IR PARA NO VOLVER

CAPÍTULO 20

Un clavo saca otro clavo.

Cuando mi vista dejó de ser borrosa, vi que era Matt el que me había cojido. Por un instante, pensé que todo el juego era para llevarme, aunque no sabía como se podía haber llevado a la que pilla sin que a nadie le extrañase. No me dio tiempo a pensarlo más porque empezó a hablar:

-Carol, creo que tenemos cosas de las que hablar.-dijo con tono serio, aunque con esa expresión burlona que siempre tenía en la cara. A veces, no sabía si tomarle en serio o no.

Lo que dijo me pilló absolutamente desprevenida, se notó en mi cara, asi que prosiguió hablando:

-Mira, lo que pasó entre nosotros fue precioso, todavía no lo he olvidado del todo. Pero es que Nora me encanta. Y aunque en estos meses que hemos estado separados siguiera hablando contigo, ella ha "ocupado" tu lugar. -dijo marcando las comillas, con tono entrecortado. Se notaba que lo que decía lo decía en serio. - Y bueno, que no quiero que te sientas mal, que yo te sigo queriendo, pero no de la misma manera que antes. No sé lo que sentirás tu, pero bueno, quería dejarlo claro, nada más. -después de una breve pausa, añadió- y el beso fue una despedida, beso amistoso, o algo así. -Su sonrisa burlona ensanchó.

Entonces me puse a pensar aunque sabía que no tenía mucho tiempo. No había pensado mucho en él, no lo habia olvidado, sentía por él, pero era mas amistad que ninguna otra cosa. Éramos novios pero parecíamos más que mejores amigos. Lo que de verdad me afectaría sería perderlo del todo como amigo, perder todo el contacto con él. Yo ya estaba más que acostumbrada a las despedidas.

Analicé todas las ideas que pasaron por mi mente y acabé diciendo:

- Matt, yo creo que ya lo tengo superado. He comprendido que lo nuestro es mas amistad que amor-puse una mueca rara, nunca se me ha dado bien hablar de mis sentimientos- Bueno, que te veo más como un muy buen amigo, ya sabes... Y que lo único que no quiero perder contigo es nuestra amistad, ¿sabes? Por mi perfecto si estás con mi mejor amiga de fuera, pero no os olvideis de mi, ¡y menos en vuestra boda! -dije mientras me reía y le daba un pequeño codazo.

Él se balanceaba mientras reia, me miro con expresión amable y me envolvió en sus brazos. Un abrazo amistoso y cálido.

Cuando me separé de él lo miré a los ojos, fijamente, con mi mirada de: te oculto algo. Él lo pillo al instante, así era mi Matt.

-Venga, suéltalo-dijo, riendo a la vez que a mi se me escapaba una sonrisilla. Intenté parecer seria, pero se quedó en intentos. Despues de un largo silencio interrumpido por alguna que otra risa, acabé confesándoselo:

-Bueno, que me atrae o me gusta Sam. La verdad es que ni lo sé,  es raro, y bien sabes que no me gusta hablar de lo que siento pero me da la sensación de que si lo digo en alto me podré entender, porque la verdad es que ni me entiendo a mi misma.-pareció que escupía las palabras, me salian solas, como cuando estas ebrio y dices todo lo que piensas. Pues lo solté todo.

La cara de Matt no fue la que me esperaba, ni una pizca de sorpresa. Seguía con la expresión burlona de siempre, aunque se le acentuó más aún.

-Anda anda, eso se sabe sólo por como lo miras, venga vamos hacia dentro que nos estamos perdiendo todo.-me cogió por el hombro y me guió hu cabeza hacia la mia, cosa que hacíamos siempre.