capítulo 9

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°Capitulo 9°

~No tienes miedo a empezar de nuevo, tienes miedo a que ocurra otra vez lo mismo~

Los rayos del sol que se colaban por una ventana despertaron a una Miko, que una vez que estuvo completamente despabilada, sonrió, dándose vuelta para encontrarse con... nada.

La desilusión y la decepción era palpables en el bello rostro de la muchacha, que solo volvió a acostarse, apenas se acostó, Kaede entró por la puerta con una taza de té, que de seguro era de algunas yerbas que ayudarían a Kagome, la chica miró con esperanza la entrada, pero su rostro volvió a la desilusión al ver que era la anciana Miko.

-Mi niña, toma esto, te ayudará con los dolores- dijo Kaede, la chica solo asintió ausente, se sentó mientras tomaba la taza entre sus manos y la bebía de a poco.

-Gracias anciana, que hora es?- pregunto tristemente la joven, la anciana se percató de ello, y fruncio un poco el ceño, sabía a que se debía su tristeza, había oído como el Youkai le había dicho que antes que despertara él ya estaría con ella, lamentablemente las palabras que anoche le había dicho lo afectaron bastante.

-Son como las diez mi niña, porqué?- preguntó la anciana, tratando de aclarar si sus pensamientos eran correctos.

-No, por nada,  puedo volver a acostarme?- preguntó la joven, la anciana solo asintió, mientras que la Miko volvía a acostarse, con la mirada perdida en algún punto del techo, la anciana suspiro, ahora mismo iría a busca a ese Youkai, no seria muy difícil, puesto que estaría por los alrededores esperando a que Kagome se recupere.

………………………………………………………………………Mientras tanto en un punto algo alejado *

Un Youkai de mirada impasible se encontraba recostado en una rama alto de un árbol, bajo suyo estaba su fiel sirviente y su protegida, el estaba impasible, aunque por dentro era todo un caos, pensando en lo que Kaede le había dicho la noche anterior, a que se refería que no debía hacer daño a Kagome como Inuyasha lo había hecho?.

Sesshomaru estaba absorto en sus pensamientos, preguntándose porqué le daba un trato tan especial a la Miko; porqué se preocupaba por ella, por que aunque lo negase, en el interior me preocupaba, porque se había alegrado cuando la joven había dicho que no amaba al hanyou?

Y... porqué una incertidumbre lo había envuelto cuando el semi demonio le había dicho que la amaba y ella había acariciado su mejilla?

Acaso pensaba que volvería tras el híbrido? y porque ese pensamiento lo llenaba de tristeza? porque la alegría lo invadió cuando ella lo había nombrado indirectamente su protector y... porque no lo llenaba ser solo su protector?

Eran muchas preguntas y prácticamente ninguna respuesta, como debía responderlas?

Ahí había otra pregunta, el Youkai vagaba en lo mas profundo de su mente, recapacitando acerca de su comportamiento, era tan improbable que esa humana lo haya cambiado tanto, pero merecía la pena, sin duda ella era un alma pura, no había duda en ello, sería acaso esa la causa de sus tan repentinos pensamientos hacia la muchacha? acaso conocer sus penas y hablar con ella la había hecho dueña de sus pensamientos?

No, esa no era la razón, era mucho mas profundo que eso, la chica había escarbado en lo mas profundo de su ser y es que su sabiduría; o al menos la que había mostrado frente a él, lo atraía tan intensamente que aterraba de cierto modo al demonio, y no era una simple atracción; no negaba que la joven era indudablemente hermosa, una digna hija de la tierra, pero esa atracción era mucho mas profunda, no era su exuberante belleza, era su inteligencia, su capacidad de hacerlo sentir bien, su calidez... e innumerables virtudes que no diría puesto que su orgullo estaba ante todo.

Sin darse cuenta pasaron como segundos lo que habían sido horas, sin percatarse de ello, olvidando por completo ir a ver a la poseedora de su mente, divagando en las profundidades de su mente dándose cuenta que la joven jamas desapareció de sus pensamientos, algo que lo frustraba.

-Sesshomaru!- un grito lo hizo sobresaltarse un poco, se removió incomodo y saltó ágilmente al suelo, encontrándose con la anciana Miko que anoche lo había dejado confuso.

-Que quieres Miko?- dijo tranquilamente, sin ese tono de asco tan característico de él al hablar con un humano; un ser infinitamente inferior a él.

-No la fuiste a ver! Sabes lo triste y decepcionada que esta en estos momentos?- dijo la anciana, un apretón surgió en el interior de Youkai, él provocó tristeza y decepción en la joven.

Un sentimiento que jamas había sentido se presentó en su ser; culpa.

Jamas lo había sentido... y no quería volver a sentirlo.

Miró detenidamente a la anciana, se veía que había caminado mucho, se preguntó si solo era para regañarlo, aunque desechó rápido ese absurdo pensamiento, lo hacia para que Kagome se sintiera mejor, aunque no estaba obligado a ir a verla, si sus deseos no eran esos no iría, pero muy en el fondo quería ir y disculparse.

Aquella fémina había puesto su mundo de cabeza en sólo unos días, desde cuando él, Sesshomaru, el lord del Oeste se disculpaba, de verdad que Kagome tenía suerte de que la...

quiera?

No, no era eso, no la quería, él no sentía amor, aunque lo deseara, y si llegaba a querer la Miko estaría condenada, como todos aquellos que él quiso, y acabaron del mismo modo, muertos.

El miedo a que ocurriera lo mismo que en el pasado inundaba su ser de incertidumbre, no querría que nada malo le pasase a Kagome, la decisión mas sensata seria alejarse de ella, pero eso era algo que no querría hacer, solo le quedaba... tomar ese riesgo y asumir las consecuencias.

Aguardando por tiWhere stories live. Discover now