Capítulo 10 ¡Te quiero fuera de esta casa!

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Desperté de manera normal, sin nada que me diga que ya amaneció.

Me levanté de mi cama y caminé cojeando hasta el baño, me bañe y luego me vestí para irme a desayunar con todos.

Cuando estoy en el primer escalón de arriba de la escalera para bajar Daniel me ve.

-¡Espera! No bajes-. Yo lo mire extraña y luego recordé la venda en mi pie.

Vi como Daniel sube las escaleras corriendo y llega hasta mi.

-Ven, sostente de mi-. Me tomó de la cintura y yo coloque mi brazo en sus hombros y comenzamos a bajar las escaleras despacio.

Todos nos miraban bajar muy atentos y con unas hermosas sonrisas menos Anthonio, el nos miraba mal a pesar de tener a mi prima Mary en sus piernas.

Daniel me dejo en una de las sillas del comedor y se sentó a mi lado, lo que no noté o por lo menos note muy tarde es que Anthonio estaba a mi lado (¡si! tengo ambos chicos junto a mi, uno de cada lado para ser precisos).

Sirvieron el desayuno y todos comenzamos a comer juntos como una bella familia feliz... Hasta que sentí la mano de alguien en mi pierna derecha, pensé que era Daniel pero cuando lo miré el estaba muy tranquilo comiendo con ambas manos, entonces mire hacía Anthonio y si, es él, (este hombre no me dejará tranquila o qué).

Le quite la mano sin que nadie se diera cuenta, pero el idiota volvió y me  la puso pero más arriba, no aguante mas y le solté un guantazo bien fuerte que al instante se le puso roja la cara, y todos se quedaron con la boca abierta por el golpe que le proporcione.

-Cariño, ¿pero que pasó?-. Dijo mi abuela todos me miraron con expresión confusa.

- ¡¡Este idiota me estaba tocando las piernas!!-. Les dije enojada.

Daniel se paró y le dio un golpe en seco en la cara con su puño y le partió el labio y siguió haciéndolo porque Anthonio no se quedo de brazos cruzados y también le dio puñetazos.

Mi familia al ver esto intentaron separarlos pero no les hacían caso, hasta que yo les grité.

-¡CHICOS BASTA!-. Me interpuse en el medio a pesar de que el tobillo me estaba molestando.

Y se calmaron al instante Daniel tenia la nariz partida pero Anthonio tenia el ojo morado.

-Parecen animales, Anthonio te quiero fuera de esta casa ahora mismo-. Le dije y el me miro con odio y subió las escaleras.

-Sabri...-. Intentó decirme Daniel algo pero lo callé porque estaba muy enojada con él, no tenia porque meterse yo podía sola.

-No me digas nada- le dije seca.

El me miro triste, me di cuenta de que todos me miraban como esperando a ver que decía, pero los ignore, iba camino a las escaleras para subir pero ahí mismo Daniel me dijo que esperara para ayudarme.

-Dejame, no necesito tu ayuda-. Parecía una niña pequeña de lo inmadura que reaccione pero estaba demasiada enojada como para que me tocara.

Pero me di cuenta de que tenia mucha sangre y me sentí mal por tratarlo así.

-Vamos a curarte-. Le dije ya mas calmada, y subimos las escaleras .

Llegamos a la habitación, y se sentó en la cama, mientras yo buscaba el botiquín de primeros auxilios.

Cuando ya lo tenia saque unas toallitas húmedas y limpié su sangre.

-Perdóname por el escándalo allá afuera pero no pude contenerme él...-. No deje que Daniel siguiera hablando.

-Ya, solo olvidalo si, lo mejor sera que Anthonio se vaya de la casa, así evitaremos problemas-

-si, eso estaría bien-

Terminé de curarlo y Daniel se levanta para irse pero no lo dejo.

-No salgas aún, espera a que las cosas se calmen-

-Esta bien princesa ¿quieres que veamos algo en la televisión?-

-No, tengo que decirte algo, es que bueno, mañana volveré a mi departamento por las cosas que me faltan-

-¿Que? No puedes irte mira como estas-

-lo se, por eso quiero que me acompañes, si quieres-

-Claro que quiero Sab, así podre cuidarte-

-Gracias-. Daniel me acaricia el rostro suavemente y rosa mi labio inferior con su dedo.

-Eres tan hermosa Sabrina-. Sentí mis mejillas arder ante sus palabras.

Daniel se acercó a mi lentamente y me dio un corto beso en los labios.

-Te quiero Sabrina, te quiero muchísimo-. Volvió a besarme solo que esta vez el beso fue mas intenso y pasional, ambos nos caímos a la cama y comenzamos a acariciarnos de una manera muy ardiente.

Espero que no nos vayamos tan lejos.

El Novio PrometidoWhere stories live. Discover now