Irresistiblemente Imposible

Capitulo 8

Holaa!! aqui esta el nuevo capitulo, gracias por la espera, el aguante y por leer!..

me animan a seguir..

Espero les guste... saludos

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Cuando creí que se separaría, aferró mi cintura con una de sus manos y me atrajo hacia su cuerpo. Su boca cubrió la mía con un hambre devoradora, me besó con necesidad, saboreando mis labios. Nuestras bocas bailaban al unísono el más dulce soneto amoroso, descubriéndose, necesitándose. Me deleité en la forma en que su lengua buscaba la mía, adentrándose a su encuentro.

Fue un beso imposible de olvidar, un beso deseado, ansiado. Necesitaba de mi respiración pero no estaba dispuesta a separarme. Después del íntimo contacto de nuestros labios, abrí los ojos. Él había apoyado su frente contra la mía. Ambos respirábamos con dificultad, y no queríamos pronunciar palabra alguna, para no interrumpir el mágico momento.

 La luz se encendió y la voz de mi padre sonó detrás de la puerta

—Jessie, ¿eres tú?

Agradecí silenciosamente la intervención divina que evitó un incómodo momento.

—Sí, papá. Dejé mis llaves en el auto de Josh —respondí, manteniendo una prudente distancia de Caleb.

Cuando mi padre abrió la puerta, nos observó. Yo estaba completamente mojada, y Caleb tenía una expresión perturbada en su rostro. Pero con sus manos en los bolsillos, parecía un chico bueno, de esos que no mataban ni una mosca. Nadie imaginaría que minutos atrás estaba devorando mi boca sin remordimientos.

Corrí, literalmente, hacia mi habitación. Después de despojarme de la ropa húmeda, me dejé caer en mi cama. Mientras miraba el blanco techo, mi conciencia comenzó atormentarme. No era correcto besarse con el ex de una amiga. Sin poder contenerlos, los sollozos escaparon de mí. La culpa estaba carcomiéndome, ¿cómo haría para mirar a Cassidy a los ojos?

Me dormí, sucumbiendo al desesperado sentimiento de traición que aumentaba en mi interior, a medida que transcurrían las horas. Al despertar, lucía como si no hubiese descansado por días. Mis ojos estaban hinchados y enrojecidos. Apliqué un poco de maquillaje, para borrar los rastros de mi desgracia, y bajé a desayunar.

Mi padre estaba en el salón leyendo el periódico, cuando me vio bajar las escaleras, me llamó para que me acercase a él.

—Cariño, Josh vino hace unos minutos y dejo tu bolso —murmuró tendiéndome mi cartera.

—Oh, ¿por qué no me despertaste?

—Anoche cuando llegaste te vi un poco alterada, y me pareció absurdo sacarte de tu sueño por algo así —comentó, encogiéndose de hombros.

 —Gracias, papá —susurré, dándole un beso en la mejilla.

Mientras me acercaba a la cocina, rebusqué en el bolso por mi teléfono celular. Tenía dos mensajes, uno de Cassidy y otro de ¿Caleb? Tomé una manzana, y me senté en el taburete frente a la isla para poder leer con tranquilidad los textos recibidos.

«Jess, necesito hablar contigo. Hice algo… por favor llámame cuando puedas». El mensaje de Cass me dejó sorprendida, ¿qué habrá hecho para parecer tan exasperada?

Abrí con cautela el texto de Caleb, temiendo por lo que allí pudiera descubrir.

«Sé que te sientes culpable por lo que ocurrió, pero quiero que sepas que yo no tengo remordimientos. Quisiera que me dieras una oportunidad para hablar y aclarar unas cosas, que están rondando mi mente en los últimos días»