IR PARA NO VOLVER

CAPÍTULO 6

LO QUE SE CUECE EN LOS CLUBES

Me despisté un solo instante de mis nuevos amigos y ya estaba perdida,  típico en mí.  A veces desearía no ser así,  tan despistada y cotilla al mismo tiempo.  Mientras buscaba la sala de ensayo,  algo parecido a una avalancha de gente que salía de clase me arrolló hacia un pasillo que conducía a las duchas en las que solían estar las animadoras. 

Aprovechando la oportunidad,  ¿Qué mejor cosa que cotillear?  Ninguna; era una pregunta retórica pero a mí personalmente no me gustan así que siempre doy la respuesta.

Me acerqué poquito a poco con cuidado de que no me oyesen. No era ilegal estar ahí si no eras animadora, ni mucho menos, pero no era conveniente si eras nueva y además estabas en el Glee club.
Cuando me acerqué una voz aguda que venía del otro lado de la puerta exclamaba, enfadada:
-No entiendo. ¿Cómo es que Finn prefiere a esa guarra de Rachel antes que a mí?  Con lo buenorro que está... Solo tengo dos opciones,  o quitarle de el medio o liarme con otro.
-¿Tan desesperada estás? - preguntó otra; de voz más grabe. Me pareció la voz de Santana, y dado que esta lo dice todo a la cara y tal y como lo pensaba, sería ella. Continuó. - No lo entiendo muy bien. ¿Lo que quieres ser en esta vida es una zorra de mierda que se lia con el primero que pasa? Vale que no esté de más liarse con alguno que otro que esté buenorro,  pero tia, no me jodas, que Finn tiene novia y tu te liastes la semana pasada con uno del cual estabas "enamorada". Total, que el amor dura un día si te tenemos en cuenta a ti. Yo también soybun poco así,  he de admitirlo, pero si estoy enamorada estoy enamorada y si tiene novio serio, como lo son Finn y Rachel, mejor no meterse.  Lo suyo va en serio.
-No le hables así -le defendió otra animadora,  algún perrito faldero de esos, supongo.
-Ya llegó aquí la defensora,  que no falte. -Dijo Santana. Se notaba que no tenía ganas de discutir solo por su tono. Luego oí unas pisadas que se dirigían hacia la puerta,  así que me aparté y me escondí en el primer sitio que pillé,  que fue detrás de las fregonas,  desgraciadamente.
Se me metió uno de los pelos húmedos de la fregona en la boca, creo que era la cosa más asquerosa que había probado en mi vida, y eso que temgo un trauma de cuando en primaria nos obligaron a comer algas.
Volví a mi posición inicial intentando olvidarme de lo que había entrado en mi boca y de lo que no. Segui escuchando parte de la conversación.  No comentaron nada sobre el discurso de Santana,  era evidente que si no querian más peleas y más gente indignada era mejor dejar zanjado el asunto. Algunas estarían de acuerdo con Santana ya que por lo que dijo, era una guarra, pero sólo por lo dicho en el discurso, yo no soy nadie para juzgarla.
Sólo hablaron del número que iban a hacer en los estatales hasta que otro pequeño grupo de personas salió.  Por las voces que venian de dentro, se quedaron 3, a no ser que alguna se quedara callada.
-¿Tan desesperada estás?, ¿como ha dicho Santana? -preguntó la que antes le había defendido a la de la voz chillona, también conocida por Amanda, co capitana de las animadoras. Me jugaría un ojo a que la que le había defendido,  la que hablaba, era uno de sus muchos perritos falderos.
-No lo estoy, sólo que no entiendo que esté con Rachel, si es una pringada que va al Glee... -Dijo cabreada. -Yo soy mucho mejor partido que ella, en la fiesta de este finde se lo voy a quitar, ya vereis.
-No creo que lo consigas... -Dijo una tercera voz.-Se les ve muy enamorados y felices. Yo no tengo nada contra Rachel,  a veces se pone un poco insoportable pero seguro que en el fondo es maja.
-¿Tu de qué lado estás? -le preguntó Amada, borde.
La otra chica se quedo callada y se hizo un profundo silencio, tam profundo que se podía oír la respiración de cada una de ellas. Temí que ellas me oyesen a mí, tal y como yo les oía a ellas, así que decidí irme sigilosamente.