V E I N T I S I E T E

1.9K 281 44
                                    

Dejo que Jagger se coloque a mi lado sin apartar la mirada de la mujer, la cual ha bajado la guardia y Wolfgang queda en libertad, tiro de él y dejo que se adentre en la cabaña. La mujer ni se inmuta.

— ¿Hansel?—Inquiere con voz rota, Jagger se tensa a mi lado y su expresión cambia de la inexpresividad al enfurecimiento.

—Mi nombre es Jagger ahora. —La hostilidad que desprende su voz me sorprende, ni siquiera a mí me llegó a hablar así. — ¿Por qué tienes tanto interés en Zilah?

—Porque es mi hija, tu hermana.

—No puede ser mi hermana porque soy malditamente huérfano, ¿o es que acaso no recuerdas que me dejaste a mi suerte cuando tenía cinco malditos años?

—Hansel, debes comprender, no podía quedarme contigo.

—Podías, pero no querías. Hay una enorme diferencia. —Presiona una mano contra mi abdomen y me empuja con fuerza y suavidad hacia atrás, después, cierra la puerta en las narices de ella.

—Jagger...

—No digas nada, Lydia, no ahora. —Se larga por el patio trasero, hago una seña a Zek, dejándolo a cargo, y corro tras de él. —No necesito tu maldita lástima.

—No iba a dártela.

—Tampoco quiero tus palabras de consolación.

— ¿Y sexo de consolación? ¿Vas a negarte a eso?—Me mira con sorpresa, sonrío de lado y lo estampo contra un avellano, llevando mi mano a su entrepierna. —Déjame hacerte pasar el mal trago.

—Solo... saca a esa maldita bruja y su hija de mi mente. —Me toma por la nuca y posa sus labios sobre los míos, besándome con fervor y fiereza.

No hay mucho juego previo, ambos volvemos a deshacernos de nuestras prendas de la cintura para abajo, envuelvo su cadera con mis piernas y entra en una violenta embestida, gimo y araño su cuello mientras se mueve.

— ¿Te sientes mejor?—Inquiero quince minutos después mientras acomodo mi ropa, suspira y asiente, dejando un beso en mi cabeza. —Volvamos con el resto, no quiero que estén tanto tiempo con Zilah sin mí.

—Pues tendrán que esperar un poco más. —Ambos giramos con rapidez, la madre de Jagger sopla un polvillo café sobre el rostro de él y cae inconsciente a mis pies, gruño en advertencia. —Solo quiero hablar.

—No tenemos ningún tema de interés en común.

—Me juzgas por abandonarlo, es comprensible. —Sus ojos grises, de la tonalidad de la ceniza, brillan con aire nostálgico. —Pero no podía quedarme con él, lo intenté, en verdad que sí, pero no lo conseguí.

— ¿Por qué? ¿Qué había de malo en un niño de cinco años?

—No fue concebido con amor, ¿Lydia?, ni siquiera con mi consentimiento. —Tenso la mandíbula al igual que mi cuerpo, ella aparta la mirada, llevándola al rostro de Jagger. —Su padre era uno de los Alphas de las siete manadas, junto a su manada, invadió las tierras de mi especie y capturó a aquellos Ashmoke que no escaparon con suficiente rapidez, yo estaba entre ellos. Abusó de mí, conseguí escapar y descubrí que estaba embarazada semanas después, no pude acabar con su vida.

—Pero sí abandonarlo, ¡era solo un niño! Él no tenía la culpa de nada.

—Lo intenté, por cinco años, pero cada vez que lo miraba recordaba lo que su padre me había hecho, cuando no pude más lo dejé en una casa de acogida y me fui de ahí.

—Y por su tono no se arrepiente en lo más mínimo. —Niega, impasible. — ¿Y Shane y Tanner? ¿Cómo se reunieron con Jagger después?

— ¿Quiénes?—Me mira desconcertada, pongo los ojos en blanco.

Luz de lunaWhere stories live. Discover now