⟦ Sɪɴ Pᴀʟᴀʙʀᴀs ⟧ ~ᴷᴼᴼᴷᵀᴬᴱ~ ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ

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«Primero»
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  TaeHyung tomó entre sus dedos lo que usaría para firmar aquel trozo de papel que haría que su vida cambiara en tan solo minutos. Inspiró hondo y con cuidado apoyó la punta del lapicero con un fuerte y único pensamiento, «Por JiMin».

  Garabateó rápidamente sobre la blanca hoja llena de reglas, dudando un poco al poner por primera vez en mucho tiempo su firma de respaldo.

  Dejó el papel a un costado junto con el útil y miró la gran sonrisa de J-Hope hacerse presente ante su mirada perdida y con algo de temor.

  Sus labios se resecaron, y el mal presentimiento que tenía acerca del pelirrojo se acrecentó cuando éste elevó su mirada hacia las oscuros ojos del Omega, sin tratar de ocultar siquiera un poco la lujuria que comenzaba a bañar sus facciones a un paso abrumador, sus comisuras se elevaban con satisfacción en una sonrisa petulante llena de victoria y egocentrismo puro, el aura de maldad que había estado tratando de evitar creció al punto en donde su Omega, a pesar de mantenerse callado, Gimoteó de impotencia y miedo.

  Cerró los ojos. Tan solo un segundo, el suficiente para aceptar lo que seguramente sucedería a continuación.

  J-Hope extendió una de sus manos, apoyando la mitad de su cuerpo sobre el escritorio hasta poder tocar la suave piel acaramelada del menor.

—V. — susurró.

  TaeHyung se estremeció, ya no había vuelta atrás.

—¿Podré ser el primero? — murmuró tirando aún más de su cuerpo y tomando el mentón del castaño hasta dejarlo a unos centímetros del propio.

  V miró sus ojos, oscuros, bañados en el deseo de desquitar su frustración con él, con aquella futura fuente de dinero de la cual había imaginado entre tantas preguntas de desconocidos. El Omega estaba seguro de que su jefe se aseguraría de conseguirle una clientela apropiada, no dudaba siquiera un poco en que al terminar aquel encuentro no lo dejarían en paz en las siguientes noches.

  A sabiendas, de que para aquella estúpida pregunta no había respuesta, asintió.

  Las hebras pelirrojas se movieron por inercia ante los grandes pasos –zancadas– que dio el mayor hasta quedar pegado al cuerpo del Omega.

  TaeHyung giró su torso y abrió levemente sus piernas para darle más acceso a su nuevo jefe.

  J-Hope impaciente chocó sus labios, comenzando a moverse de inmediato frente a los movimientos devueltos por parte del menor de manera robótica.

  Sus labios se pegaron con una fuerza abrumadora y J-Hope no dudó en levantar el cuerpo de V para invertir sus posiciones mientras continuaba con aquel candente beso lujurioso.

  Ahora, el menudo cuerpo se encontraba sentado sobre el regazo del dueño del bar, sintiendo como el miembro de éste tomaba cierta dureza que le demostraba claramente su deseo de hace tiempo.

  TaeHyung sintió una mordida en su labio, y se sorprendió al ver que por lo menos existía la decencia de pedir permiso. Casi al instante abrió sus carnosos labios y sintió el húmedo y cálido órgano robar todos los espacios de su cavidad bucal. La lengua de J-Hope arremetía contra la suya de manera profunda, succionando y apoderándose de toda su movilidad.
  Con dudas, trataba de seguir ese mismo ritmo, respondiendo a aquel hombre lleno de desesperación y lujuria de la manera más cercana que podía.