Banned Skin (Larry Stylinson)

Capitulo 6

Capitulo 6

Narra Harry.

El lugar donde me habían citado no estaba tan mal.

El hotel era lujoso, justo como a mí me gustaba que fuera. Si tenía que follar con tíos desagradables, unas buenas sábanas disminuían el desagrado.

Yo estaba consciente que no había sido una buena idea asistir a esa cita sin nadie de seguridad cuidándome, pero en realidad estaba tan molesto conmigo mismo, que arriesgarme de esas maneras siempre me hacían sentir un poco de tranquilidad, como si realmente yo mereciera que me lastimaran.

El hecho de que el señor Moch no hubiese podido asistir a la cita de esa noche, sólo me demostraba que Louis estaba dispuesto a hacer lo que tuviera en sus manos para evitar que ese hombre me siguiera viendo.

Comenzaba a sentir enojo reprimido hacia él. Tal vez un enojo que nunca pude sacar al aire y por eso ahora me quemaba tanto el cuerpo.

Siempre había deseado gritarle todo lo demoniaco que sentía hacia él. Quería golpearlo al grado de lastimarlo de manera grave. Quería verlo llorar, de alguna forma, quería verlo llorar por mí, así como yo lo había hecho por él.

La señora Lauren me había dado unas cuantas indicaciones, me dijo que la cita sería con un grupo de franceses, así que no le vi mucho problema en ir yo sólo. Seguramente tendrían sólo unos cuantos años más que yo y no serían peligrosos.

Esperaba en la recepción del lugar, se suponía que recibiría una llamada pidiéndome que subiera hacia alguna habitación, pero ya habían pasado más de 30 minutos y aún no reciba respuesta por parte de los clientes.

No había tardado mucho al prepararme para esa cita, en realidad, ya no quería quedar bien con ningún cliente que no fuera el señor Moch, por ahora él era el único que me interesaba en mantenerlo como cliente frecuente

Esa persona representaba un poco de esperanza para mí, yo sabía que él podría ayudarme de la manera en la que yo buscaba ser ayudado.

En realidad sólo quería estar con alguien que me demostrara un poco de amor, sin importar si lo estaba fingiendo o no. Alguien quien realmente me tratara como la persona que yo era, y no como la puta maldita en la que me había convertido.

Después de 15 minutos más, recibí una llamada de la señora Lauren, avisándome que podía subir a la habitación 157, para ahí, atender a los clientes.

Ella repitió su mensaje de precaución, dijo que al estar en un hotel, cualquier cosa que saliera mal yo podía gritar para pedir ayuda.

Me parecía cómico como esa mujer se preocupaba tanto por nosotros, pero al mismo tiempo era ella la que nos vendía a hombres asquerosos sólo por conseguir dinero rápido.

Dejé de perder el tiempo y me dirigí hacia la habitación en donde estaba citado.

No sentía miedo ni nervios, había hecho eso antes. Había tocado tantas puertas en lugares diferentes, siempre con la esperanza de que el cliente no se tratara de alguien desagradable, muchas veces tenía suerte, muchas veces dios se ponía en mi contra.

Llegué hasta la habitación y toqué la puerta, me arreglé un poco el cabello y después revisé que mi ropa estuviera bien. Esperé un poco más de un minutos para que abrieran y cuando lo hicieron, me encontré con 3 jóvenes aproximadamente de la edad de Louis.

-Hola.- mencioné dándoles una sonrisa, pero sin intentar parecer amable, en esos casos la amabilidad era lo que menos importaba.

Ellos me miraron de arriba hacia abajo, sin mencionar ninguna palabra, después se miraron entre ellos y comenzaron a reír. – Eh bien, je suppose que pas si mal, il ne será pas difficile (Bien, creo que no esta tan mal, no será difícil).- hablaban un idioma que yo ni siquiera pude reconocer, pero por lo que me había informando la señora Lauren supuse que era francés.