El Novio Prometido

Capítulo 16 ¡Toma eso perra!

Subimos hasta lo más alto de la torre pero yo me negaba a acercarme a la orilla de esta, está tan alto que tengo miedo a caerme.

-Mi amor ven, todo esta bien no te vas a caer- Daniel esta agarrado de la rampa como si nada y yo no me despego del centro de la torre ni por un momento.

- No lo haré-

Daniel se acercó a mi y me tomó por la cintura.

-Todo va a estar bien princesa-

Me beso de una forma única, como solo él sabe hacerlo y fue acercandome poco a poco hasta la orilla.

Cuando dejó de besarme yo ya estaba lo suficientemente cerca como para ver todo paris.

Me quedé atónita viendo la hermosa vista en los brazos de Daniel, después de unos minutos ya no me asustaba más sino más bien que comenzaba a disfrutarlo, y mucho, definitivamente París es mi ciudad favorita de ahora en adelante.

-¿Quieres comer algo mi amor?- me pregunto Daniel quien seguía sujeto a mi cintura como si no hubiera un mañana.

-Si, quiero helado de chocolate-

-Pues helado de chocolate será -

Bajamos de la Torre ifel y caminamos de la mano por la ciudad hasta encontrar una linda y colorida dulceria, después que entramos en ella no podía dejar de ver todo tipo de dulces, helados y pasteles.

Creo que me volveré loca.

-Elige algo mi amor, lo que quieras-

Daniel me insistía para que comiera algo pero yo simplemente no me decidía.

Hasta que fuimos a recepción y allí estaba la que vendía y nos pidió lo que queríamos pero no paraba de mirar a Daniel, se lo estaba comiendo con los ojos, me siento rara, Daniel es mi esposo ¿porque me siento así?.

- Princesa ¿te pasa algo?- Me pregunto Dani.

-Mmmm, no lo sé - le respondí con la cabeza agachada.

Luego me decidí por unos pasteles y Daniel ordenó una malteada para él, ambos nos sentamos en una mesa a esperar lo que pedimos mientras hablábamos de cosas al azar.

Luego de unos minutos lo que ordenamos llegó y comenzamos a comer mientras seguíamos hablando.

Pero noté algo extraño en la bebida de Daniel, era una especie de escritura francesa y unos números al final.

-Dani ¿Que es eso?- pregunté jirando el vaso así el otro lado para que Daniel lo mirase.

-No se, haber...-

Daniel comenzó a leer lo que dice, y mientras lo hacía su cara comenzaba a tenzarse y sus ojos a abrirse como platos (que raro).

-¿pasa algo Dani?-

-No, nada-

-Entonces ¿que dice?-

-Nada mi amor, tranquila-

-Dime que es lo que dice, tu cara dice que es serio-

-En realidad no es nada, pero tú te atreves a agrandarlo-

Ya me estoy molestando.

-Dime de una buena vez que pasa-

-Esta bien, pero no hagas un escándalo-

-Esta bien-

-Dice: la chica con la que andas es muy fea y poco femenina, si quieres estar con una mujer de verdad Llámame-

-¿Quien dominios escribió eso?-

-No lo se pero dejo su número-

-De seguro fue la de la recepción, sabía yo que te estaba mirando raro-

-Tranquila mi amor, tu sabes que todo eso es mentira y yo nunca la llamaría así que calmate-

-¿Que me calme? como quieres que me calme cuando esa perra te esta coqueteando y de paso insultandome-

-¡Vez! por eso no te quería decir, tu siempre haces un escándalo, por Dios Sabrina yo te amo, aunque lleguen mil chicas yo siempre te elegire a ti-

En ese momento sentí mi respiración calmarse, y un poco de culpa me invadió.

-Lo siento es que... no quiero perderte- dije apenada

-No lo arás, siempre estaré contigo-

Daniel se acercó y me besó, cuando se alejó con una sonrisa yo sonreí también pero no por el beso, sino porque a lo lejos la tipa esa nos ve con enojo.

¡Toma eso perra!