EL VINCULO

30. Playa, sorpresas y alcohol

CASSANDRA

Igual a las gélidas temperaturas bajo cero en los glaciares que bordean el Norte, las playas arenosas del Sur - delimitadoras del continente de Incar- son conocidas por su calor asfixiante. Ni siquiera los lobos de sangre caliente tiene la capacidad de sobrevivir más de 2 días seguidos a semejantes temperaturas. Sólo un loco se atrevería a vivir en dichas condiciones; y al parecer tiene nombre y apellidos, y es el líder del Clan de los Renegados.

El sonido de la noche nos envuelve rodeados por la vegetación tropical costera. Trago duro lidiando con la humedad de mi frente. Debemos estar a unos 40 grados una diferencia abismal comparada a los 23 grados de Urbe. Aún así, hemos tenido suerte: esta época del año es la fría en el sureste de Incar  según nos han explicado los chicos. Eso nos está dará algo de tregua en caso de que las cosas no salgan según mi descabellado plan.

Tomo una bocanada de aire sintiendo como calor impregna mi tráquea. Por genética, debería resultarme jodido tenerme en pie ante la hipertermia. Al fin y al cabo, mi metabolismo está preparado para soportar temperatura heladas; no para pasarse el dia tomando el sol en el maldito infierno.

Exacto. Es otra característica biológica entre las dos manadas de lobos del territorio. A lo largo de los años, nuestros clanes, distribuidos cada una en un extremos del continente, se mimetizan con el medio adaptando distintas particularidades físicas para fortalecer nuestra raza. Los lobos del norte se hicieron resistentes al frío. Los lobos del Sur: al calor. O al menos, eso creía hasta ahora, pues algo parece haber cambiado en mi tolerancia térmica.

Tal vez se deba a mi vínculo con Sean pues contrario a mi sangre fría, estoy adaptándome con una sorprendente facilidad a las altas temperaturas. Es fascinante, pienso examinando la capa protectora de sudor que se extiende a lo largo de mi piel desnuda: ¿es posible que mi nueva condición acune ahora - además de mis particularidades físicas - todos los beneficios y atributos pertinentes de los lobos de sangre caliente?

Agachándose junto a mi de cuclillas, Ryo se une a mi escondite interrumpiendo mi monólogo interno y agudiza la vista para analizar el terreno. Estamos muy pegados, pero estoy empezando a pensar que el espacio personal no es algo una cualidad que comprendan mis anfitriones los Sureños. Son de lo más afectuosos entre ellos.

Uniéndome a él en su exploración: distinguimos un grupo de unos quince de chicos y chicas frente a nosotros. Parecen estar celebrando algo: rodeando una enorme fogata de casi un metro de ancho, beben y ríen danzando bajo la espléndida luz de la luna. Genial, pienso para mi, están todos ebrios. La mayoría, son chicos musculosos de unos 20 o 22 años aproximadamente; la etnia deriva entre el gen asiático y el afro descendiente.

Analizo rápidamente los roles jerárquicos que estructurar su grupo. Hay pocas chicas, apenas logro distinguir a unas 4 o 5 y por lo visto, están casi todas vinculadas. O más bien todas, excepto una. Me llama la atención de inmediato. Ajena a la fiesta, la joven de cabello azabache se mantiene en guardia alejada de toda celebración mientras sus compañeros disfrutan despreocupados de la velada.

A simple vista, ella parece ser el único serena para pillarnos. Tuerzo la mirada buscando sus puntos flacos y analizo su complexión. Debe ser un poco más alta que yo, piel morena y ojos rasgados, su cabello cae suelto y desordenado pero acomodado a un lado de su rostro. Cruzada de piernas, apoya su codo en la rodilla marcando sus musculados brazos y piernas ante el mero gesto. Parece preparada para el combate, parece ser la "beta" del clan. Y digo "beta" por qué ninguno de ellos dispone del gen Alpha, por lo tanto, la existencia de un beta sería imposible.

— "Bien, — inicia Ryo reclamando mi atención — el de las rastas de la derecha es HUgh Ssuman. El "líder" de los Renegados... — gesticula con los dedos ante la palabra líder. Fijando mi objetivo en el sujeto que menciona, no le dejo terminar y hecho a correr directa hacia ellos asaltarlos.