Capitulo 33

10.9K 800 142
                                    

Les he traido un capitulo para calmar esa ansiedad jaja

Tengo una pregunta ¿Cuál creen que es el regalo que Jess tiene para Caleb?  :)

Espero les guste!! Saluditos

 

***************************************************************************

Caminamos escaleras arriba hacia mi habitación, Caleb se detuvo en el umbral y le hice señas para que se sentara a mi lado. Cerró la puerta a su espalda y en dos zancadas estuvo junto a mí. Tomé las piezas que tenía guardadas como un tesoro dentro de mi caja musical y comencé a armar el puzle. La imagen era la de un corazón y con cada pieza se formó una frase.

«Decirte que eres dueña de mi corazón no alcanzaba, así que aquí lo tienes, plasmado en un papel y listo para que puedas unir sus piezas. Porque sin ti, estaría roto»

Ahogué un sollozo y supe que si no hubiese estado completamente enamorada, en ese momento lo estaría. Todo lo que él había hecho fueron gestos románticos que nunca nadie había tenido para conmigo. Sin pensármelo dos veces me arroje a sus brazos, provocando que su espalda golpeara la cama. Me senté a horcajadas y comencé a besarlo. Me sentía poseída, una emoción embargaba mi cuerpo y las palabras que tenía guardadas en mi corazón golpeaban por salir.

Él me sostuvo con sus manos en mi cintura, mientras mi boca asaltaba la suya. Necesitaba ese grado de intimidad, sentirlo debajo de mí, acariciando con la yema de sus dedos la piel que mi vestido arrugado comenzaba a dejar ver. Ahogué un gemido cuando me encontré con sus dedos repasando el borde del sostén, sabía que Calen no daría ni un paso en falso si yo no se lo permitía y en esos momentos me sentí atrevida. Me incorporé y antes de darle tiempo a reaccionar, quité el vestido por mi cabeza.

Su pecho subió y bajó con rapidez, aplané mi mano sobre su corazón y su ágil golpeteo me animó más. Tomé el dobladillo de su camiseta y él se movió un poco para que pudiera quitársela. Cuando cayó nuevamente sobre la cama, pegué nuestros cuerpos de modo que su piel y la mía se fundieran en una. Me tomó del rostro y me besó de una manera desesperada, mientras yo me dejaba hacer.

Me moví sobre sus piernas y él jadeó contra mi boca, nuestros centros estaban alineados y podía sentir su emoción latir contra mí.

—Jess, estás matándome —susurró mientras cambiaba mi boca por mi cuello.

Me sentía afiebrada, todo mi cuerpo reclamaba sus caricias para aliviar la quemazón. Jamás había sentido algo igual y estaba segura que no era solo él quien estaba muriendo.

—Caleb… no sé… yo… —balbuceaba palabras al azar, incapaz de hilar una frase coherente.

Sentirlo presionar contra mis bragas estaban haciendo que mis ojos giraran en sus órbitas. Solté un gemido ahogado cuando de un momento a otro su cuerpo estaba cubriendo el mío, tapando cada centímetro de mí y asaltando mi piel con sus manos. Se coló entre mis piernas, mientras yo clavaba mis pies en su espalda. Gruñó cuando un vaivén provocó que se presionara contra mí nuevamente y devoró mi boca, necesitado por el contacto.

—Por Dios, Jess. Tenemos que parar —jadeó cuando alcé mis caderas para salir a su encuentro.

Mi cordura estaba empañada por la lujuria del momento, ladeé mi cabeza hasta dar con su cuello y succione, dejando mi marca en su piel. Él soltó la respiración y se alejó, incorporándose para mantener su distancia. Me apoyé sobre mis codos y noté sus ojos oscurecidos por el momento libidinoso que acabábamos de vivir. Pasó las manos por su rostro y tomó un hondo suspiro. Me quedé estupefacta, sin saber cómo reaccionar. En un momento estaba meciéndose contra mi y al otro se alejaba como si yo tuviese una enfermedad contagiosa. La duda me asaltó y me llevó a preguntar si él me deseaba.

Irresistiblemente ImposibleOnde histórias criam vida. Descubra agora