IR PARA NO VOLVER

CAPÍTULO 13

Felicidades Carol (1)

Al día siguiente,  28 de Noviembre de 2012, miércoles, mejor conocido como mi 17 cumpleaños, empezó fatal. No me atreví a decirles que era mi cumple.  Sí, serían muy majos y me tratarían genial pero no encontré el momento. Además,  los miércoles salíamos antes de clase y comíamos en casa, por lo cual sólo teníamos un recreo.

La mitad de mi supuesto tiempo libre la pasé en clase,  cojiendo apuntes de naturales. En esa clase ninguno de mis compañeros estaba en el Glee, así que cuando salí me encontré completamente sola en medio del pasillo.

La mayor parte de la otra mitad estuve buscando a mis nuevos amigos hasta que, cuando penas faltaban 5 minutos para que el recreo acabase, caí en que ese tiempo la gente la pasaba en sus respectivos clubes. La segunda parte de muchos patios consistía en eso, pero me enteré despues de vagar por los pasillos un rato que se me hizo eterno.

Me acerqué a el sitio donde ensayaban, una pequeña sala con unas sillas, una pizarra y unos cuantos instrumentos. Nada más entrar Will, el profesor, se me acercó y me pidio que me presentase. Todos los allí presentes me conocían, pero aún así me puse en medio de la sala y dije:

-Hola, soy Carol y nací en un pequeño pueblo situado en Nevada. Mi padre se muda mucho y sin nisiquiera sabiendolo de antemano, me encuentro aqui desde hace apenas 5 días. Mis grandes pasiones son cantar y bailar. Pero que me gusten no significa que se me den bien. -solté una risita en la cual Will me siguió cuando le susurré al oído:"necesitaré clases de baile". Seguí: me encanta la pizza, como a la mayoría de la población y no se que más decir.

Me quede callada. Todos estaban callados. Silencio incómodo. y para el colmo no sabía a dónde mirar hasta que me encontré con los ojos de Sam. Me sonrió y comenzó a aplaudir. Todos los demas le siguieron. Acto seguido y entre todos los aplausos, se pudo distinguir el timbre que indicaba el final del recreo.

Cada uno nos dirigimos a nuestras respectivas taquillas. Mercedes se acercó a mi y me dijo:

-Ahora nos toca Lengua. Por desgracia en esta clase tambien esta una animadora que me cae realmente bien. -dijo con tono irónico.

-Amanda? -le pregunté, y su cara de asco confirmó mis dudas aunque aun así añadió:

-Sí, esa animadora tan maja que es tan amable y atenta.

Nos empezamos a reir. Teniamos el mismo humor, realmente me cayó muy bien Mercedes. Nos dirigimos cada una a su taquilla y nos reencontramos en la puerta de la clase de lengua. Al entrar Amanda me miró con mala cara. Yo acababa de llegar, no le había hecho nada, parecía su reacción normal. Me fastidiaba, pero no iba a dejar que una capulla como ella me arruinase mi cumpleaños.