18. Celo, hambre y orgullo

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Os advierto he sido aaaa bad girl, duh 😈

***

SEAN

— "También iban a por Laura. — la voz de Wendoline retumba en mi cabeza. — Al parecer pretenden acabar con todos los Alpha para que así los lobos no puedan transformarse... sin veneno no hay peligro para las brujas". — Sorbo la nariz viendo el cuerpo de mi padre tendido sobre la cama.

Nuestro parecido es abrumador, si no fuerza por los 20 años de más cualquiera hubiera dicho que somos hermanos. Fortuna de los genes lobo, nuestro metabolismo luto envejece mucho más lento que la antigua quinta raza. Suspiro tedioso tragándome el orgullo de nuestra relación amor-odio. Tal vez fuera por ese motivo que m tenía tanta rabia. No jamás me perdonaría el haber perdido a mis hermanas por mi culpa.

— Se pondrá bien, Sean. — Wen espera paciente desde el marco de la puerta a que acepte su presencia para entrar. Me tomo unos segundos para recomponerme, analizando su complexión castigada por el paso de los años. Sus ropas son marrón grisáceas. De normal las brujas no solían llevar atuendo pero según Laura, Wendoline quería distinguirse de ellas. Su cabello rizado se precipita en una maraña de bucles blanquecina que le llega a la cintura. Su presencia es afable, distante pero receptiva. Todas las cualidades que me hacen sospechar de toda bruja.

— Lo sé. — suelto intentando aplacar mi preocupación poniéndola a prueba. — ¿Está en las mejores manos, no es cierto? — Me vuelvo atravesandola transmitiéndole mi recelo.

— Así que, no confías en mi...— contesta cautelosa sin torcer el gesto. Su impasividad consigue irritarme.— La verdad es que me sorprende que las brujas supieran donde se encontraba Laura después de su última lucha. ¿No representa que tu te encargaste de ocultar su rastro hasta el Sur?

— Sean... — Mi madre entra en la estancia interrumpiéndonos. Nota enseguida como se disipa la tensión en el ambiente. — Hijo, deberías ir a descansar. Yo me quedo con tu padre.— prosigue acariciándome la espalda antes de sentarse junto a su cónyuge. — Además, Cassandra necesita que la ayudes a sanar con su herida. — Le dedico una media sonrisa asintiendo a su razonamiento. Beso su frente como despedida y me dispongo a salir esquivando a la bruja. — Sean. — suelta justo cuando estoy frente a ella. Me vuelvo sinuoso y me detengo a la espera de que prosiga. Le saco unas dos cabezas por lo menos. — Yo no soy el enemigo. Yo quiero a los Ryan. — Algo en mi chirría al oír como pronuncia su apellido pero intento alejarme de ello marcándome como objetivo ir a por Cassie. — Espero que seas consecuente con tus palabras.

CASSANDRA

No se oye ni un alma en el bosque. La nube oscura se mantiene predominante sobre el cielo, aplacando los rayos de luna que luchan por salir de entre las nubes. Aunque ha parado de llover, la tormenta eléctrica sigue sobresaltándome de tanto en tanto con el recuerdo de las batallas en el Norte. Vamos, concéntrate, Cassandra. Solo es una tormenta.

Un trueno impacta contra la arbolada frente la casa y del sobresalto, noto como mi herida se resquebraja manchando mi pantalón de sangre. — Argg. — Gruño uniéndome la carne con las manos para acelerar la cicatrización. El corte sigue siendo demasiado profundo, a pesar de que ya han pasado horas desde que Sean activó la sanación. Dejo mi cabeza reposar contra el muro de mi tejado cuando un golpe de aire me sacude el cabello impregnando mis fosas nasales con el aroma dulce y cítrico perteneciente a mi vínculo.

"Sean", pienso abriendo los ojos de golpe. — ¿Qué haces aquí arriba? — pregunta él acuclillado frente a mi en la pendiente de mi tejado. — ¿Es que quieres que nos parta un rayo o qué? — Sonrío de lado por la broma a sabiendas de que él no le tiene miedo a que eso suceda. No tiene gracia pero me he imaginándome la situación y si resultaría gracioso verle electrocutado con el pelo pincho. — "Eso no tiene gracia, Ryan" — "Si la tiene para mi, — siseo para llevarle la contraria — Kaena."

EL VINCULOWo Geschichten leben. Entdecke jetzt