you should love me ; tradley

Capítulo 4.

—Nada, adiós —me di la vuelta pero su voz me detuvo.

— ¿Vienes a espiarme o qué? Es extraño y lo sabes —Brad hablaba en susurros y con el ceño fruncido, obviamente estaba muy molesto, yo también lo estaría.

—No, no, solo venía a traerte algo —dije nervioso—. Adiós.

— ¿No podías esperar?

—Lo siento, adiós —no le di tiempo a que respondiera ya que prácticamente salí corriendo.

No debí haber ido, sabía que estaba mal, pero de alguna manera necesitaba saber que estaban haciendo. No podía seguir así, él ya tenía una chica yo tenía que conseguir a alguien también.
Fui a la habitación y los chicos estaban despertando, al verme entrar y cerrar la puerta rápidamente me preguntaron que había pasado.

—Nada, solo fui a caminar por el hotel y las fans comenzaron a gritar y volví —mentí pero sabía que no me creían—. Hay que desayunar, levántense.

—Solo unos minutos más por favor —se quejaron al unísono.

—No, andando.

Los chicos se levantaron y rápidamente estábamos en una de las mesas del comedor del hotel, James tenía uno de sus raros desayunos con frutas, Connor tenía un platillo nuevo que nadie sabía que ingredientes llevaba, ni siquiera él, y yo solo tomé el primer plato de la barra, no tenía hambre.
Revolvía mi desayuno desinteresadamente mientras los chicos hablaban, solo se callaron cuando llegarin Brad y Liberty a sentarse con nosotros y comenzaron a burlarlos como niños pequeños, la pareja solo se rió.

— ¿Cómo durmieron? —preguntó James.

—Solo tú crees que han dormido —se burló Con.

— ¡Connor! —lo reprendió Brad, el rubio se rió—. Dormimos muy bien.

— Creí que no podría dormir luego de haber dormido todo el vuelo pero no fue así afortunadamente —habló Liberty.

—Buena manera de comenzar tu cumpleaños, durmiendo. Feliz cumpleaños por cierto —dijoJames, Connor la felicitó también, ella agradeció y sentí la mirada de todos sobre mi, solo los ignoré y seguí revolviendo mi desconocido desayuno.

— ¿Estás bien Tristan? —Liberty pronunció la pregunta que nadie se animaba o le interesaba formular. Me vi obligado a mirarla unos segundos.

—Sí, feliz cumpleaños —dirijí mi mirada al plato otra vez.

—Gracias ¿Seguro estás bien?

—Dije que sí ¿No? —respondí cortante, ella no volvió a insistir.

—Tal vez solo esté cansado luego de entrar a las habitaciones de la gente —susurró Brad, seguía enfadado, fui un idiota.

— ¿Qué dijiste Brad? —preguntó ella.

—Nada.

Me levanté y salí lo más rápido posible de allí directo a la habitación a buscar mi celular e irme. Llegué, tomé mi telefono y cuando estaba a punto de marcharme apareció Brad y cerró la puerta.

—Déjame salir Bradley, estoy apurado —él no se mueve.

—Quiero que hablemos —se cruza de brazos—. ¿Qué diablos te pasa? ¿Qué es eso de entrar a mi habitación? No necesito que me espíen.

—Solo quería llevarte algo, perdón, no lo volvere a hacer, no creí que te molestaría tanto.

—Me molesta porque no te creo.

— ¿Qué otra cosa iría a hacer?

—No sé, pero no tiene sentido que hayas por eso.

—No me creas.