42. Toda la noche en la calle

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ALBA POV

Marta cada día está mejor con Paco, el chico de su pueblo con el que está empezando a salir, tanto que se han ido juntos de viaje a Gran Canaria a pasar unos días en la casa de Marilia. Además, se han visto con Damion y África que también son otros dos que están aprovechando las vacaciones al máximo. Nos mandamos fotos a nuestro grupo de WhatsApp para ponernos al día. Julia y Dave envían una tomando una caña y comiendo puntillitas en algún lugar de Cádiz.

Conduzco por la autopista en dirección sur con las gafas de sol puestas. Natalia, sentada a mi lado, trastea con su móvil para que suene su lista de reproducción en la radio del coche de mi madre. Me cuenta lo que van escribiendo nuestros amigos y me graba conduciendo para mandarles contenido.

El sol calienta con ganas, julio es caluroso en la costa valenciana así que es obligatorio poner el aire acondicionado. Dos maletas pequeñas ocupan el maletero y nuestros bolsos playeros en los asientos de atrás huelen a crema de protección solar.

-Buah, esa me encanta. –Le digo a Nat cuando al fin ha conseguido poner su música y me pongo a tararear Sweater Weather de The Neighbourhood.

Ella canta conmigo.

One love, two mouths
One love, one house
No shirt, no blouse

-¿Cuándo me vas a decir dónde me llevas? –Me pregunta picándome levantando las comisuras de sus labios en una pequeña sonrisa.

-Eres súper impaciente, Natalia Lacunza. –Le respondo echándole una mirada rápida.

-¿Vamos a Elche?

-No te pienso dar ninguna pista, pero no, a Elche sí que no vamos...

-¡Hala! Ya pensaba que iba a ver a la Rafi. –Me dice en una mueca tristona y yo me río.

-¿El concepto que tienes tú de finde romántico es con tu suegra, Natalia? –Le digo entre risas y hago que ella también se ría. –¡Pero si hablas ya más tú con ella que yo!

-Me encanta la Rafi, Alba, no me escondo. –Me contesta divertida. –Siempre me dice cosas buenas.

-Le encantas, es la verdad. -Le digo mirándola y ella se sonroja.

Alrededor de una hora después de viaje llegamos al que es nuestro primer destino del finde. Cojo la salida de la autopista de Ondara dirección a Dénia. No hay lugares que me gusten más que las ciudades portuarias. La capital de la comarca de la Marina Alta es un sitio con encanto.

-¿Dénia? –Pregunta Nat mientras nos adentramos en la ciudad de la costa alicantina.

-¿Has cogido todo lo que te he dicho? –Le pregunto sonriente.

-Sí, cosas de playa, cosas de hacer deporte y algo mono para que me lleves a un sitio cuqui.

-Vale, muy bien Natinat. –Siento cómo me mira de reojo pero estoy dispuesta a no soltar ni media palabra acerca del finde.

-Albi...

-Eres tan bonita cuando refunfuñas. –Y Nat estalla en una carcajada que es música para mis oídos.

Una vez aparcado el coche en un parking cerca de la estación de tren, andamos arrastrando las maletas por el casco antiguo de la ciudad. El hotel está situado en una calle céntrica, adoquinada y peatonal, repleta de bares y restaurantes.

 El hotel está situado en una calle céntrica, adoquinada y peatonal, repleta de bares y restaurantes

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De ti, de mí, del mundo. (Albalia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora