Pero ahí está, quemándolo todo. El vacío que ya hay, es suficiente.

La voz de Sia en la radio me llena los ojos de lágrimas.

¿Estoy aquí? pregunta desgarrándome como a una canción, ¿puede alguien ayudarme?

***

El punto del cual llega toda la información de Little es difícil precisar en cualquier sistema informativo con localizaciones exactas.

La primera de las pistas que he podido localizar al respecto, por lo cual ha sido tan sencillo desestimar sospechas si es que alguna vez las hubo, es que el lugar donde funciona, simplemente no existe en los mapas digitales.

La idea de traer al mundo niños, producto de embriones aparentemente desechados, crioconservados y luego implantados en mujeres olvidadas por el mundo, generaría personas-objeto, es decir, completamente anónimas, al servicio de la perversión de algunos.

Se oye como una película de ciencia ficción, sin embargo, así lo quisiera yo. La ciencia fáctica trae cosas maravillosas, pero hay algunos que, sabiéndose genios, no lo hacen de la mejor manera.

Y quizá yo tampoco lo esté haciendo.

Nada de esto es de manera lícita, y no hago más que arrastrarlo a Nick conmigo. Lo odio por tantos motivos, aunque sé que, si le pasa algo, temo que mi vida podría irse con la de él.

Que un hacker haya descubierto esa clase de negocios, es precisamente el mayor motivo para cazarlo.

Ahora mismo, no estamos yendo en esa dirección, aunque así lo piense mi compañía...

El carácter de extrema confidencialidad en lo que estamos haciendo, nos ha empujado a tener que actuar sin su equipo de seguridad o chofer. Ya sabemos lo sucedido después de Malcolm, aunque seguramente él no es del todo responsable en lo acontecido.

(A propósito de mi viejo guardaespaldas y secuestrador...¿hacia dónde habrá escapado anoche? Una parte de mi no puede dejar de preocuparse, pese a nuestro forcejeo un tanto agresivo.)

Haber traído a Nick en esta dirección, ha sido bajo la consigna de que iríamos hasta la localización del hacker. Debemos llegar a la bahía y luego, mediante transporte marítimo confidencial, tratar de dar con la coordenada que muestra un montón de agua en mi GPS, donde se supone que funciona Little. Por supuesto, donde ningún medio de transporte aéreo podría llegar. Hasta ayer creía que hoy deberíamos tomar un vuelo o algo similar.

Pero si esta es la dirección de Little, ¿por qué es que él aún no se ha alarmado ni ha intentado deshacerse de mí? Después de todo, si lo que quería era sexo, ya lo obtuvo anoche, soy consciente de que siempre trató a las personas como si fuesen descartables.

A menos que esté conduciéndome hacia allá a propósito para que...

—Detén el auto.

Mi voz apenas suena perceptible.

Él se espabila y me observa en un momento ágil mientras sigue conduciendo.

—¿Qué?—murmura.

—Que detengas el auto.

—¿Por qué?

—Busca dónde aparcar. Hazte a una orilla.

—¿Sucede algo?

—¡SÓLO HAZLO!

Finalmente se alarma y maniobra haciendo virar la dirección hacia una orilla hasta dejarnos por fuera de la carretera.

En cuanto coloca el freno, busco rápidamente la manija y abro para salir como si mi vida dependiere de ello. Que en parte, es así.

Carajo, carajo, carajo.

+18 Las Mentiras del JefeWhere stories live. Discover now