Liberame - Aristemo ✨

Parte 8

"Siéntate" dijo Aristóteles mientras palmeaba la tapa del servicio sanitario. Obediente, Temo caminó despacio y tomó asiento.

Ari caminó hacia el gabinete que estaba sobre el lavabo y sacó algodón y una pomada que una vez su madre le aplicó para un golpe. Sacó también un enjuague bucal y se enjuagó la boca; después de vomitar, su madre le había pasado una botella de agua para que lo hiciera, pero no había sido suficiente.

"Quítate la camisa" dijo Ari cuando tenía el algodón y la pomada en sus manos. Cuauhtémoc abrió sus ojos como platos mientras se quitaba con lentitud la prenda. Un sonrojó subió por las mejillas de Aristóteles cuando vió la piel bronceada revelarse.

Despacio, Ari se acercó a Temo y se colocó frente a su espalda. Los moretones se veían aún más dolorosos al tenerlo tan cerca. Con un suspiro, echó un poco de la pomada en el algodón y lo presionó con suavidad en la piel de Temo. El ojimiel saltó un poco al sentir el contacto.

"Prometo que no te va a doler" dijo Aristóteles mientras rozaba los moretones con el algodón "De hecho, te va a refrescar la piel y te va a aliviar."

"Es sólo..." empezó a decir Temo pero se interrumpió. Ari murmuró un pequeño "mmh" para hacerle saber que podía seguir "Es sólo que está frío..." 

Tras escucharlo, Aristóteles rozó sus dedos por la piel del ojimiel y notó que estaba muy caliente.

"¿Tienes más... golpes en alguna otra parte?" preguntó Ari cuando terminó de aplicar la pomada. Cuauhtémoc se quedó quieto unos instantes y luego asintió con su cabeza "¿Me mostrarías donde?"

Temo se levantó despacio y Ari notó que estaba sonrojado.

Entendió porque estaba sonrojado cuando lo vió bajándose los pantalones.

Antes de que Aristóteles se pudiera sonrojar o reaccionar al hecho de que tenía a un chico atractivo en boxer en el baño, vió como las piernas del ojimiel estaban forradas con salvajes moretones y raspones.

"Por Dios, Temo" susurró Ari, con sus ojos sellados en las lastimadas piernas "¿Qué mierdas te hicieron?"

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Aquí había una N.A. pero te la perdiste, lo siento, sigue leyendo ❤️