Capítulo 21

11.5K 1K 325
                                    

Hiccup Haddock

Las preguntas de _______ me habían dejado pensando durante toda la tarde.

Tras pensar durante mucho rato, y ver las consecuencias llegué a una conclusión: Astrid y yo necesitamos un tiempo.

La quiero, pero creo que mi cariño no es tan fuerte, la sensación que tengo al estar con ella no es como en un comienzo, la chispa se fue.

Y creo que estoy confundido, con la llegada de ______, mi corazón a vuelto a palpitar locamente por ella, y los sentimientos que creí acabados hacia ella, han reaparecido.

íbamos con los chicos a la taberna, y Astrid apareció saludándonos, esta vez, estaba calmada.

—Chicos, adelántense, yo y Astrid los alcanzaremos luego —indiqué, Patán, Patapez y los gemelos asintieron y siguieron su camino.

—¿Quieres hablar? —preguntó Astrid, yo asentí nervioso.

Nunca antes me había encontrado en una situación como ésta. Astrid asintió con la cabeza, otorgándome la palabra.

—Astrid, te quiero, me has apoyado demasiado y...Dioses, no sé como decir ésto —suspiré nervioso— Creo que necesitamos un tiempo, tu comportamiento a cambiado radicalmente y...

—Hiccup, si es por lo que paso esta tarde, o por las peleas que hemos tenido yo...de verdad lo lamento pero...¿Un tiempo? —preguntó triste.

—Y...yo no estoy sintiendo lo mismo por ti —terminé de decir.

Astrid me observó con asombró.

—¿Es por ______? —preguntó rápidamente.

—Por favor, no la vuelvas a meter en nuestros temas —pedí— te digo todo esto ahora, para que esto no termine peor a largo plazo. Quizás con este tiempo que nos demos, nos sirva para reflexionar y saber lo que realmente queremos en nuestras vidas...

—Ambos sabemos que "un tiempo" a largo plazo, se vuelve una ruptura —comentó.

—Astrid...yo realmente lo lamento, pero no creo seguir soportando tus caprichos y discusiones —terminé finalmente, quizás más directo de lo que debía.

Astrid presionó sus labios nerviosa y asintió.

—Hiccup...yo, te quiero, no quiero que lo nuestro acabe —sus ojos ahora estaban húmedos, sentí mucha pena al verla así, y más al saber que yo era el causante de su dolor. No sabía que responder, ya le había dicho todo lo que pensaba— Te prometo que cambiaré...—suplicó Astrid.

Reí nervioso.

—Astrid, no debes cambiar tu manera de ser por mi —sentencie— Eres asombrosa como eres, no cambies por alguien y menos por mi. Algunas personas simplemente no son compatibles.

—Nosotros lo eramos.

—Sí, pero yo he cambiado —respondí— Creo que deberías estar con alguien que este dispuesto a dar todo por ti, y yo no soy esa persona en estos momentos.

Astrid asintió y rió nerviosa.

—¿Cuándo te volviste tan maduro? —preguntó, secando rápidamente unas cuantas lágrimas que estaban saliendo de sus bellos ojos azules.

—Solo estoy siendo sincero contigo —sonreí apenado— aún así, no quiero que nuestra amistad cambie.

—Trataré de que eso no suceda —respondió— Supongo que, esto es todo.

—No necesitas a alguien como yo para ser feliz, y ya llegará el indicado —dije tratando de animarla. Astrid asintió.

—Aún coquetearé contigo —Astrid se encogió de hombros y me sonrió con determinación— Ya sabes, donde hubo fuego, cenizas quedan.

No pude evitar reír.

—Vamos, alcancemos a los chicos —comencé a caminar en dirección a la taberna.

—Sí, necesito un par de tragos para pasar este mal rato —respondió Astrid.

Se lo tomo mucho mejor de lo que yo pensaba. Estoy sorprendido.

Caminamos hasta llegar a la taberna, una vez allí, divisamos la mesa en la que se encontraban nuestros amigos y fuimos a sentarnos junto a ellos, afortunadamente, ya habían pedido bebidas para todos. 

El ambiente era agradable, puesto que habían habitantes que estaban con sus instrumentos tocando animadas melodías. 

 —Brindo, por la victoria de mi gran y mejor amiga: ______ Gormsson —Brutacio sonriendo alzó su copa, mientras la mencionada sonreía alegre. 

 —¡Sabía que ganarías! —gritó Patapez alegre, yo asentí con la cabeza.

No creí correcto expresar mi alegría ante la victoria de ________, puesto que recientemente había terminado con Astrid.

 —Basta —dijo ______ con una sonrisa— Yo brindo por Astrid, fue una buena pelea —alzó su copa con una amplia sonrisa.

Astrid que estaba sentada a mi lado, miró a _____ extrañada y sorprendida, pero también le sonrió de vuelta halagada ante el comentario que había recibido.

Comenzamos a beber y a charlar sobre cosas banales, hasta que la música se había tornado más fuerte y bailable. 

 —¡Deberíamos ir y bailar como los demás! —animó ______ mientras se ponía de pie, todos seguimos sus pasos y fuimos al centro de la taberna, donde muchos ya bailaban al ritmo de la melodía. 

Le sonreí a ______ y ella a mi. Le extendí mi brazo en una invitación para bailar, ella sonrió en frente de mi y cruzo nuestros brazos, comenzamos a girar sonriendo al ritmo de la música, luego de unos minutos repetimos el movimiento pero haciendo que nuestros brazos libres se entrelazaran. 

Entre risas posicione una de mis manos en la cadera de ______, y con la otra tome su mano, ella apoyó su mano libre en mi hombro y comenzamos a saltar y girar riendo. 

 —Dioses, te había extrañado demasiado —dije en medio de nuestro baile. 

 —Ya lo sé, me lo has dicho muchas veces —comentó ______— pero creo que nunca me cansaré de oírlo. —no pude evitar sonreír tontamente— Creo que es momento de que bailes con tu novia —comentó ______ mirando detrás de mi. 

Me voltee a mirar rápidamente, allí estaba Astrid bebiendo, quizás más de la cuenta. Suspiré y volví a observar a ______.

 —Ella ya no es mi novia, Gormsson —dije.

Buscándote [Hiccup y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora