10. Fast Car

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NATALIA POV

Cada vez pienso más en Alba y menos en Maik.

Y esto me aterra. No creo que Alba piense en mí ni la mitad que pienso yo en ella.

Y Maik... ¿Qué hago con Maik?

Es verdad que no hablamos a todas horas pero sé que él está esperando que yo dé un paso y le confirme nuestra relación. Lo voy aplazando con la excusa de vernos cara a cara. No cabe duda de que le tengo cariño, pero es que entre que hay cosas que no me acaban de convencer y que ahora me paso los días esperando cruzarme con Alba por el pasillo o el comedor... ¡Vaya locura!

El viernes amanecí eufórica tras pasar la tarde entera con Alba. Me costó dormirme de emoción. Vi nuestra foto juntas unas 200 veces. La mañana fue de mucho ajetreo entre las prácticas en el laboratorio y las clases. Por la tarde teníamos partido y estaba tan arriba que marqué dos goles. La adrenalina que corría por mis venas desde que Alba me pidió que fuera con ella no me abandonaba. Estoy exultante.

Después del partido fuimos a tomar cervezas y las chicas me daban la enhorabuena por el partido. Alba se fue muy pronto, apenas picó algo de comida y casi no pude interactuar con ella. La tarde anterior por Benimaclet me había mostrado a una Alba distraída, sonriente, concentrada en su trabajo fotográfico, muy maja conmigo. Se le había disipado esa tristeza en sus ojos.

Pero hoy, tras el partido, sus increíbles ojos color miel volvían a estar teñidos de una oscuridad que los entristecía. Me preguntaba por qué y al mismo tiempo no me atrevía a buscar esa respuesta en ella. No quería entrometerme en algo que no fuese de mi incumbencia.

-Chavalas, escuchadme un momento. –Llamó nuestra atención Julia mientras estábamos sentadas alrededor de dos mesas en el Phen y la cerveza fría bajaba por nuestras gargantas. –El próximo partido tenemos que ganarlo sí o sí.

-Sí, por nuestra capitana. –Sabela se unió a la petición de la gaditana.

-¡Por nuestra Furby! –Gritó María alzando el botellín de cerveza. –Me hizo reír pensar que ese mote era por Alba.

-A muerte a por ellas, ¿vale? Démosle al menos esa alegría a Alba. –Insistió Julia.

Marta y yo no entendíamos muy bien por qué era tan importante ese partido para Alba, pero brindábamos con el resto de chicas.

-Será un día duro para ella pero si permanecemos unidas la haremos sentir mejor. –Apuntó Vicky.

Me estaba pudiendo la curiosidad y no dejaba de buscar en la mirada de ellas alguna respuesta.

-Más piña que nunca, más "A ganar" que nunca, ¿sí? – Finalizó Noelia.

"A ganar" era nuestro grito de guerra antes de cada partido. María me miró y notó lo perdida que estaba.

-El próximo partido tiene una carga emocional importante para Alba, es una larga historia, pero seguro que si sigues metiendo goles le alegrarás el día. –Me dice guiñando un ojo y chocando su cerveza contra la mía.

Si en mi mano está hacer feliz a Alba Reche que no dude de que me esforzaré al máximo.

ALBA POV

-Hacía tiempo que no me sentía tan a gusto. –Le digo. –Creo que han sido las primeras horas en las que no he pensado ni un segundo en Esther.

María me mira con una media sonrisa en su cara. Es el jueves después de cenar. Me he pasado la tarde haciendo fotos para el trabajo y me he subido con ella para devolverle la cámara.

-¿Y cuánta culpa tiene ella en esto? –Me interroga con su sonrisa cada vez más grande.

-¿Natalia? –Hago una pausa. -Toda. –Le confieso. Noto como mis mejillas cogen color.

De ti, de mí, del mundo. (Albalia)Where stories live. Discover now