Disclosure [KTH & JJK] PAUSADA(?)

capitulo VI

A las 11 P.M en punto, tres golpes fuertes seguido de algunas patadas resonaron con fuerza entre medio de la música que sonaba por los altavoces del equipo de la sala. Jungkook rodó los ojos, sabía que era Jimin a punto de tirar la puerta abajo como tenía por costumbre cuando lo visitaba.

— ¡Deja de golpear la maldita puerta, ya voy! .— Vocifero mientras luchaba abotonándose el último par de botones de su camisa para luego dirigirse a la puerta.

Al abrirla, Jimin se encontraba apoyado de forma casual contra el marco mirando su reloj de pulsera invisible, miro a jungkook y ambos rompieron en una sonora carcajada.

— Ya pasa adentro, payaso. — le dijo cerrando la puerta y dándole una nalgada amistosa.
— ¡Oye! ¡Este trasero vale caro, así que cuidado con lo que haces! — chilló Jimin sobándose: Jungkook tenía mano pesada.

Jimin jamás fallaba en sorprenderlo, era muy minucioso a la hora de arreglarse para ir a las discotecas. Llevaba los ojos con un maquillaje ahumado en tonos rojizos y terracotas, los labios levemente tintados y un perfume con leves notas frutales y dulces.
A diferencia de Jungkook que solamente había alisado un poco su cabello y se había aplicado un poco de colonia: Jimin era un mundo aparte siempre. Prepararon un par de tragos mientras esperaban a que fuese la hora para irse, mientras tanto el más joven recorría el departamento mirando las fotografías y los libros nuevos que estaban en las repisas del librero que se extendía a lo largo y casi todo el alto de una pared.

Dado que había tenido que mudarse desde Inglaterra y no pensaba volver en un tiempo determinado decidió que sería buena idea llevar la mayor cantidad de cosas que tenía como por ejemplos algunos adornos y fotografías que cuidaba con mucho esmero. Algunas eran de cuando ellos 2 eran pequeños, y las últimas cuando se tuvieron que despedir: Pero entre todas solamente conservaba una sola foto con Hoseok.

Vio como Jimin se reía acariciando las fotografías levemente mientras con su otra mano sostenía una pequeña copa con whisky, hasta que se detuvo en la única que había de Hoseok. Jungkook se acercó a su lado y Jimin lo miro con una expresión entre la sorpresa y la confusión.

— Tienes muchas fotografías, ¿Pero por qué esta es la única que tienes de Hoseok? .— pregunto curioso.
— No lo sé — contesto simplemente—. Hoseok no era amante de las fotografías, las pocas que tengo prefiero conservarlas y no exponerlas en estas repisas. —

Jungkook miro encismado la fotografía; eran ellos 2, sonriendo ampliamente con un pastel de crema con frutillas y algunas velas tenues. Había sido el último cumpleaños que pasaron juntos y decidieron celebrarlo en la comodidad de su departamento solos ya que después de eso Hoseok comenzaría la última de las misiones que tenían asignadas en tanto tiempo.

Jimin levanto la mirada y percibió que Jungkook tenía un aire triste en la mirada, sabía que a pesar de que él aparentaba tener todo bajo control, sus gestos no mentían cuando hablaban acerca del tema: Así que para distraerlo se acercó sigilosamente al equipo de música y levanto el volumen hasta el tope. El otro lo miro extrañado mientras él se dedicaba a bailar de forma sensual y chistosa haciendo que Jungkook sonriera y se acercara a quitarle la copa de la mano.

— ¡Oye que rayos! ¡Dame la copa! — intento gritar sobre la música, para luego quedarse sorprendido cuando Jungkook volvió a llenarla y la tomo completa de un solo trago.

— ¡Tú baila, yo bebo! — le rebato a gritos devolviéndole la copa con otro licor diferente que al principio no pudo reconocer; ya no era whisky, era vodka de frambuesa y esto extrañó a Jimin, "¿Acaso jungkook estaba intentando...?"

Después de un par de tragos más, Jungkook ya sentía un poco los efectos del alcohol, le costaba un poco pensar con claridad y el hecho de haber tomado Vodka solo empeoraba todo un poco más; Sin embargo, a pesar de considerarse a sí mismo como alguien muy resistente, hacía tiempo que no tomaba por lo que había perdido la costumbre. Jimin también ya sentía levemente los efectos, así que después de retocarse un poco el maquillaje en el baño y una leve disputa por propasarse con lo que bebieron, decidieron llamar a un Taxi para dirigirse finalmente a su destino de esa noche: El Euphoria.