El Único al que Amo

Capítulo 17: Una fiesta y un secuestro (Parte 2/Final)

- Justin Lárgate! - Gritó Mike. - Bajen las armas o les juro que disparo.

- Bajen las armas - ordenó Ricky.

A una distancia algo larga se escucho un disparo. Es Andrews, el guardaespaldas del Señor Víctor y Jenna. Todos se agachan al escuchar la detonación. Mike aprovecha el momento y dispara a ambos hombres detrás de Ricky, a uno en la pierna y al otro en la pelvis. Ricky saca su arma pero antes de poder tirar el gatillo, Justin aparece por detrás y se tira sobre él. Mike corrió hacia ellos y aparto a Justin. El otro hombre rubio de ojos verdes, que, aun estaba consiente, alcanzo el arma de su compañero caído a la par y disparo a Mike en el brazo y en la pierna, quien al sentir el metal de la bala caliente pasar sobre su brazo grito de dolor y callo al césped. En eso Andrews finalmente llego y tomo todas las armas que traían.

Unos minutos después, llegó la policía, levantaron las denuncias y los paramédicos se llevaron a los heridos, incluyendo a Mike quien estaba derramando mucha sangre por el disparo. Los asistentes de la fiesta estaban escandalizados y aterrados por lo que había sucedido. Justin entró al salón de la fiesta que estaba medio vacío pues la gente atemorizada decidió irse del lugar. Charlie corrió hacia a el al verlo en la entrada con sangre derramando de su nariz y lo abrazo lo más fuerte que pudo.

- Estas bien? No puede ser que te haya pasado esto - dijo Charlie con máxima preocupación.

- Estoy bien, me duele un poco la nariz, pero....necesito ver a Mike, necesito verlo - dijo con desespero.

- Donde esta?

- En el hospital, se lo llevaron, le dispararon, por favor Charlie, llévame, necesito verlo - dijo casi llorando.

- No puedo Justin, los paramédicos que están aquí tienen que atenderte.

- Pues ir a verlo yo mismo! - exclamo Justin con furia.- Solamente tengo que buscar las llaves y el auto y me voy.

- No, No, Justin, por favor, no puedes manejar así, y mucho menos solo, después de lo que acaba de pasar.

- Charlie, no puedo quedarme aquí, necesito saber que está bien.

- Está bien, yo te llevare. Tranquilo.

Ambos se montaron en la camioneta y se fueron sin que los demás se dieran cuenta.

Estando allá, Justin corrió con apuro a la recepción, donde le informaron que Mike iba a entrar a cirugía para remover la bala. Andrews estaba sentando en la sala de espera. Justin fue hacia a él.

- Andrews, como esta Mike? La bala toco algún órgano o algo?

- No lo sé, todavía no me han dicho nada, lo metieron al quirófano en cuanto llegamos, estaba perdiendo mucha sangre.

Se paró y al escuchar las noticia de la boca de Andrews, se encerró en el baño y se soltó a llorar desconsolado. Tenía miedo de perderlo, no importa cuántas peleas tengas entre ellos, cuantas veces se insulten o dejen de hablarse, lo amaba, a pesar de todo, Justin no podía si quiera imaginar que algo horrible pueda pasarle. La idea de no volverlo a ver lo aterra y lo pone aun peor. Después de un rato, finalmente salió del baño, sus ojos estaban inflamados, rojos, llorosos y cansados. Después de un rato llamo a su papa para avisarle que estaba en el hospital y que Mike estaba en cirugía. Inmediatamente corrieron hacia allí, donde hicieron vela hasta la media noche cuando Mike salió del quirófano. El doctor de cabecera se acercó preguntando si alguien conocía al herido y la familia de Justin alzó la mano para saber su estado de salud.

- Como esta Mike doctor? - pregunto el Sr. Víctor.

- La bala desgarró su musculo bícep braquial y se insertó unos milímetros en sus músculos intercostales. Afortunadamente no llego a mas, igualmente la bala de la pierna no hizo nada mas que rasgar un poco el musculo, está en la sala de recuperación. Las heridas cerrara entre 3 a 7 días pero necesitara reposo absoluto de 2 semanas como mínimo.

- Puedo verlo? - preguntó Justin.

- Solamente unos minutos, no es horario de visitas. Solo una persona puede quedarse con él esta noche.

Justin se fue a la sala de recuperación y lo vio postrado en la cama, estaba dormido por los sedantes para el dolor que le habían aplicado. Se sentó en un taburete a la orilla de la cama. Las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos nuevamente ante la impotencia de verlo herido por intentar salvar a su familia.

- Qué lindo te ves dormido - le dice mientras acaricia su rostro con los dedos. - Estaba tan asustado de que algo grabe te pasara. No sé qué haría. Eres de las personas más importantes en mi vida, incluso si yo no lo soy en la tuya.

La sala estaba vacía de enfermeras. Solamente había algunos pacientes pero también dormidos. Se acercó hacia el comenzó a rozar los labios contra los suyo, de lado a lado y de arriba hacia abajo hasta que con los mismos los apretó dándole un beso para después apoyar su rostro contra su frente mientras sus narices se tocaban una con la otra y podía sentir su respiración y su pecho inflándose y contrayéndose al inhalar y exhalar.

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