Capítulo 22

10.6K 1K 232
                                    

________ Gormsson

¿Hiccup término su relación con Astrid? ¿Lo habrá hecho por mí o siguió mi consejo?

—Espero que hayas pensando mucho aquella decisión —comenté luego de un rato

—Sí, lo pensé demasiado. Estoy seguro de que era lo mejor —respondió Hiccup aliviado— Y Astrid se lo tomó bien, quizás ella pensaba lo mismo que yo —se encogió de hombros.

Asentí, aunque no estaba segura de que Astrid se lo haya tomado bien. Había notado que estaba bebiendo más de la cuenta y me observaba con algo de enfado, aunque trataba de disimularlo, podía notarlo.

—Me alegro que hayas podido tomar una decisión —dije algo nerviosa— Iré a tomar aire, nos vemos luego —salí de la taberna rápidamente.

No sé porqué me puse tan nerviosa.

Respiré profundamente y observé el cielo, que a esta hora de la noche estaba totalmente estrellado, las estrellas resplandecían y me daba una sensación de tranquilidad.

—¿Por qué saliste? —Brutacio preguntó al lado mio— Mis pasos de baile eran los mejores.

—Sin duda —reí— Creo que debería irme, ya es tarde...

—Eres libre de irte —Brutacio habló serio.

Sus palabras hicieron referencia a mí gran huida, me sentí algo mal.

—Iré con mis padres —aclaré— nos vemos.

Con paso rápido me dirigí a la casa de mis padres, fuera de la casa, estaba Deimos, mi dragon. Estaba serio y algo enojado.

—Amigo, estoy bien, no te enfades —comenté pero el dragón bufó— Oh vamos, pasé años junto a ti, está noche quise ir con mis amigos.

El dragón me dio la razón y se calmó, sonreí y le di algunos mimos antes de entrar a mi casa.

Estaba todo oscuro, supuse que mis padres estarían dormidos.

—Jovencita, has llegado tarde —mi madre bajó las escaleras junto a mi padre, se iluminaban el camino gracias a una vela.

—P-perdón —dije rápidamente— Pensé que estaban dormidos.

—Teníamos miedo de que volvieras a...—estaba respondiendo mi padre, hasta que mi madre le dio un codazo en todo el estómago. Mi papá la observó molesto.

Tenían miedo de que volviera a irme de Berk, era eso.

—Bueno, nunca tuvimos la oportunidad de verte llegar tarde a casa por estar con tus amigos...—comentó mi madre con una risa, yo reí junto a ella— Generalmente estos casos tienen como consecuencia un castigo.

—Y está vez no será la excepción —agregó mi padre.

—¡No pasó nada! ¡Sólo bebimos un par de copas...! —expliqué

—¿Bebieron? —preguntó mi madre alterada— Jovencita, no podrás salir a beber con tus amigos hasta nuevo aviso. —sentenció.

—Mamá... —traté de hacer que cambiará de opinión.

Mi mamá negó y volvió a subir hasta su habitación junto a mi padre. Mientras tanto yo, decidí dormir en el sofá, no tenía alguna vela para llegar hasta mi habitación y no quería caerme o chocar con algo.

Si mi madre supiera todo lo que he hecho, estaría castigada de por vida.

(...)

Caminé por la aldea hasta llegar a la herrería. Mi padre me había mandado a conseguir una nueva espada, la de él se había estropeado.

—¡Buenos días, Bocón! —saludé.

—Buenos días ¿Necesitas algo? —dijo mientras cepillaba sus cejas.

—Una espada, para mí padre —expliqué.

—Claro, hazla tú, suerte —volvió a lo suyo.

—¿Qué? Pero...

—______, sabes muy bien cómo funciona este lugar, trabajaste aquí, dudo que hayas perdido la práctica —respondió.

—Bien —rodé los ojos y entré para fabricarle una nueva espada a mi padre. Este proceso era de horas— De casualidad...¿No tienes una espada ya fabricada?

—Muchas —respondió serio, me alegré al instante— Sin embargo, ninguna de estas le gustará a tu padre, tú sabes lo exigente que es. Tú sabrás cómo sería su espada ideal.

Volví a frustarme. Antes de venir, él ya me había explicado como quería su espada.

Me puse a trabajar en ello, y la verdad, no tenía noción de cuánto tiempo había transcurrido.

—Hey —saludó Hiccup a mi lado, le sonreí y seguí trabajando en la espada— ¿Por qué te fuiste ayer?

—No quería un castigo peor...—respondí dejando la espada de lado, estaba casi terminada.

—¿Castigo? —preguntó Hiccup divertido.

—Pues sí, mi madre me ha castigado por llegar tarde y beber, además dormí en el sofá. —respondí lacónicamente mientras Hiccup reía— no es gracioso, además ahora estoy haciendo una espada para mí padre.

—Suerte con eso —me sonrió— por cierto...me preguntaba si...—dijo nervioso, pero justo en aquel momento llegó Astrid

—Hola —saludó Astrid— Hiccup, tu padre te está buscando para hacer unas cuantas tareas.

—Le dije que estaría esta tarde en la herrería...—respondió Hiccup.

—Bueno, al parecer era importante, pero descuida, te ayudaré y terminarás antes —explicó Astrid rápidamente, con una amplia sonrisa.

—Astrid, no es necesario...

—Lo es, vamos —le guiñó un ojo.

¿De verdad habían terminado? Parecía que no.

—Nos vemos luego —Hiccup me sonrió antes de irse junto a Astrid

La verdad dudo que nos veamos luego.

Volví a ponerme en labor de terminar la espada de mi padre.

(...)

—Me llevó toda la tarde —le entregué la espada a mi padre— Iré a entrenar, así que...si llego tarde...

—Es perfecta —mi padre observó la espada asombrado y luego me vió con orgullo.

Creo que nunca me había observado con esos ojos.

Abracé a mi padre antes de ir a la arena junto con Deimos, mi dragon.

Tomé dos espadas y observé desafiante a mi dragón

—Volemos hasta la isla más cercana, cuánto estemos allí, derribarás los troncos de los árboles y yo los esquivaré —dije emocionada, mi dragón rugió como respuesta.

(...)

Corría saltando algunos troncos o rocas que estaban en mi camino, por los cielos caían centenares de troncos. Cualquiera de esos me podría caer encima.

Seguí corriendo y corriendo, hasta que un hombre se apareció enfrente mío.

Silbé rápidamente, era una señal para que Deimos se mantuviera alerta. Saqué mis dos espadas y me puse en posición de pelea.

—¿Le harás daño a un viejo amigo? —preguntó está persona.

Se acercó más a mi, y por fin pude ver con claridad su rostro.

—¿Eret? —pregunté asombrada, mientras guardaba mis espadas y Deimos se posicionaba a mi lado.

Buscándote [Hiccup y Tú]Where stories live. Discover now