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Ayer me pedí la mañana libre para hoy pues no quiero dejar que Blanca coja un taxi sola y se vaya al aeropuerto, sola. No. Ya que no la voy a ver en un mes y Dios sepa si no más, quiero acompañarla yo y despedirme bien de ella. Ayer, que era mi día libre, la pasamos con mis amigos y mi familia, incluyendo a Kim y Spencer, para que se despidieran de mi chica aunque es probable que Kim y Spen la vean en poco pues suelen ir a Barcelona porque Kim tiene familia allí. Me dijeron que tenían que ir a mediados de junio, en dos o tres semanas.

Ahora mismo estamos ambos en el aeropuerto, en las sillas que hay delante del primer control que debe pasar por lo que no podré ir con ella. Hemos decidido venir mucho antes para que, aparte le diera tiempo de sobras a facturar su equipaje y de más, pudiéramos despedirnos y estar un rato más juntos. Blanca está sentada en mis piernas, abrazándome por el cuello y con su rostro escondido en él.

-Pasará rápido. -susurra. No sé si para convencerse a ella o a mí.

-Lo sé, cariño. Lo espero.

-Tu te mantendrás ocupado investigando asesinatos y yo bailando. Aunque reconozco que voy a pensar un poco en ti. -murmura separando su rostro de mi cuello para poder verme a los ojos. Los suyos estás aguados.

-Quiero que me mandes fotos tuyas para poder verte, tus vídeos bailando... Hagamos como si no te hubieras ido. -pido en un susurro. Ella sonríe apoyando su frente en la mía con los ojos cerrados.

-¿Comeremos juntos tacos todos los sábados, desayunaremos café y veremos un capítulo de "The 100" cada noche después de la cena? -susurra y sé que está sonriendo.

-Lo necesito. -murmuro. Besa mis labios de una forma jodidamente lenta y suave, haciéndonos suspirar a ambos.

-No nos coinciden las horas, amor. Cuando yo esté cenando, aquí serán las cinco de la tarde. Cuando me vaya a dormir, tu estarás apunto de cenar. Cuando yo desayune, tú seguirás durmiendo.

-De igual forma, si no lo hacemos juntos, al menos lo hacemos.

-Trato hecho. -susurra con una sonrisa. -Será mejor que me vaya ya, Wade.

-No, aún quedan dos horas para tu vuelo. -murmuro abrazádola fuerte. Ella se ríe un poco.

-No podré entrar en el país nunca más.

Yo la suelto haciéndola reír y nos levantamos juntos. Se cuelga su mochila que es el equipaje de mano que lleva, después lleva dos maletas más que son las que tiene que facturar. Blanca me abraza fuerte por la cintura y yo la abrazo de igual forma.

-Te voy a echar de menos. -musita. Yo acaricio su espalda.

-Y yo a ti, Blanca. No sabes cuánto. -susurro en su oído.

Ella se separa un poco de mí con sus ojos aguados y una lágrima que borro con mis dedos de su mejilla. Blanca me sonríe un poco y se pone de puntillas, con sus manos en mi nuca y sus labios unidos a los míos.

-Ojalá todas las pérdidas de memoria trajeran a personas como tú, Wade. -susurra en mis labios.

Vuelvo a besarla la mejor manera que puedo para transmitirle lo que la voy a echar de menos y lo que la necesito y cuando nos separamos, ella coge sus maletas. La acompaño justo hasta el cordón que debe pasar y la vuelvo a atraer a mí para besarla de nuevo.

-Un mes. -me susurra.

-Un mes.

******

A las siete de la tarde, cuando salgo del trabajo, miro el teléfono una y otra vez. Hace media hora que Blanca debería haber llegado y no he recibido ni una llamada, ni un mensaje, nada. Frustrado, me doy una ducha cuando llego a casa y me hago una pizza que tengo en el congelador. Me siento en la barra esperando a recibir algo con mi móvil en la mano. Entonces entro en Instagram y la veo.

Cuestión de memoria {FBTNY #2} ©Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt