Capitulo 5

15.7K 812 72
                                    

Capítulo 5
 
Narra Harry. 
 
Era mañana, la noche anterior no había tenido que trabajar gracias a que el señor Moch me había alquilado por todo el día y la noche. 
 
Era un hombre al que le gustaba demostrar la gran cantidad de dinero que poseía, era de las típicas personas que buscan comprarte con lujos. 
 
Estuvimos en uno de los hoteles más lujosos de Londres, bebimos champagne y terminé dándole lo que quería en el jacuzzi de la habitación. 
 
No había sido difícil, es decir, mi mente estaba totalmente centrada en Louis, es sus ojos, en su cabello, en sus manos. Todo lo que hacía y dejaba que me hiciera era pensando en que era Louis quien lo hacía. 
 
También  tenía que aceptarlo, el señor Moch era demasiado agradable, carismático y llegaba a ser divertido pasar tiempo con él como cliente. 
 
Apenas tenía dos noches de conocerlo, y ya estaba seguro que él sería la persona que me sacaría de esa mierda. Yo lo sabía, había algo en mí que realmente le atraía, algo que hacía que él se sintiera adicto mí, es decir, algo especial. Aunque yo fuera atractivo, era casi imposible que esa fuera la causa de que él me tocara con tanta pasión. Me trataba con una pieza única, con peligro a que me rompiera. 
 
Por otro lado estaba Louis. El hecho que él estuviera siempre cerca de nosotros me intimaba y al mismo tiempo me hacía sentir tranquilo, sentía como si él pudiera protegerme de cualquier peligro, pero también me hacía sentir incómodo que mirara esa situación, a mi teniendo relaciones casi frente a sus ojos. 
 
Esa mañana James y yo habíamos decidido salir al centro comercial, yo quería comprar algunos cambios nuevos de ropa, después de los días que había tenido, tenía bastante dinero para gastarlo en lo que yo quisiera. 
 
Me gustaba ahorrar, sabía que necesitaba hacerlo para así lograr algunos objetivos en la vida, pero también era adicto a la ropa de marca, y de vez en cuando me cumplía esos caprichos. 
 
La señora Lauren estaba encantada con lo que había logrado conseguir del señor Moch, ella se llevaba la mitad de mis ganancias, al final del día mi cuerpo era su mercancía. 
 
Pienso que a veces, después de tanta mierda que recibiste, es normal que las cosas comiencen a ponerse bien. Yo quería que todo estuviera bien, quería sobresalir, tener una vida normal, encontrar el amor de una manera sana. Ser feliz. 
 
¿Saben que era lo que más me aterraba? Que había una parte de mí que me decía que nunca lograría ser feliz sin él.
 
Mientras estaba en la boutique de ropa, no podía sacar de mi mente las palabras de Louis, era una mierda, volver, como si realmente yo lo hubiese necesitado, es decir, lo necesité, pero ahora estaba seguro que podía arreglármelas por mí mismo.
 
Era gracioso, como nadie de esas personas que estaban en el centro comercial podían si quiera pensar a lo que yo me dedicaba. Durante el día todos éramos iguales, personas, sin importar las preferencias sexuales o el empleo que ejercíamos.
 
En realidad, siempre me sentía sucio, de alguna manera todos los estereotipos creados por la sociedad me afectaban demasiado, me hacían sentir menos, aunque las demás personas ni siquiera podían notarlo o saberlo, aun así yo me sentía poca persona junto a todos ellos.
 
James me miraba, al parecer había notado que llevaba una extraña actitud, yo solo miraba la ropa, sin darle importancia alguna, aunque me gustara, no hacia el mínimo intento por probármela para ver como se me veía, estaba desanimado, o tal vez solo cansado.
 
-¿y cómo te fue ayer, Harry?- preguntó James mientras tomaba unas cuantas camisetas y se las colocaba por encima, mirándose en  un espejo.
 
-Bien, en realidad, muy bien.- contesté y le regalé una sonrisa. –Esa te queda muy bien.- hablé sobre la camisa color salmón con la que se miraba al espejo.  
 
Él continúo un rato mirándose. –me alegro Harry, ¿Quién fue tu cliente?
 
-Es nuevo, ninguno de los otros lo ha atendido antes.- me sentí orgulloso al decir eso, pues que la señora Lauren te entregara a un cliente nuevo era motivo suficiente para causar envidia.
 
-¿Crees que debería llevármela? A mí me parece que me hace lucir algo moreno.- se refirió a la camisa, me miró y yo asentí con la cabeza.
 
-en realidad luces muy bien, enserio.
 
-bien, en fin Harry, me pone feliz que la señora Lauren te haya entregado un cliente nuevo, esa es muy buena señal.- se quitó la camisa de encima y comenzó a colocarla de nuevo sobre el gancho. -¿crees que este sea el bueno?
 
-eso espero, llevo más de seis meses trabajando en esto, siento que me quedare atascado si no me voy rápido, como sea, te juro que el año no lo cumplo aquí.
 
-¿te molesta tanto tener que ser prostituto?
 
-no es eso, me molesta no poder hacer lo que yo realmente quiero hacer, y definitivamente tener sexo por dinero no es uno de mis sueños.
 
-Entonces hazlo Harry, lucha por lo que quieres y no dejes que nadie te arrebate tus logros. Espero que ese cliente sea un buen hombre.- James era el único de mis compañeros que realmente no mostraban envidia hacia nadie. Por lo que yo sabía, él había llevado una vida demasiado difícil antes de entrar al burdel, tal vez esa era una de las razones que lo hacían estar completamente agradecido con lo que tenia.
 
-Si, en realidad es una buena persona.- sonreí y comenzamos a caminar hacia el mostrador, al parecer James si compraría la camisa.
 
-¿Tú no te llevaras nada?- negué con la cabeza. –Bien, por cierto, ¿el cliente nuevo del que hablas es el chico guapo de la otra noche?- pensé su pregunta por unos momentos, rápidamente deduje que hablaba de Louis.
 
Llegamos hasta el mostrador y una chica nos atendió, James como siempre, comenzó a hablar con ella, dándole cumplidos y haciéndola sonrojar. Me mantuve en silencio, esperando y rogando por qué él se olvidara de la última pregunta.
 
Cuando pagó su mercancía, salimos del lugar y comenzamos a caminar por el centro comercial. 
 
-¿Vas a comprar otra cosa o ya podemos regresar?- pregunté mientras miraba a través de los mostradores de cristal.
 
-¿tú no compraras nada? Pero ha sido tu idea salir de compras.
 
-lo sé, pero ahora no quiero nada más, se me hace tarde y esta noche eh quedado con el cliente “especial”- aunque eso fuera verdad, no era la verdadera razón por la cual quería regresar, en realidad no quería comprar nada, ahora solo quería regresar a mi habitación y dormir por un largo rato, antes de comenzar de nuevo con la rutina sexual de todas las noches.
 
-oh cierto, no me has respondido, ¿si era el chico guapo o no?- mierda, yo mismo lo había recordado.
 
-¿Cuál chico guapo?- fingí no saber a lo que se refería. –es decir, es guapo, pero no es ningún chico, tampoco es tan viejo, pero sobrepasa los cuarenta años.
 
James pensó por un tiempo, caminábamos hacia la salida del centro comercial para dirigirnos a la parada de autobuses y regresar a nuestro “hogar”. –pero… yo lo eh visto.
 
-¿ver qué?- ahora era verdad, ya no entendía una mierda.
 
-yo eh visto al chico guapo entrar a tu habitación la noche pasada. Estoy seguro.- frenó y me miró. –era joven, como de máximo 20 años.
 
Seguí caminando para que él me siguiera, de alguna manera tendría que explicárselo y parecer lo más normal posible, no quería que James sospechara nada de lo que me pasaba con Louis. –oh, él. Él es mi hermano James, el chico “guapo” al que te referías es mi hermano, Louis.
 
Me miró sorprendido. – ¿tu hermano? ¿Del que me habías hablado?
 
-si.- contesté rápidamente. –Louis ha vuelto, pero en realidad no importa una mierda, solo ha venido para avisarme que está bien.- mentí.
 
Salimos del centro comercial y llegamos a la parada de autobuses. Nos quedamos ahí, esperando a que nuestro autobús correspondiente llegara.
 
