Capitulo 4

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Capitulo 4.
 
Narra Louis.
 
Harry estaba ahí. Harry estaba a unos cuantos centímetros de mí, comiéndose a besos con mi jefe, en mis narices.
 
Cuando subimos al coche él no hizo nada que no fuera tratar de demostrarme lo que hacía. Yo tenía que estar frente a ellos, conduciendo y tratando de ignorar cualquier especie de sonido que emitieran.
 
Me era imposible, él era mi hermano, mi hermano pequeño. Simplemente no podían esperar que yo estuviera muy tranquilo, mirando como ese hombre lo tocaba sin siquiera pensar en que tenía una esposa, en que ese niño tenía apenas 16 años y en que yo estaba ahí presente.
 
El señor Moch llevaba siendo mi jefe desde hacía unos meses. Era un hombre respetado por las personas. Su esposa era una mujer muy alegre, carismática y amable. No tenían hijos, por el tiempo que llevaba trabajando con ellos me había dado cuenta que la mujer era infértil.
 
Él era un senador, la mayoría del tiempo pasaba en su oficina, trabajando para algunos políticos con puestos más importantes que el suyo. Tenía mucho dinero, demasiado, ganaba demasiado dinero mensualmente. Yo me había dado cuenta que él hacia negocios turbios con algunos narcotraficantes de la zona, era de esperarse, siempre tenía que haber un político corrupto que los protegiera.
 
Pero tenía que aceptarlo, él no era un hombre malo. Tampoco lo juzgaba por buscar compañía con otras personas que no fueran su esposa. Yo no tenía derecho de juzgar a nadie, ni al señor Moch, ni mucho menos a Harry. 
 
A veces me ponía a pensar en la situación, realmente quería que todo volviera a lo de antes. No teníamos nada, éramos unos pobres niños que tenía que lidiar con sus padres problemáticos, pero eso no importaba porque nos teníamos el uno al otro. 
 
Harry era mi hermano pequeño, siempre me había visto en la necesidad de cuidarlo, de estar con él y de regalarle todo el apoyo posible. No quería seguir viéndolo así. No quería ver como él vendía su cuerpo para poder comer. 
 
Yo quería cuidar de él, quería ganar dinero y compartirlo con él. Todo lo que hacía quería hacerlo por él. 
 
No necesitaba explicar el porqué, pues era demasiado obvio, Harry era lo único bueno que había tenido en mi vida. 
 
Ellos continuaban besándose, riendo y pasando un buen rato mientras que yo sólo buscaba el momento para hablar, no tenía idea hacia donde tenía que llevarlos. 
 
Raspé la garganta para lograr que mi jefe me prestara atención. Él dejó de besar a Harry y me miró. –disculpe señor, ¿a dónde nos dirigimos?- pregunté mirándole por el retrovisor. Intenté no cruzar miradas con Harry. 
 
-Necesito un cajero automático, busca alguno, en alguna gasolinera, un súper mercado o algo así.- noté como metía sus manos entre la entrepierna de mi hermano. –mientras más dinero tenga en el bolsillo, sé que me puede ir mejor.- sonreí tratado de no parecer molesto. Aún seguía sin atreverme a mirar a Harry. 
 
El señor Moch me tomaba como su hombre de confianza. Aunque llevara poco tiempo trabajando con ellos, siempre había sido muy abierto frente a mí, no le importaba que yo lo viera contratando prostitutos, al final del día yo era sólo un simple empleado, no tenía por qué importarle mi opinión. 
 
 Aunque  me estuviera costando demasiado trabajo no mirar hacia atrás, intentaba desviar mis pensamientos hacia otro lado. No quería terminar haciendo algo que demostrara que me ponía mal el hecho de que Harry estuviera ahí. 
 
Siempre había sido así, un hermano posesivo el cual sólo quería que su hermanito estuviera con él. La verdad era que tenía miedo a estar sólo, Harry era la única persona que había tenido en la vida y ahora, yo mismo había terminado de alejarlo de mi. 
 
Traté tanto de retenerlo a mi lado, que sólo logré que él terminara siendo una vergüenza para la sociedad, una basura más. Un chapero. 
 
FLASHBACK *7 años antes* 
 
-¿Lou? ¿Podemos jugar? Estoy aburrido.- mencionó el pequeño Harry a su hermano mayor. 
 
