Todos se retiran de allí y una vez han salido, Tom silba.

-Te has puesto intensito.

-No se puede acusar al 'tun tun'. -digo dándome la vuelta para irme de vuelta al despacho.

-No te ablandes con esa chica, tío. -dice Robert. Yo lo miro de reojo mientras me sigue.

-No me ablando con ella. No podéis negarme que tengo razón. -los miro. -No podemos equivocarnos.

-Todo apunta a ella... -murmura Tom con una mueca.

-¿Cómo lo apuñalo si la chica tiene la misma fuerza que un chiuaua? ¿Cómo se golpeó así la cabeza? ¿Por qué el cuchillo estaba en su lado izquierdo si ella es diestra? No me cuadra nada y aunque nadie quiera hacerme caso, sé que Blanca no mató a ese tío. No sabéis como de mal se sintió cuando la llevé al motel y vio la sangre.

******

Me he pasado toda la mañana con Thiago, el forense, intentando averiguar cosas cobre la muerte de Kevin. Todo lo que creía, me lo ha ido desmontando al momento. Creí que Blanca no podría apuñalar a nadie con tanta brutalidad pero Thiago me ha demostrado que la adrenalina saca toda la fuerza que tienes; creía que no se abría golpeado la cabeza al caer, sino que alguien la empujaría, pero no, tras las fotos que me enseñó de como encontraron a Blanca, demuestra que si se hizo daño por la caída; Creí que no podría haber apuñalado porque el cuchillo estaba en el lado izquierdo, pero me ha desmontado todo cuando me ha dicho que el cuchillo cayó claramente desde otro punto.

Cada vez se me pone más complicado, más se le pone a Blanca. Quiero pensar que no ha sido ella, más que nada porque veo la bondad que alberga, la tristeza que siente al no recordar quién es, nada.

Por la tarde, después de almorzar, voy al piso de protección. Saludo a los oficiales de turno y subo al piso. Llamo a la puerta y a los pocos segundos me abre Blanca. Va vestida con un short de pijama, una camiseta de tirantes a juego y unos calcetines largos hasta las rodillas de color gris.

-Hola, Wade. -saluda con una leve sonrisa.

-Blanca. ¿Puedo...?

-Oh, claro. Lo siento.

Entro en el departamento y veo como el libro de "La ladrona de libros" está encima del sofá abierto. Ella lo coge, mete dentro un papel en blanco y lo cierra, dejándolo encima de la mesa.

-Estaba leyendo. -dice sonriendo un poco. Yo sonrío también.

-¿Y qué te parece?

-Bien de momento. Gracias de nuevo, me aburriría como una ostra si no tuviera un libro.

-Siéntate. -pido señalando el sofá. Ella se sienta y yo me siento a su lado.

-¿Pasó algo? -pregunta con un poco de miedo en su voz.

-La familia de Kevin, el chico que... bueno, el chico asesinado, ha venido al departamento de policía. -expico. Ella asiente poco a poco con su cabeza. -Quieren verte en la cárcel y creo que no pararán hasta conseguirlo. No parece gente muy... legal. Uno de ellos llevaba un cuchillo en la bota, así que...

-Oh, Dios mío. -susurra mirándome asustada. -Van a matarme. Van a matarme y yo sin saber nada de mí.

-No van a matarte, Blanca. -digo poniendo mi mano en su rodilla. Ella me mira a los ojos, con clara preocupación. -Veré a ver si te pueden poner más protección. Nos haces mucha falta.

Ella asiente con la cabeza y suspira.

-He recordado algo creo. Bueno, lo soñé.

-¿De verdad? -pregunto mirándola sorprendido. Ella asiente con la cabeza. -Cuéntame.

Cuestión de memoria {FBTNY #2} ©Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