16. Autocontrol, ansias y falta de pelo

26.9K 2.2K 73
                                    




CASSANDRA

El inmueble entero tambalea. Es el Director Kaena. — Suéltalo. YA. — ordena con su voz autoritaria y serena. — ¡SEÑOR, QUILLMAN! — Vemos al profesor ponerse tieso ante su rugido Alpha. — Hablaremos sobre esto más tarde... — cabizbajo asiente sin decir palabra. — Cassandra, — casi me caigo del susto al pronunciar mi nombre — acompaña al inconsciente de mi hijo a mi despacho.

Poseída por la vergüenza de Sean, asiento a su padre y busco la mirada de mi compañero para acompañarle en el trayecto.

— Vamos, Sean...

Liberando a Joey a regañadientes, conecta conmigo para luego fulminar al docente y terminar su ronda de muerte en la figura de su padre. Bajo su misma presión sanguínea, me lleno de odio al predecir sus palabras. — Esto no se acaba aquí...

Ofreciéndole su mano a su compañero de clase, le ayuda a incorporarse de nuevo dedicándome unos últimos segundos. Sin decir nada más, sale del gimnasio haciendo uso de su super velocidad dejándonos a todos en la estacada.

Algo traspuesta me quedo allí parada sin lograr procesar tal cantidad de emociones. Tahani se une a mi agarrándome el hombro.

— ¿Tahani estás...? — pregunto trastornada.

— Perfectamente.— contesta sin expresión en el rostro. —  Pero ya has oído al director. Asiento tragando saliva clavando la mirada en la puerta. — No te preocupes por nada aquí, yo me ocupo de este... —  ríe señalando con la cabeza al aún mareado Joey.

Apenas la oigo terminar que salgo disparada al encuentro de mi vínculo. Siguiendo su rastro me planto en las afueras de la academia en menos de 10 segundos. Me freno de golpe derrapando al detectar su rastro. Se diluye en el bosque. Solo me queda una alternativa.

— "Sean, — gruño para mi misma — ¿dónde diablos estás?"

— "Déjame en paz, Cassandra." —Trago saliva apretando los puños compadeciéndome de mi misma ante su testarudez. Quiere que le deje en paz pero el vínculo arde diciendome todo lo contrario.

Este chico es idiota gimo para mi. Me relamo los labios y cojo aire tratando de tranquilizarme. Un soplo de aire fresco alborota el ambiente. Olfateo el aire detectando trazas aromáticas de su esencia y mi pulso se acelera revoloteando mi estómago. Lo tengo, pienso captando su ubicación.  

Luchando entre mi orgullo y la necesidad imperiosa de ir a socorrer su inestabilidad emocional gruño al aire y hecho a correr hacia su nueva dirección.

Esquivo zigzagueando árboles a través para no perder su rastro. Cada vez es más y más intenso y al final, llego a una claro protagonizado por una enorme cascada de agua cristalina.

Es un verdadero espectáculo natural. Me toma unos minutos encontrar al culpable de mi carrera entre tanta belleza. Es su murmullo frustrado lo que me ayuda a ubicarlo.  Tumbado en la orilla del lago boca arriba, farfullea al aire palabras sin sentido como si estuviera hablando con alguien.

— Genial, — suspiro — me he vinculado con un loco...

— NO ESTOY LOCO — gruñe espantando el idílico piar de los pájaros del sonido ambiente. — Te he dicho que me dejarás en paz.

— ¿A sí? — Suelto con la misma prepotencia que él.— Pues el vínculo me dice justamente contrario. Se vuelve para ver centellear mis pupilas a modo de prueba.

— Pues el vínculo se equivoca...— susurra cansado cerrando los ojos.

— Sinceramente, — concluyo cruzandome de brazos ante su escepticismo. —dudo mucho que esta locura pueda "romperse". — comparto mis recuerdos del traspaso de energía de la noche anterior.

Lo oigo suspirar hasta que finalmente se incorpora para quedarse sentado viendo al infinito.

— Tú padre nos ha dicho que fuéramos a su despacho.

— ¿Sí? Bien por él. — ríe con desdén sin mostrar empatía. — Ya puede esperar sentado.

— Tienes que ir. — insisto no dispuesta a entrar en su juego. — Me ha pedido que te llevará.

— ¡JA! — suelta al aire sin mirarme. Vale, me estoy hartando de esto. Con cinco zancadas me planto frente a él quedando a un palmo de su cara.

— ¿QUÉ DIABLOS TE PASA? ¿ERES BIPOLAR O QUÉ? ¿SIEMPRE TE COMPORTAS ASÍ? — Lo veo morderse el labio desviando la mirada.— ¿TE CREES QUE ESTO ES FÁCIL PARA MI?.— Levantándose se da la vuelta para evitar tener que contestarme.— ¿Y AHORA A DÓNDE VAS? ¿TE VAS SIN MÁS Y ME DEJAS AQUÍ? — frena de golpe dándole algo de tregua a mi histeria.— TE ESTÁS COMPORTANDO COMO UN NIÑO PEQUEÑO, ¿LO SABÍAS? — Me mira por encima del hombro sin decir nada. Cansada por lo locura del momento, decido poner fin a este sin sentido y me pongo en marcha para volver al instituto. — Eres un maldito cobarde... —  escupo al llegar a su lado.

Ese comentario hace que me agarra por la muñeca.

— No soy un cobarde — suelta haciéndome girar dejándonos muy cerca el uno del otro. — NO PUEDO CONTROLARLO, ¿VALE?

Mi corazón se acelera retumbado en mis oídos. Nerviosa noto su aliento sobre el mío y mi respiración empieza a entrecortarse.

— Estás en maldito celo, Cassandra...— su voz se torna ronca y nuestras auras empiezan a entremezclar. — Cada día que pase esto se hará más difícil para mi. — gruñe haciendo presión sobre mi piel. Un cosquilleo desciende hasta mi sexo y de pronto sus labios son mi único propósito. — Al igual que a ti....

Viendo sus pupilas dilatarse, Sean me suelta algo descuidado para separarse y recobrar la compostura.

Desestabilizándome siento mis mejillas responder a  la vergüenza. Maldita sea, por mis adentros estaba rezando para me besara.

Analizándome cómplice a mis deseos, rompe el contacto visual al sentir de nuevo mi calor en su bajo abdomen.

— ¡Y por si fuera poco, no puedo transformarme!— Gruñe desesperado dándole una patada a un árbol caído. Intento recobrar el aliento y me abrazo a mí misma desorientada por las oleadas de quemazón del celo.

— Yo.. yo tampoco puedo transformarse... — consigo verbalizar cuando me siento al fin menos mareada.

— ¿Qué...? — susurra denotando el pánico en su tono.

— ¿Crees que tenga que ver con... ? .— pregunto ruborizándome por la culpabilidad .— Quiero decir.. ¿Cuándo fue la última vez que te transformaste?

Lo veo palidecer leyéndome la mente.

— Justo antes de vincularnos.

***


***

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
EL VINCULOWhere stories live. Discover now