.·°·.°·..·°¯°·._.·[ [ ᴇxᴛʀᴀ ɪ ] ]·._.·°¯°·.·° .·°·.

2.1K 318 30
                                    

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
«Primero de muchos»
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

   Mordió su labio con nerviosismo y casi de inmediato sintió que una mano se colaba por su remera hacia la curvatura de su cintura donde acarició con suavidad.


   Giró su rostro y soltó su labio del agarre de sus dientes relamiéndolo.


—Kookie. —llamó con preocupación plasmada en su voz.


   El Alfa continuó dando caricias en su cintura y si siquiera pensó en quejarse cuando TaeHyung buscó su calor recargándose sobre su cuerpo.


—Estarán bien TaeTae, YoonGi se encargará de que no le suceda nada. —respondió con dulzura besando sus cabellos.


   El Omega cruzó sus brazos por la espalda de JungKook y miró de reojo como ambos niños caminaban por los pasillos de aquella gran escuela.


—¡Minnie! ¡Yoonie! —llamó sin poder contenerse.


   Escuchó la armoniosa risa de JungKook y dejó un suave golpe sobre su pecho mientras se separa de él y se acercaba a los infantes que habían detenido su paso.


—¿Estarán bien? — terminó por preguntar mirando a su cachorro, quien sostenía la mano de YoonGi.


   El de tez blanca soltó un suspiro y TaeHyung formó un leve puchero.


—Lo cuidaré TaeTae. —exclamó exasperado.


   El Omega relamió sus labios y se sintió un poco más tranquilo cuando JiMin lo abrazó.


   Sabía muy bien que estaba siendo molesto y sobreprotector, pero no podía evitarlo.


   Aquel día sería el primero en el que ambos niños asistían a una nueva escuela luego de lo sucedido.


   Alfa y Omega se habían encargado de todos los detalles para que JiMin no tuviese problemas en asistir un año tarde, sumando a eso los avances en su condición, al igual que con YoonGi para que, además, pudiesen asistir los primeros días juntos para acostumbrarse al nuevo ambiente.

  
   Desde esa última semana en que se habían preparado, TaeHyung había estado ansioso e inquieto, logrando así que cada vez que veía a los pequeños pelinegros su corazón se ablandase y necesitase abrazarlo hasta que la idea de que nada malo les pasaría en la institución llegaba.


   Siempre que sucedía JungKook terminaba por reconfortarlo, esperando pacientemente que sus abrazos terminasen para luego rodearlo él mismo y depositar numerosos besos en todo su rostro, siendo avisado antes de ello, mediante el vínculo que compartían.


   El Omega se sentía afortunado de tener una pareja así, siendo que enero había pasado con velocidad y ahora una hermosa marca adornaba su cuello. Aun así, el saber que ya no tendría a los niños en casa todo el día lo ponía sensible, demasiado quizá, pero JungKook entendía que su miedo estaba justificado.


   Lo único que podría hacer, era distraerlo para que no se preocupase tanto por ambos niños, por más que él también se sintiese ansioso al verlos con sus uniformes listos para partir.


⟦ Sɪɴ Pᴀʟᴀʙʀᴀs ⟧ ~ᴷᴼᴼᴷᵀᴬᴱ~ ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉWhere stories live. Discover now