IR PARA NO VOLVER

CAPÍTULO 9

Visita inesperada

Nada más llegar a casa lo primero que hice fue ir a donde mis padres y darles un beso a cada uno. Mi hermana no se había independizado como yo habría hecho en su situación, pero todavía no había vuelto de la Universidad.

-Cómo ha ido la escuela?  -me pregunto mi padre mientras me alborotaba el pelo.

Me aparté lanzándole una mirada asesina. Él sabía muy bien que no me gustaba que me hiciese eso. Que a pesar de que yo era la más pequeña de la casa,  ya era lo suficientemente mayor como para que no me hiciese ese tipo de chorradas.
A continuación me encogí de hombros, como para no darle importancia,  pero no pude reprimir una sonrisa.

Subí a mi habitación y salté a mi amplia cama. La verdad,  es una de las cosas positivas (pero también puede ser negativa) de mudarse. Nueva casa, nueva habitación. Y esta vez había tenido suerte.  Cómo mi hermana se pasa mucho tiempo fuera y mi padre,  más de lo mismo, me tocó una habitación enorme.  Más grande que la de mis padres, pero sin vestidor.  Lo que más me gustó de mi habitación aparte de la cama, fue el baño. Era una cosa que no había tenido antes y me hizo muy feliz.

Cogí mi móvil y lo encendí,  a la espera de algún mensaje de mis amigos.  Y así fue. 22 memsajes de 2 conversaciones diferentes. En el instituto no les di mi número de teléfono.  No porque no quisiera, sino porque, con tantas cosas de las que hablar,  no encontré el momento.

Cuando los abri me llevé una alegría tremenda. Sólo dos de los mensajes eram de Matt, mientras que los otro 20 eran de Nora.

Bajé corriendo las escaleras que llevaban al salón y empecé a canturrear y gritar por toda la planta baja:

- Nora viene a Lima! Nora viene a Lima!

Mi madre se acercó a mí y me abrazó.  Ella sabía lo mucho que me importaba Nora. Mi padre se puso a imitarme con tono irónico y de burla, pero no pudo resistirse a unirse a nuestro abrazo.

En medio de nuestra pequeña festejación sonó el timbre. 

Me acerqué a la puerta dando saltitos y la abri con una inmensa sonrisa en la cara.

Me sorprendió ver a Sam y a Mercedes esperándome en la puerta junto con Sugar, Blaine y Kurt. Por un momento,pensé que me iba a dar algo por cúmulo de alegría.

-Hemos quedado para tomar un helado y Sam nos ha dicho que vivías aquí.  Te apuntas a nuestro planazo? -dijo Mercedes haciéndome un gesto con la mano,  cómo diciendo que me apuntase.

No dudé ni un segundo. Les pedí que me esperasen un minuto y subí corriendo las escaleras para cojer mi bolso.