Luz de luna

V E I N T I U N O

Blasfemo por lo bajo cuando sus garras desgarran la piel y músculos de mi abdomen, doy un giro de muñeca a mi lanza y corto parte de su rostro con el filo de una de las caras, él aúlla mientras mi herida se cierra y, antes de que él se recupere del todo, pateo su costado, mandándolo varios metros lejos de mí.

- ¿Puntaje?-Grito hacia los espectadores sin apartar la mirada del cuerpo inmóvil de Jagger.

-Cinco sangres tuyas, ocho de Jagger.

Suelto un grito de guerra, exasperada, y me encamino hacia Jagger, quien me gruñe y vuelve a abalanzarse sobre mí, entrecierro los ojos, furiosa, y atravieso su costado con mi lanza, él aúlla con fuerza y se aparta, llevándosela en el proceso. Recobro la consciencia de mis actos y me apresuro a quitársela para poder sanarlo, sin embargo, el me la arrebata con el hocico y la destroza con sus dientes mientras la herida desaparece tan rápido como llegó.

Salto hacia atrás cuando intenta atraparme entre sus fauces y cambio de imagen, convirtiéndome en la réplica exacta del lobo de mi primo, gruño entre dientes y voy a la carga, clavo mis afilados dientes en la carne de su lomo, sacudo la cabeza, destrozando sus músculos, y lo suelto cuando él me muerde en el abdomen, pero, no me suelta cuando yo lo hago, sino que tensa la mordida y después me lanza lejos de sí, quedándose con una parte de mi abdomen en el proceso.

Antes de tocar la nieve regreso a mi forma Vadook, contraigo el gesto con dolor y espero a que mi herida sane sin siquiera voltearla a ver, presiento que alguno de mis órganos están a la vista, cosa que queda comprobada al escuchar a Jameson y Zarek vomitar con violencia.

-Solo debes rendirte, Lydia, y dejarme ser el Alpha. -Habla a través del enlace, formo una sonrisa burlona y suelto una carcajada, luego, escupo sangre.

-Ni en tus mejores sueños, Smeed.

El cielo se despeja y la luna en cuarto creciente hace aparición, observo fijamente su luz, la cual da directamente a mi rostro, o por lo menos así lo siento yo, y me siento resplandecer mientras mis órganos vuelven a su lugar inicial y mi herida se cierra en cuestión de minutos. Me incorporo sin dejar de verla, es tan preciosa.

Bajo la mirada lentamente, sintiendo una vitalidad y euforia nunca antes conocida, y me abalanzo sobre Jagger humano, tomándolo desprevenido. Golpeo su rostro con mi puño, al mismo tiempo, doy un puñetazo directo a sus costillas, consiguiendo que se doble a la mitad, y por último, doy media vuelta de campana y doy una potente patada bajo su barbilla, enviándolo varios metros lejos. Escucho un jadeo colectivo ante la velocidad y precisión de mis movimientos.

Corro hacia el cuerpo inerte de mi oponente y me subo a horcajadas sobre su cuerpo, empuño mis manos y comienzo a golpearlo, pronto mis nudillos se destrozan y su rostro se desfigura. Para cuando me separan de él, estoy cubierta de su sangre, y su pecho no se mueve.

-Yo tomo eso como una clara rendición. -Mascullo a mi padre y el hechizo de la luz de la luna se rompe, me debilito al instante y caigo en brazos de mi primo antes de quedar inconsciente.

.....

Bajo las escaleras a trote ligero con Jagger tras de mí, está más huraño e irritable que nunca, y puede que se deba a que murió en pleno duelo y, por lo tanto, yo soy el nuevo Alpha y él, claramente no.

-Cambia esa cara, Jagger, ahora estamos a mano, ¿o debo recordarte que morí ahogada en el océano por tu culpa?

-Créeme, lo tengo presente, sino te habría regresado la cantidad exacta de golpes que me diste.

-Tú siempre tan cariñoso. -Palmeo su mejilla con fuerza, raspándola ligeramente ante su insipiente barba de dos días, él aparta mi mano con un doloroso golpe. Lo ignoro.

-Bien, por fin despertaron. Lydia, pasa al frente y quítate la blusa. -Obedezco a mi padre y quedo en sujetador ante ellos, Jameson y Jagger tragan con fuerza al verme semi desnuda, les ofrezco una sonrisa pícara. -Ya saben qué hacer.

Mi hermano se acerca a mí mientras el resto de nuestra manada comienza a cambiar de forma y, sin emitir aviso alguno, clava sus garras en la piel sobre mi corazón, jadeo con fuerza ante la sorpresa y el dolor, y Zek lo imita antes de que logre reponerme del todo. Después lo sigue Jameson, quien es un lobo gris como el resto de mi familia en forma lobuna. Pronto mi sujetador se ve empapado de sangre al igual que mi abdomen, bajo la mirada hasta Jagger, quien es el último en marcarme, y me sorprende cuando me da un zarpazo en los ojos, grito y caigo sobre mis rodillas, cubriendo mis ojos con ambas manos.

-Lydia McCoffin, ahora eres Alpha de la manada. -Musita con su voz Vadook mi padre y la sangre en mis venas comienza a bullir, causando un ligero cosquilleo en mi piel mientras la vitalidad de mi manada llega a mí por medio de mis recientes heridas.

Un minuto después, mis ojos están curados, los abro con lentitud y los siento refulgir, me incorporo, sintiendo una nueva fuerza y ferocidad recorrerme entera. Miro a mi alrededor, encontrando detalles que antes no había percibido. Mi sentido del olfato y audición también han mejorado aún más, puesto que ahora me llega con claridad el sonido de la cascada y el aroma de una familia de conejos a unos metros de nuestra cabaña. La emoción corroe mi pecho. Me siento invencible.

Ahora seremos imparables, Dya. Nada, ni nadie podrá dañarnos, vencernos, jamás.

Una carcajada ligeramente siniestra sale de mis labios, desconcertando a mis chicos, regreso a mi posición inicial y muerdo mis labios, reprimiendo más carcajadas, después, me acerco a Jagger y estampo mis labios contra los suyos, besándolo con avidez y bestialidad, él me devuelve el beso con la misma intensidad, clavando sus dedos en mi cintura.

- ¿Por qué hice eso?-Inquiero cuando termino con el beso, él aparta un mechón de cabello lejos de mi rostro.

-Estás eufórica, tienes más energía que antes, más poder. Con el tiempo se te pasará, mientras eso ocurre, no vuelvas a besarme. -Intenta apartarse de mí, no se lo permito. Lo tomo por las solapas de su camiseta y tiro de él, nuestros pechos chocan y su rostro queda a escasos centímetros del mío.

-Haré lo que me dé la gana, y nadie, ni siquiera tú, va a impedirlo. -Dejo un pequeño beso a sus labios y atrapo el inferior con mis dientes, muerdo con fuerza y tiro de él, la sorpresa estalla en sus facciones. Satisfecha, lo suelto y me aparto. -Iré por más sangre, quien quiera puede venir a acompañarme, sino, jódanse.

Salgo de la cabaña tras tomar mi blusa y corro por el bosque, dejando todo atrás en cuestión de segundos, me muevo aún más rápido que antes, y eso es magnífico. Doy un grito mientras levanto mis brazos sobre mi cabeza, dejando que la vitalidad del bosque entre por mis poros, mi cabello ondea a mi espalda, estoy comportándome como una lunática, pero no me importa. Después de mucho tiempo me siento viva, alegre. Feliz.