No me gustas

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⚠️ contenido explícito

Miró por la ventana del segundo piso, se encontraba en su habitación, intranquilo, el estómago parecía que no le daba tregua, y lo que más le angustiaba de todo era que no sabía porque se encontraba tan nervioso. Miró de nuevo hacia afuera y esa era la décima vez que se fijaba en menos de 5 minutos.

Checó su reloj de pared. Las 4:30 de la tarde, la hora en que se iba a reunir con su compañera de trabajo.

Caminó de un lado a otro mordiéndose la uña del pulgar derecho. Observó con detenimiento a su alrededor, todo estaba perfectamente ordenado, su cama, su ropa, sus zapatos, todo.

¡Maldición! Solo es una simple tarea, ¿por qué siento como si fuera a saltar de un precipicio? Necesito tranquilizarme, pensar con la cabeza fría, dejar de sudar y agobiarme por una estupidez. Tengo que distraerme con algo.

Justamente, su celular comenzó a sonar y él rápidamente respondió sin fijarse en el nombre.

– ¿Hola?

¿Shikamaru? ¡Genial! Me alegra que me respondas, dios, estoy nervioso, acabo de ir por Hinata a su casa para hacer la tarea de Kakashi y no sabes lo agobiado que estoy y-

– Naruto – lo paró en seco, estaba hablando muy rápido y el Nara apenas le seguía el ritmo – Más despacio que no estoy entendiendo nada.

– Lo siento, pero es que estoy con Hinata en mi casa y estoy demasiado nervioso, no sé qué hacer, cómo comportarme... – el pelinegro sonrió de lado, Naruto estaba en las mismas que él, solo que el rubio ya estaba con la chica.

– Primero, tranquilízate... – dijo tratando de sonar lo más calmado posible – Hinata es una persona muy paciente y buena, no te juzgara por nada que hagas – Y más porqué la traes loca – Solo sé tú mismo... Inhala y exhala despacio tres veces – Y Naruto así lo hizo.

Pasaron varios segundos y ambos hicieron el ritual, que aunque Naruto fue por ayuda con el Nara, este último estaba sudando frio.

– Gracias, amigo – habló el rubio y en su tono de voz se notaba la tranquilidad, algo que Shikamaru envidió – Le llamé a Sasuke pero el muy imbécil no me respondió ni una llamada – el Nara rió.

– Seguro estaba ocupado.

– Más le vale... bien, tengo que volver. A Hinata se le hará raro que esté tanto tiempo en el baño. Nos vemos el lunes y suerte con tu tarea.

– Igual – colgó el teléfono – Mis consejos de inhala y exhala le sirven a otros y no a mí, que ironía – aventó el aparato en la cama y de nuevo fue a fijarse por la ventana, a esa rubia ya se le había hecho tarde.

– ¿Hablando solo?

Respingó y su corazón se aceleró al escucharla detrás de él. Giró su cuerpo y la vio justo en la puerta de su habitación.

Sus cuatro coletas se volvieron una, y su fleco caía armoniosamente por su frente, sus ojos verdes resaltaban como dos joyas, vestía unos jeans pegados y una blusa que acentuaba sus pechos.

Shikamaru tragó fuerte y desvió la mirada, Temari no vio que sus mejillas estaban algo sonrojadas.

– ¿Quedaste mudo? – molestó ella notando como quedo estático.

– Solo me sorprende que mamá te haya dejado subir hasta acá – carraspeó tratando de desviar el que lo haya tomado por sorpresa.

Su madre era de las personas que no les gusta que su hijo esté a solas con una chica en su habitación. Pero parece que la rubia le cayó tan bien desde la primera vez que la vio. Aunque ahora que lo pensaba, las dos mujeres tenían un temperamento igual, en fin, entre ellas se entienden.

𝙺𝚊𝚔𝚊𝚜𝚑𝚒'𝚜 𝚂𝚑𝚒𝚙𝚙𝚎𝚛 Место, где живут истории. Откройте их для себя