme que tenga.–la chica asintió riendo y Luke soltó una especie de gruñido que me hizo reír.–Nos vemos, Susan, adiós caballero.–salí de la tienda y me senté en una de las bancas de afuera para controlar mi ataque de risa al recordar la cara que tenía Luke.

Un rato después salió él, cargando unas bolsas y verlo de nuevo a la cara me hizo entrar en otro ataqué de risa, mi abdomen ya me dolía, apenas y podía respirar.

–Tu sentido del humor es demasiado negro.–dijo sentándose junto a mí y negué secando las lagrimas que se había escapado de mis ojos por la risa.

–Tenías que ver tu cara ahí dentro, dios necesitaba tomarte una foto.–lo tomé de la barbilla para cercarlo a mis labios y le di un par de besos.–No entiendo porque te escandalizas, acabas de comprar un montón de cosas ahí dentro para mí y yo no dije nada.–me encogí de hombros mirándolo y él negó.

–Es diferente, yo no llegué a ese acuerdo contigo, no vas a meter nada en mi trasero.–me miró serio y eso hizo que volviera a reírme.

–¿Pero tú si puedes pensar en meter cosas en el mío?, eso no me parece justo.

–Pero es que tú aceptaste a complacerme con favores sexuales, no al revés.–subió las cejas y besó mis labios cortamente.

–Buen punto.–asentí completamente de acuerdo con él.–Pero no descartemos la posibilidad.

–Cuando me muera, ese día lo harás.–murmuró dejando otro beso en mis labios.

–Eso mismo te diré yo si intentas algo.–murmuré también sobre sus labios y lo besé lentamente.

–Ya veremos.–musitó acariciando mi mejilla con la punta de su nariz y subió hasta mi oreja para besarla, suspiré cerrando los ojos y sonreí de satisfacció.

Él sabía cómo lograr que dijera que Sí a todo.

.....

Volvimos a mi casa y Luke se quiso quedar un rato más conmigo porque decía que teníamos que recuperar los dos días que perdimos, así que su plan era estar pegados uno del otro como garrapata todo el día, cosa que no me desagradaba porque amaba que mi espacio fuera invadido por él.

Luego de saludar a mi hermano y a mi mamá que estaban en el jardín, subí con Luke para encerrarnos en mi habitación como siempre lo hacíamos desde que eramos mejores amigos, puse algo de música  para luego acostarme junto a él en la cama.

–Me gusta mucho tu habitación.–comentó de repente mientras miraba las fotos que estaban pegadas en el techo.–Te veías hermosa en el baile de graduación.–sonreí mirando la foto en la que salimos los dos juntos siendo rey y reina del baile

–Tú también te veías hermoso, parecías un príncipe de disney.–lo miré y comencé a darle besos en la mejilla mientras le acariciaba la barba de varios días,él rio.–Amo esta paz que siento ahorita.–cerré los ojos acariciando su mejilla con la punta de mi nariz. 

–Yo aún me levanto por las mañanas y no puedo creer que en serio esto esté pasando.–apartó la mirada del techo para mirarme y nuestras narices se tocaron apenas.–Que seas mía...

–Siempre lo fui, sólo que no me di cuenta.–sonreí atrapando sus labios con los míos y lo besé dulcemente mientras acariciaba su mejilla.–Eliott quiere que vaya a la universidad.–dije al romper nuestro beso y Luke me miró atento.–Así que, si me iré contigo a la ciudad, creo que es una buena idea que comience a enviar solicitudes, porque no me quiero sentir inútil, tú eres universitario y estudias medicina, tienes algo que hacer con tu vida y no quiero ser el lastre.–Luke rió relamiendo sus labios.

–Tú no serías lastre jamás, me gusta la idea que quieras ir a la universidad pero quiero que lo hagas si realmente quieres hacerlo, no sólo para impresionarme a mi o a tu familia.–unió nuestras manos mientras me miraba.

–Si quiero, claro que quiero Luke, quiero estudiar algo que ame, quiero hacer la diferencia, quiero ayudar a todas las personas que pueda, quiero hacer de todo.–él sonrió mirando fijo mis ojos y llevó mi mano hasta sus labios para besarla.

–Me excitas cuando hablas así...–ronroneó mordiendo suave mi dedo.– Cuéntame cuáles son tus planes a futuro.–se acomodó de lado quedando frente a mí y subí mi pierna a su cintura mientras él acariciaba mi muslo.

–Viajar por todo el mundo, ese es como mi sueño de vida, tomar fotos de mis experiencias, conocer otras culturas y ayudar en lo más que pueda.–él asintió con una sonrisa y continué.–Cambiar el mundo de alguna manera, así sea en algo pequeño, hacer algo que ame y vivir de eso.–lo miré fijamente rozando mi pulgar por sus labios.–Estar con mi mejor amigo y decirle todos los días que lo amo, por ser tan perfecto y por ayudarme a ser mejor persona.

–Por un momento creí que no iba a estar en tus planes y comencé a planear una forma de dormirte con cloroformo y encerrarte en mi sótano.–reí fuertemente empujándolo por el hombro.

–Tú a veces me das miedo ¿sabes?.–lo miré entrecerrando los ojos.–Dices unas cosas como de...asesino serial y cumples con el perfil de un psicópata de hecho.–lo miré fingiendo estar asustada y él sonrió con suficiencia.–Encantador, amable, guapo, eres el depredador perfecto.

–Quizás por tu rechazo de todos estos años, me convertí en psicópata y secuestro a pelirrojas que me recuerden a ti para violarlas, descuartizarlas y comerlas.

–Que sexy...–murmuré sobre sus labios y lo escuché reír mientras negaba.

–Y luego soy yo el que da miedo.–lo callé besándolo de nuevo deslizando mi lengua en su boca sintiendo la calidez de la suya.

Nos quedamos así un rato, dándonos besos deliciosos y acariciándonos, amaba su torso, amaba la sensación de mis uñas tropezando con sus músculos mientras las rozaba sutilmente por el y me encantaba cada vez que me apretaba el trasero, desabrochó los botones de mi camisa y suspiré al sentir su mano adueñarse de mis pechos colándolas por debajo de la tela del brasier.

–Amo tus pechos, cuando vivamos juntos quiero que andes sin brasier.–comentó mientras deslizaba sus labios por mi cuello apretando mi seno con fuerza haciéndome suspirar.–Y con una tanga.–besó la loma de mis pechos juntándolos con ambas manos y reí al escucharlo.

–¿Ya estás poniéndome uniforme?.–murmuré entre risas y hundí mis dedos en sus hermosos rizos dejándome llevar por sus besos.

–Sí, es otro favor sexual.–dio un par de besos más en mis pechos y subió hasta mis labios besándome mientras se reía.–¿Quieres venir a cenar esta noche a mi casa?.

–Me da pena.–comenté haciendo una mueca y me sonrojé.–Ahora que somos novios, no lo sé, tus papas seguro me van a interrogar.

–Por dios Olive.–negó entre risas y me nalgueó.–Mis papas te aman, mi mamá te adora porque te ve como la niña que nunca tuvo...lo cual sigue siendo raro porque insisto, lo nuestro está a punto de volverse incesto.–hizo una mueca lo empujé riendo.

–Viviremos como los egipcios.–Luke asintió con una sonrisa de lado dejó un beso en mi nariz.–Iré con una sola condición.

–¿Cual?.–me miró divertido mientras masajeaba mi trasero y me atrajo más a su cuerpo.

–Que lo hagamos en tu habitación, mientras todos aun estén abajo.–lo miré con malicia mordiendo mi labio.

–Mi amor, deja de enamorarme, no sigas.–negó colocándose rápido a horcajadas sobre mi y termino de abrir mi blusa para liberar mis pechos del sostén para devorarlos a besos haciéndome soltar gemidos en el proceso.

Youngblood | L. Hemmings ✦VOL.I✦Kde žijí příběhy. Začni objevovat