Louis no se encontraba muy contento ese día, la noche anterior había tenido que presenciar como su padre llegaba demasiado borracho a la casa, como le gritaba miles de maldiciones a su madre para después dirigirse hacia él. 
 
Estaba tan molesto porque su padre actuara de esa manera. En esos momentos tenía 12 años y se sentía lo suficientemente maduro como para poder comprender que eso no estaba bien. 
 
Por otro lado, Harry actuaba como si nada de eso hubiera pasado, continuaba pensando sólo en jugar, jugar y más jugar. 
 
-No Harry, yo no quiero jugar nada hoy.- dijo secamente desde el sillón de la sala, sin siquiera mirar a su hermano que en ese entonces tenía 9 años. 
 
-anda Lou, juguemos un tiempo, por favor.- se acercó a él y comenzó a moverlo de un lado hacia otro. –por favor, estoy aburrido, por favor. 
 
Louis lo alejó violentamente de él. –EH DICHO QUE NO HARRY, ¡DÉJAME EN PAZ!- en su mente no había espacio para pensar en juegos. Su cabeza estaba inundada en los recuerdos de los gritos de su padre combinados con el llanto de su madre. 
 
Lo que más le frustraba era saber que su hermanito tenía que presenciar todo eso, odiaba el hecho de que Harry llorara al escuchar a su padre gritar. En realidad, odiaba que Harry llorara por cualquier razón. 
 
El pequeño Harry se quedó en silencio. Dejó de insistir. Miraba a Louis detenidamente, se acercó hasta él y le pasó el brazo por encima de los hombros. Dejó un beso corto sobre la mejilla de Louis y lo miró con una sonrisa. 
 
Louis también lo miró, extrañado por la actitud de Harry, normalmente hubiera esperado que él se pusiera a llorar porque Louis no quería jugar. 
 
-no estés triste hermano.- mencionó sin quitar la sonrisa de sus labios. –papá nos quiere a su manera. 
 
Louis cerró los ojos y recargó su cabeza contra la de Harry. –no quiero ver cómo le grita a mamá, Harry. No me gusta que él grite y gracias a eso tu y mamá lloren. 
 
Harry le dio un apretón en la mejilla, después volvió a darle un besito sobre esta. –no volveré a llorar por eso entonces Lou. Lo prometo. 
 
-no es eso. Sólo que no quiero que él siga arruinando todo. 
 
-Ya no lo va a arruinar, no dejaremos que lo arruine. 
 
El mayor lo miró algo sorprendido por las palabras de su hermano, pero en cierta manera él tenía razón. Ellos tenían en sus manos dejar que su padre continuara arruinándolo todo. Ellos podían simplemente ignorarlo. Se levantó del sillón y tomó a su hermano de la mano. –ven Harry, vamos a jugar. 
 
Harry se levantó brincando de alegría. – ¡SI! ¡Sí! ¡Juguemos al escondite! 
 
Louis lo miró y le fue imposible no sonreír ante la sonrisa del rizado. Ese niño regalaba alegría sin ningún prejuicio, siendo que en realidad su vida estaba llena de carencias y momentos desagradables. 
 
FIN DEL FLASHBACK. 
 
¿Cómo había pasado todo? ¿Cómo era que ahora Harry estaba ahí? ¿En esa situación? ¿Cómo era que todo se había ido a la mierda? 
 
Nosotros ni siquiera podíamos mirarnos a los ojos, ahora ni siquiera podía darle un abrazo sin tener miles de ideas prohibidas en la cabeza. 
 
Le quería tanto, que me costaba a demasiado trabajo expresarlo, le quería de una manera tan poco común, que las únicas palabras que me cruzaban por la mente era la frase "te amo"
 
Los hermanos no utilizan esa frase. Los hermanos no pueden mirarse de la manera en la que yo lo miro a él. 
 
Cuando por fin di con una gasolinera, me desvié del camino para dirigirme hacia ella. 
 
En cierto punto, saber que el señor Moch tenía que darle dinero a Harry para poder besarlo me alegraba. No lo sé, me alegraba saber que era la única manera de que ellos pudieran estar juntos. Por negocio y nada más. 
 
Estacioné el auto a un costado del lugar donde se encontraban los cajeros. –Hemos llegado señor.- hablé. 
 
-de acuerdo. Ya vuelvo por ti.- mencionó a Harry tomándolo de la barbilla y apretándolo levemente. 
 
Lo miré por el espejo y pude notar que él no se encontraba muy feliz con el hecho de tener que quedarse a solas conmigo en el coche. Mi jefe salió del auto. 
 
