2. Yours to break

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ALBA POV

Vuelta a empezar. Curso nuevo. Este iba a ser mi último curso y no podía empezar peor, con el corazón hecho trocitos.

Había conocido a Esther dos cursos atrás.

Entre muchas de las cosas a las que me dedico mientras estoy en Valencia, destaca mi pasión por lo que estudio, Bellas Artes. Paso un montón de horas en la salita que tenemos en la residencia para pintar, con todos los materiales disponibles y un montón de luz. Es uno de mis lugares favoritos de este viejo edificio. María y yo, que además de vivir juntas, estudiamos juntas, pasamos una gran cantidad de horas frente a nuestros lienzos con Spotify de fondo.

Además, me he ido sacando asignaturas de Psicología por la UOC, de manera online. Me gusta entender a las personas. Y si todo eso fuera poco, soy la capitana del equipo de fútbol sala de mi residencia universitaria. Jugar me chifla, competir saca lo mejor de mí y capitanear a mis compañeras me hace muy feliz.

Pues bien, conocí a Esther en un partido en el que nos enfrentamos y la muy cabrona me invito con todo su descaro a tomar unas cervezas después. Dos años desde entonces, de una relación que creía especial, de un montón de momentos compartidos.

Y es que para mí no es fácil dar el paso para empezar algo serio con alguien. Tengo que estar súper segura de que tenemos algo cien por cien real. Cualquiera no conoce a mi gata Queen. Tampoco cualquiera entra en mi casa. Por suerte, mi madre, la Rafi, siempre ha sido un apoyo fundamental y ha querido a Esther casi como si fuera su hija. Vaya decepción nos llevamos todas. No es que me dejara de un día para otro porque cree que mi carrera no tiene futuro, que no tendré salidas en cuanto acabe este curso y me gradue, es que encima cree que pierdo el tiempo con psicología, con el fútbol, con la música... todo de golpe y sin anestesia.

¡Acabábamos de pasar una semana por Mallorca juntas!

Es como si una apisonadora hubiera aplastado mi alma.

Es algo aquí dentro, entre el pecho, la espalda y el estómago. Algo que está ahí. Como no sé exactamente qué es, he supuesto que debe ser mi alma. Se ha quedado así como aplastada. A veces brotan lágrimas y a veces sólo silencio.

¿Qué pasa cuando te apisonan el alma? ¿Cuánto tiempo va a durar esta sensación?

María, con una hoja en la mano, llamó a mi puerta sacándome del trance.

NATALIA POV

-Empiezo farmacia – Le dije al chico que tenía sentado justo a mi lado.

Damion y yo habíamos coincidido en el comedor la primera noche. Estos primeros días cenaba a su lado. Era un tipo tímido pero me transmitía mucha paz. Estuvimos hablando de dónde éramos y cómo habíamos elegido estudiar en Valencia. Poco a poco también hablábamos de aficiones e intereses.

-Te pega, tienes pinta de científica –Sonrió.

-¿Qué voy a tener pinta de científica? –Solté un bufido ante su ocurrencia aunque no pude evitar reír.

-Yo ya sabes, he empezado matemáticas. ¿Estás en el Campus de Burjassot? – Negué. -Voy al CEU, ya sabes, la universidad privada -Contesté mientras soltaba un suspiro.

–Pero podríamos ir en el mismo tranvía, ¿no?

-Pues estaría genial, Damion. Así me evito el paseo sola hasta allí. Y me puedes seguir contando lo mucho que te gusta Ed Sheeran.

-Por cierto, Natalia, he visto que aquí en la residencia organizan un montón de actividades, hay unas clases de guitarra a las que me gustaría apuntarme.

-¿Dónde puedo ver eso? Que lo de la guitarra suena genial, ¿qué más hay?

-Mira, está en aquel tablón, donde las dos chicas rubias. – Me dijo mientras señalaba a mi espalda.


Gracias por leer.

De ti, de mí, del mundo. (Albalia)Where stories live. Discover now