⟦ Sɪɴ Pᴀʟᴀʙʀᴀs ⟧ ~ᴷᴼᴼᴷᵀᴬᴱ~ ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ

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—Tae, vamos amor despierta. — sus ojos se fueron abriendo con lentitud en cuanto los llamados incrementaron y la dulce voz de su madre se coló por sus oídos.

  Al instante una sonrisa se formó en su rostro, colgándose de inmediato al cuello de la Beta para dejar un sonoro beso en su mejilla.

  La mujer rio e imitó la acción de su hijo para dejar un regadero de besos alrededor de su rostro.

  En cuanto el pequeño TaeHyung estuvo completamente despabilado, su ceño se frunció y sus labios formaron un gran puchero.

—¿Por qué tan temprano? —murmuró con su puchero.

  Su madre sonrió y llevó uno de sus dedos hasta sus labios indicando que mantenga el silencio en el cual se encontraba sumido el lugar.

  El menor asintió llevando su propia mano hasta sus belfos para taparlos.

  La mujer tomó de su mano libre para llevarlo hasta el baño, al instante el cuerpo de TaeHyung se tensó y su puchero se asentó.

—¿Bañó? — preguntó algo indignado de que su madre lo levantara tan temprano para que se bañase simplemente.

  Ni siquiera tenía escuela ese día, pensó disgustado.

  La Beta negó levemente con su cabeza y abrió el agua hasta dejarla a una temperatura correcta, ignorando el leve berrinche que hacía el niño a sus espaldas con intenciones de irse de allí corriendo.

—¿Quieres ir sucio a dar un paseo? —preguntó divertida.

  Los pequeños ojos del futuro Omega se iluminaron y al instante negó, él quería estar limpio si salían ese día. No podía permitir que su madre lo regañara si quería algún regalo.

  Más a gusto, se bañó con rapidez dejando que su madre enjuagase su cabeza, a pedido de él mismo para no demorar tanto y que el champú cayese a sus ojos.

 

Se secó con rapidez, y no dudó en tomar la ropa que le tendía su madre.

—¿También quieres que te cambie amor? — preguntó dulcemente.

  TaeHyung negó.

—¡Esto puedo hacerlo yo! — sentenció cambiándose.

  La mujer rio.

—Iré a hacer el desayuno, despierta a tu padre, ¿Sí? —TaeHyung asintió obediente, él ya era un niño grande y disfrutaba de despertar a su padre para recibir cosquillas a modo de juego del mayor.

—¡Papá! —chilló con completa emoción saltando hasta la cama de sus padres.

  El Alfa despertó al instante mirando a su pequeño hijo ser una pequeña bola de energía.

—Buenos días TaeTae. — escuchó la voz grave del hombre.

  El peli-castaño sonrió comenzando a relatar de manera fugaz desde el momento en que se había despertado, inclusive, diciendo orgulloso que se había cambiado solo y que su madre solo había lavado su cabello.

  Los minutos pasaron mientras sus palabras escapaban de su boca sin filtro alguno y de forma aguda y en cuanto su madre avisó que el desayuno estaba listo, no perdió tiempo para bajar corriendo y devorar todo velozmente.

  Sería un gran paseo, se dijo a sí mismo mientras sus padres compraban los boletos del tren y entraban juntos al vagón.

    Los primeros minutos pasaron can rapidez mientras TaeHyung admiraba el paisaje, para luego caer en un profundo sueño lo que restaba del viaje de Daegu hacia Seúl.

  En cuanto llegaron a destino, su efusividad volvió corriendo gran parte del tramo dando saltos y giros entre algunas personas que caminaban a esa hora.

  Se había divertido mucho comiendo aquel helado, pero en definitiva, su parte favorita estaba siendo aquella, donde sin siquiera llegar ya se sentía emocionado por ver unos juegos a lo lejos.

  Los tres continuaron caminando con un TaeHyung muy feliz y en cuanto pasaron por los columpios y vio que sus padres no se detenían se paró frente a ellos y comenzó a hacer pucheros.

  Juntando sus pequeñas manos sonrió de manera adorable a su madre, quien casi al instante se acercó a él y lo alzó para llenarlo de besos.

 

  Las agudas risas escaparon de sus esponjosos y acorazonados labios con felicidad.

  El pequeño se encontraba totalmente emocionado con tan solo ver los columpios en el parque lleno de árboles.

—¡Mamá! — chilló con felicidad en cuanto sus pedidos fueron escuchados y corrió directo hacia los juegos.

  Su padre se acercó a él con una sonrisa abrazando a su madre, para luego ayudarlo a subir al columpio y comenzar a empujar el asiento hasta que tomase altura.

—¡Sonríe TaeTae! — escuchó con un tono totalmente dulce de su madre.

  Sus risas incrementaron y miró a la cámara con una gran sonrisa cuadrada con su padre de fondo sonriendo de igual manera.

  Las risas continuaron a lo largo de todo lo que restaba del día y aunque no quisiese irse de la ciudad, había disfrutado mucho su paseo junto a sus padres.

  Habían decido salir, por la simple razón de que padres no trabajaban y su cumpleaños número siete se acercaba con gran rapidez.

  Se sentía emocionado por saber qué le regalarían y si organizarían sus típicas fiestas en casa para hacerlo sentir especial.

  Una tierna risa salió de sus labios mientras comenzaba a saltar en su lugar sosteniendo las manos de sus padres.

  Ambos adultos se enternecían con la inocencia del niño, les hacía felices el ver aquella sonrisa cuadrada remarcada en su pequeño rostro.

  Dándose una pequeña mirada cómplice, se detuvieron, provocando que TaeHyung casi cayese.

  Una mueca se formó en su rostro y las quejas no se hicieron de esperar para luego ser remplazadas con risas cuando lo ayudaron a saltar aún más alto sosteniendo de sus bracitos.

    La felicidad se desbordaba en aquella escena, una pareja con su hijo divirtiéndose una tarde en Seúl, ¿Qué podría salir mal? Tenían mucho tiempo para disfrutar con su TaeHyungie hasta que creciera.

  O eso pensaban hasta que el cumpleaños del menor llegó.

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Capítulo corto pero feliz, mañana habrá actualización ;)

Gracias por leer, avisen cualquier error ❤️

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~雨 / anpan.