Nos quedamos en un silencio absoluto. En el ambiente se podía notar que ambos teníamos la necesidad de hablar. Ambos necesitábamos dirigirle la palabra al otro. Tal vez él sólo esperaba que yo hablara, así que decidí hacerlo. 
 
-¿cuánto cobras por cada salida de este tipo?- mi tono de voz había sido poco agradable, pero yo realmente me sentía muy molesto con todo eso. Ni siquiera me atrevía a voltear para mirarle a los ojos. 
 
Tardó unos segundos en contestar. Estaba con la cabeza recargada sobre la ventanilla del choche. –supongo que más de lo que tu ganas toda la semana. Yo follo con él y consigo dinero, tú conduces para él y consigues limosnas. 
 
Eso realmente había sonado muy ofensivo. Yo me estaba ganando la vida dignamente. Yo me estaba matando día a día para lograr conseguir dinero limpio. Mientras que él lo único que hacía era acostarse con hombres y no tener que hacer ningún esfuerzo para ganarse la vida. –prefiero tener esas limosnas, pero tener dignidad, puta de mierda. 
 
-¿dignidad? ¡Por dios Louis! ¡No me vengas a decir que ahora te importa una mierda lo que piense la gente de ti!
 
Me giré para mirarlo. –En realidad me importa una mierda lo que piense la gente de mi, ¡PERO NO LO QUE PIENSEN DE TI!- era la verdad, yo quería que él estuviera bien. 
 
-pues entonces deja de preocuparte por eso.- dijo más tranquilo, sus ojos estaban encima de los míos y lograban que yo sintiera como toda mi piel se erizaba.  
 
-no puedo Harry, realmente no puedo soportar que mi puto jefe te toque. No puedo soportar que nadie te toque. 
 
-Louis, ¡esto no es cuestión de placer! Por dios, yo sólo estoy trabajando. 
 
-¿con mi jefe? ¿Frente de mí? No Harry, por favor.- la verdad era que estaba desesperado. No me importaba tener que mostrarme débil frente a él. Igual, habíamos pasado nuestros momentos más frágiles juntos. 
 
Harry se quedó en silencio y comenzó a negar con la cabeza. -¿¡tratas de decirme que no puedo acostarme con tu jefe, pero si puedo besar a MI HERMANO, tocar a MI HERMANO y tener relaciones con MI HERMANO!?- no me había esperado esas palabras de su parte. No tenía ni siquiera idea de que él pudiera desenterrar esos errores. 
 
No supe que más decir. Harry había encontrado la manera perfecta de dejarme callado. Tenía razón.  Yo no podía pedirle que actuara como una persona decente, cuando yo mismo había sido quien lo había llevado a la perdición, yo había sido quien nos condenó al pecado. 
 
El señor Moch entró de nuevo al auto, volví a mirar hacia enfrente y traté de fingir que nada había pasado. 
 
-Louis, conduce hasta al HolyInn, por favor.- ese lugar era un hotel. Yo los llevaría a su estúpido hotel y me alejaría de ellos por el mayor tiempo posible. 
 
De acuerdo, estaba bien, yo tenía que olvidarme de cualquier cosa que me pasara con Harry, tenía que dejar de pensar en él. Tenía que olvidarme de cualquier cosa que pasó en el pasado y seguir adelante. Si él quería hacerlo, lo aceptaría, dejaría de tomarle importancia, dejaría de preocuparme por él.
 
Pronto yo arranqué el auto de nuevo, volvieron a comenzar a besarse, esta vez Harry hacia más ruidos, al parecer quería que yo me diera cuenta de lo que hacían, quería que yo escuchara cada uno de los suspiros falsos que daba ante las caricias de mi jefe.
 
Y ahí estaba él. Besando a ese hombre, tocándolo. Lo hacía mientras emitía leves sonidos. Yo miraba por el retrovisor del auto y podía notar su mirada sobre mí.
 
Harry estaba besando a otra persona, pero no importaba, en el fondo sabía que yo era el que estaba en sus pensamientos, que mientras ese hombre lo besaba, yo era el único que se mantenía dentro su mente.
 

Sus ojos me lo decía, de eso estaba seguro. No había nadie más en su corazón, nunca había visto nadie más en su corazón que no fuera yo. Harry era mi pequeño y probablemente lo seguiría siendo por siempre. 

Banned Skin (Larry Stylinson)Where stories live. Discover now