Temporada 4 | Capitulo 5

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- ¿que piensas? - me pregunta Tony pues el nota el como no estaba comiendo nada y también que no dije nada en toda la cena. - si es por la carne que Pepper cocino, se entiende por completo.

- ja-ja muy gracioso. - dice ella lanzando le una papa frita y Morgan ríe. - si quieres te preparó un sándwich o algo diferente, en serio.

- estoy bien Pepper, en verdad. La comida es deliciosa como de costumbre. Lamento no estar comiendo como debería.

- tenemos muffins de banana por si quieres. Son normalmente de postre pero contigo podremos hacer una excepción. - y ahí fue inevitable pensar en Peter y May, esos famosos muffins que siempre me daba en la escuela.

- gracias hermosa pero estoy bien.

...

La cena terminó y le dije a Tony y a Pepper que lo menos que podía hacer era que lavara los platos. Mientras lo hacía, vi la foto de Tony con Peter. Esa foto que fingieron tomarse para que May pensara que había una pasantía  Stark. Pero que lindo era.

Pero me puse a pensar mucho en lo que dijo Ken, yo debía seguir adelante

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Pero me puse a pensar mucho en lo que dijo Ken, yo debía seguir adelante. Darme la idea de que Peter no volvería y ya han pasado años, como quiera si hubiera manera de que el volviera, yo sería mayor y... nada seria igual. Pero que terrible situación.

Así que termine de lavar los platos y fui a la oficina de Tony para despedirme, ya era tarde y lo mejor sería que yo regresara a mi casa. Cuando Pepper y Tony quieren salir, yo siempre me quedo en la habitación de invitados para cuidar de Morgan pero ahorita no era la situación así que estaría mal que me quedara.

Fui para despedirme y veo que estaba viendo en su escritorio la manera de que al viajar en el tiempo, salgan las cosas bien.

- no puede ser.— lo escuche decir y fue ahí cuando noto todo, en verdad se podía, había una probabilidad de que esto saliera del todo bien.

- ¿lo haremos?— no pude evitarlo y lo dije, este me voltea a ver y me habla para mostrarme lo que averiguo.— si funciona.

- no lo sé Alice, no se que hacer. Pero... si hay una probabilidad. ¿Que piensas?

- mierda.— estaba emocionada por la idea de que esto pudiera funcionar.

- mierda.— ambos volteamos al escuchar a alguien detrás nuestro repetir lo que dije, era Morgan. Repito, soy la peor niñera.

- está es una palabra de tu madre, solo ella puede decirla, y Alice.— me tapé la cara de inmediato avergonzada de lo que dije.— ¿quieres una paleta?

- quiero una paleta.— dice ella hermosa.— ven Alice ¿quieres una?

Vamos a la cocina por nuestras tres paletas de fruta para acostar a Morgan mientras se la acaba. Recuerdo cuando tenía la edad de Morgan y mi padre era justamente igual, un amor de persona. Lo extraño demasiado, todavía recuerdo que invitaba a Peter a la casa, que me defendía de cuando mi madre me decía algo de mi manera de vestir o de mis amistades... que horrible es perder a tus personas favoritas en un mismo día. 

- ¿listo? ¿si? ahora ya.— Tony se acaba la paleta de su hija y tan solo suelto una risa.— deja te limpio, esta cabecita va aquí.

- un cuento, Alice.— me dice antes de que saliera de su habitación.

- había una niña que se durmió y fin.— Tony dice pues el pensaba que yo ya tenía que irme.

- oye ese cuento no me gusto.

- no te preocupes Tony, yo le cuento un cuento. Sal, yo en un rato voy con ustedes a despedirme.— este acepta y va con su pequeña para darle un beso en la frente.

- descansa, te amo.

- yo te amo tres millones.— eso fue de lo más tierno. Ver a Peter como un padre fue genial, me alegro de conocer este Tony.

- bien pequeña, ¿como que cuento te gustaría escuchar?— me senté a un lado de ella.— no me se muchos pero puedo intentar.

- cuéntame uno de amor ¿si?— y es que me quede en seco, pensé en decirle algo de una película comedia romántica pero eso se vería algo falso, aunque tampoco creo que me descubra.

- bien, había una vez una chica la cual era algo infeliz, sus días eran aburridos y no había gente de verdad en ella, al menos no cuando entro a una nueva escuela.

- las nuevas escuelas son buenas, haces nuevos amigos.— ella dice.

- tienes razón, mucha razón. Ahí la chica conoció a los que se convirtieron en sus mejores amigos y ¿a quien crees?

- ¡al chico!

- así es, a un chico de lo más lindo y tierno e inteligente. Era Perfecto y fue cuestión de tiempo para que ellos se enamoran.

- y Fin, vivieron felices para siempre.— lamentablemente la vida no es un cuento de hadas. Le acaricie la frente y coloque su cabello que traía en la cara, detrás de la oreja.

- si, eso fue lo qué pasó.— le di ahora yo un beso en la frente y me levante para salir de su habitación.– descansa Morgan.

- adios Alice, te amo.— sentí muy lindo al escucharla decirme eso.

Salí de la habitación y me encuentro con Pepper y Tony platicando en el sofá. Me iba a acercar para despedirme e irme de una vez pero mejor me quede a escuchar lo que decían.

- creo que lo haremos.

- ¿entonces si?— me escuchan y se levantan de inmediato.— Tony ¿me estás diciendo que si lo intentaremos?

- yo solo quiero que... si no llega a funcionar no te desanimes. Has llegado muy lejos con todo este asunto del muchacho para que retrocedamos.

- yo estoy bien, ya me hice la idea de que nada será como antes pero al menos lo quiero aquí con su familia ¿sabes?

- bien. Intentémoslo.

...

En el camino a mi casa la cual estaba lejos ya que yo seguía en la ciudad mi auto se apaga. Demonios, para mi maldita suerte. Lo peor de todo es que me encontraba en medio de la nada y no quería llamar a Tony, no quería decirle que viniera a ayudarme con algo tan estúpido cuando seguramente el ya estaba descansando. Así que lo primero que hice fue llamarle a Ken, pero nada, no me contestaba.

Mi segunda y última opción era Natasha. Mi mamá para nada era una opción pues se enojaría y no creo que venga hasta acá. Así que marque a ella.

- hola Nat... lamento que te moleste en estos momentos. Se que quizá estés ocupadas pero...

- ¿Alice?— era la voz de Steve, que Pena seguramente me equivoqué y marqué otro número que no era.— Nat esta dormida, ¿tu estas bien?

- oh lo siento, en verdad odio molestar pero la batería de mi carro murió y...

- voy para allá.

- pero no te he dicho donde estoy.

- deja salga de aquí y me mandas tu ubicación ¿de acuerdo?

- Gracias Steve.

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