-Pues eso es genial, ¿no? Digo, por lo que me habías contado lo querías mucho, supongo que debe ser genial que vuelvas a saber sobre él.- lo miré y sonreí falsamente. – ¿o no lo es?
 
-Claro que lo es. Es genial.- en realidad era la mierda más grande que existía.
 
-bien, tendrás que presentármelo.- él miraba hacia la calle, mirando atento por si el autobús se aproximaba.
 
-¿para qué?- era obvio que no me agradaba esa idea.
 
-pues… es guapísimo, ¿no te agradaría yo como cuñado?- me dedicó una sonrisa para después giñarme el ojo. 
 
-Supongo.- tenía que ser realista, de alguna manera eso tenía que pasar, algún día tendría que ver a Louis salir con otras personas, porque eso era lo normal, lo natural.
 
Llegó el autobús y subimos a él. Pasé el resto del camino en silencio, pensando en las últimas palabras de James. Recordé el pasado, recordé la ilusión con la que Louis me hablaba sobre una familia, él realmente deseaba tener una familia, hacer bien lo que nuestros padres nunca pudieron hacer.
 
FLASHBACK *16 MESES ANTES*
 
Ambos chicos se encontraban sentados sobre el viejo sillón de su casa. Harry mantenía su cabeza recostada sobre el abdomen de Louis mientras miraban la televisión que apenas funcionaba. 
 
Louis acariciaba su cabello suavemente, le gustaba demasiado sentir la suavidad del cuero cabelludo del rizado. También le gustaba estar en esa posición continuamente, sentía como si Harry le diera tranquilidad a su cuerpo.
 
Era miércoles en la noche, ni su madre ni su padre se encontraban en casa, como era de costumbre. 
 
El programa televisivo que miraban era demasiado aburrido, Harry constantemente subía sus manos y molestaba a Louis metiéndolas dentro de su boca. El mayor solo echaba su cabeza hacia atrás para evitar que Harry lo tocara, era una forma de diversión. 
 
-Sabes Lou, toda esa mierda de programación británica ya me tiene cansado, mierda, mierda y más mierda.- se levantó del cuerpo de su hermano y lo miró. –ya no quiero ver eso.
 
-¿y qué quieres ver Harry?- Louis continuaba mirando la televisión sin siquiera prestar atención al rizado.
 
-no lo sé, quiero que me diviertas.- hizo un puchero falso y esperó la reacción de su hermano, que en realidad fue nula. – ¡Louis!
 
-mande Harry…- esta vez sí lo miró.
 
-quiero hacer algo para divertirme, vamos Lou, diviérteme…- se acercó demasiado a su boca, intentando seducirlo.
 
-Harry, no soy tu bufón, ¿sabes?- bufó molesto, rodando los ojos de nuevo hacia la televisión.
 
-¡LOU!- él solía hacer ese tipo de escenas frente a Louis, estaba acostumbrado a lograr que el hiciera lo que le pedía. –Tal vez podemos jugar…- dijo muy bajo, comenzó a acercar su mano lentamente hacia la entrepierna de su hermano. –Al príncipe y la princesa.- Louis saltó del sillón cuando sintió la mano de Harry presionarse en su miembro. 
 
-Es tarde pequeño, mamá debe está por llegar, sabes que no podemos.- durante ese tiempo Louis había estado evitándolo de cualquier manera, algo que antes no hacía. 
 
Harry se quedó en silencio, mirándolo desde el sillón, de alguna manera él comenzaba a comprender que Louis ya no quería tocarlo más. Bajó su cabeza y dio un gran suspiro. –De acuerdo Louis.- su tono de voz estuvo apagado, se había puesto serio.
 
Louis lo notó e inmediatamente trató de compensarlo. –Vamos Harry, sabes a lo que me refiero.- se acercó a él y le acarició la mejilla suavemente.
 
-lo sé… pero yo enserio si quiero.- ambos sabían a lo que se referían, no era la primera vez que hablaban sobre el tema.
 
-No Harry… no se puede y lo sabes, ¿de acuerdo?- se sentó junto a él y lo miró esperando la respuesta del rizado.
 
-y entonces, ¿Por qué antes si se podía?- Louis se quedó en silencio por un largo rato. – ¿Por qué antes si podíamos actuar como realmente queremos actuar?
 
