Banned Skin (Larry Stylinson)

Capitulo 20

Capítulo 20

Narra Harry.

Y entonces ahí estábamos, comiéndonos a besos en el auto dentro de un estacionamiento, como dos enamorados sin control alguno sobre su pasión.

Louis me trataba de forma agresiva, como si de repente él se hubiera olvidado de lo mucho que lo quería, como si de alguna manera estuviera buscando lastimarme o castigarme por algo que sabía,  era inevitable.

Me encontraba sobre sus piernas mientras él recorría mi cuerpo completo con sus manos. Me mordía constantemente la boca y también susurraba cosas sucias entre jadeos.

Le amaba demasiado, y no estaba dispuesto a que su inseguridad arruinara todo lo que con tanto trabajo nos había costado aceptar.

—Maldito sea el momento en el que me enamoré de esta manera de ti… —susurró mientras relajaba su lengua y comenzaba a besarme un poco más tranquilo—. Todo este tiempo este amor sólo ha servido para torturarme…

No podía permitir que su culpa comenzara de nuevo a arruinarnos la vida. Louis era así, siempre que algo comenzaba a ir bien, decidía arruinarlo con sus malditos prejuicios.

Sí, él era mi hermano y estaba jodidamente enfermo el amor que nos unía, pero no podíamos hacer nada contra eso, lo habíamos intentado, pero era más fuerte que nosotros.

—Mientras tú no lo aceptes, nunca dejará de torturarte… —mencioné y me abracé a su cuerpo con fuerza. Él dejó de besarme y pronto nos quedamos en esa posición por un largo rato. Escuchaba su respiración en mi oído, sus brazos me rodeaban con ternura y por un momento pensé que esa era la sensación que querría sentir para toda mi vida— Podemos lograrlo, te lo juro que está a nuestro alcance superar todo esto… sólo tienes que confiar.

Los brazos de Louis se suavizaron y dejó de abrazarme. Desvió la mirada y me alejó lentamente de él. —He sido muy estúpido al ponerme así. Disculpa. —me regresó de nuevo hasta mi asiento y comenzó a acomodarse la ropa. No me miraba al hablar—. Sé que este es tu trabajo y que nada de lo que haces con mi jefe es algo personal. Siento tanto haberte tratado con violencia.

—No pasa nada. —Hablé al instante y tomé su brazo intentando hacerle sentir confianza—. Tú lo has dicho antes, “Los celos son para débiles” y por desgracia ninguno de los dos ha podido ser fuerte ante lo que sentimos.

Louis tardó algunos segundos en reaccionar, después me miró con una sonrisa fingida y encendió el automóvil. —¿Quieres que te lleve a algún lugar en específico, o tienes que volver al burdel? —me preguntó con nerviosismo. Claramente quería cambiar de tema.

Dejé salir un suspiro frustrado  y opté también por acomodarme la ropa. —El señor Moch le ha pedido a la señora Lauren que no vea a más personas aparte de él, así que tengo la tarde libre. —me encogí de hombros y lo miré esperando su respuesta.

—Yo la verdad no sé si disponga de mucho tiempo. Sabes que mi jefe se ha quedado en el motel y que en cualquier momento puede llamarme para que pase a recogerlo. —comenzó a conducir. Parecía muy frio, como si hubiese algo en su cabeza que no le permitía estar en paz.