-éramos estúpidos Harry.- se apresuró a contestar. –no sabíamos lo que hacíamos. 
 
-yo si lo sabía y estoy seguro que tu también, ¿o me vas a decir que no?
 
Se miraron por unos segundos en silencio. –Creo que sabes lo que es, por favor pequeño, ya no insistas.- se acercó a su frente y depositó un beso sobre esa parte para después separarse y alejarse hacia su habitación. 
 
Harry sabia las razones, juntos nunca podrían lograr nada, no había ningún futuro para ellos, lo cual era ilógico, porque tampoco habría ningún futuro sin ellos. Se necesitaban, eso era un hecho.
 
FIN DEL FLASHBACK.
 
Bajé la mirada para evitar que James me notara mal, ahora mi vida solo se basaba en continuar hacia adelante, pero, había miles de recuerdos que me amarraban al pasado, recuerdos que simplemente no podía borrar de mi cabeza, recuerdos que me atormentaban día a día. Pero ninguno de esos se podía comparar con el recuerdo de la noche en la que Louis hizo lo que hizo, en realidad, nunca nada se podría comparar con eso, ni siquiera mi  enferma profesión.
 
 
-----------------------------------
 
 
Pasé el resto del día durmiendo, estaba agotado, quería recuperar todas las fuerzas que comúnmente un joven de mi edad tiene.
 
Ese empleo era muy agotador, dormía muy poco y mi cuerpo se desgastaba día a día. 
 
Esa noche no tendría que bailar en el burdel, el señor Moch me había alquilado antes, así que no tenía necesidad de bailar frente a todos esos hombres.
 
Estaba arreglándome en mi habitación, cubriendo con un poco de maquillaje las grandes bolsas de agua que se formaban bajo mis ojos. 
 
Alguien tocó la puerta de mi habitación, pensé que se trataría de alguno de los chicos avisándome que tenía que salir a bailar o algo así, pues seguramente ellos no estarían enterados de que ese día yo no bailaría. 
 
-hola.- mencioné sonriendo al abrir la puerta, se trataba de la señora Lauren.
 
-hola querido.- hice espacio entre la puerta para dejarla pasar. 
 
-¿puedo ayudarla en algo?
 
-sí, veras, el señor Moch ha cancelado esta noche, pero me ha dicho que mañana pasara por ti en la tarde.- elevé las cejas sorprendido, perder un cliente que me había alquilado para toda la noche era mucho dinero. 
 
-¿¡Por qué!?
 
-algo sobre su chofer, creo que tuvo un problema con él, no lo sé, no me dio detalles.- Louis, el estúpido de Louis había hecho algo para evitar que nos viéramos. –pero tengo otro negocio para ti, solo que no es algo muy probable, esta noche todos los de seguridad están ocupados y no quiero mandarte solo.
 
Normalmente cuando hacíamos citas a domicilio, mandaban a una persona de seguridad con nosotros, pues no era muy recomendable ir solos a esos lugares en donde nos veíamos totalmente vulnerables a una agresión. 
 
-no importa, lo haré. No creo que sea tan peligroso, ¿Qué propone?- si Louis me había arruinado la cita de esa noche para evitar que yo estuviera con alguien, no le dejaría cumplirlo.
 
-es en un hotel. El servicio lo requieren unos estudiantes extranjeros, franceses para ser exactos, al parecer quieren un chico para experimentar o divertirse, no creo que sea buena idea que asistas Harry, menos tu solo.- pensé por unos momentos, no sonaba tan mal, al fin y al cabo era estudiantes, no sería peligrosos.
 
-no, está bien, lo haré. Podré controlarlo, no creo que sean peligrosos, además, si estoy en un hotel no pasa nada. 
 
-¿estás seguro? ¿No prefieres esperar a que uno de los de seguridad regrese? Enserio que no quiero exponerte Harry.
 
-No, lo haré, no importa, no pasara nada, llamaré a un taxi.- saqué mi móvil y llamé al sitio de taxis. No estaba dispuesto a perder el sueldo de una noche, a demás, lo que proponía la señora Lauren no sonaba tan peligroso, podría soportarlo, ¿Qué importaba una mierda?
 

Fin de la narración.

Banned Skin (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora