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Salgo puntual del edificio y me encuentro con Mary acompañada de un hombre ya esperándome a fuera.
– Hola, Mary – ambas nos saludamos con un beso en la mejilla
– Camille, quiero presentarte a David – miro al chico, éste sonríe amablemente – es mi actual pareja
– Es un placer – extiende su mano y ambos nos saludamos – Mary me ha contado mucho sobre tí
– ¿De verdad?, vaya, me siento alagada
– Bueno, ahora debo irme a trabajar, las dejaré solas
– Fue un placer David, hasta luego – se acerca a la rubia para besarla y luego irse
– ¿Y bien?, ¿qué te pareció?
– Es lindo, y amable... me agrada
– Lo sé, es muy gentil conmigo – entrelazamos nuestros brazos y comenzamos a caminar en busca de un taxi – después de todo mi vida amorosa debía seguir después de Freddie
– Estoy totalmente de acuerdo, ¿él ya lo sabe?
– Aún no, se lo diré después, me preocupa un poco su reacción – dice algo cabizbaja
– Lo aceptará, ya verás
– Eso espero – sonríe a medias – ¿y bien?, ¿a qué hospital iremos?
– Conozco uno no muy lejos de aquí – paramos un taxi y ambas subimos para ir directamente al hospital.
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Nos encontramos en la sala de espera, esperando para ser atendidas es obvio, ¿qué otra cosa podemos hacer?
– ¿Qué es esto? – pregunta la rubia tomando mi mano – ¡dios! ¿te comprometiste? – dice emocionada al ver la argolla de compromiso
– ¡Sí!, anoche, fue algo muy hermoso
– ¡Muchas felicidades! – me da un pequeño y lindo abrazo – Roger es muy afortunado, nunca creímos verlo en una relación formal y mira, ahora está por casarse ¿quién lo diría?
– ¿Camille Hamilton? – pregunta la recepcionista interrumpiendo nuestra conversación
– Soy yo.
– El doctor la espera – asiento y me levanto del sofá
– Suerte – dice Mary dándome un pequeño apretón en la mano – estaré esperando aquí
– Gracias – sonrió un poco y camino hasta el consultorio. Al entrar me encuentro con el doctor dándome la espalda mientras acomoda algunas cosas en su estante.
– Buenas tardes, yo soy el doctor Adams y la atenderé este día – comienza a hablar, y por supuesto que reconozco su voz, lo hago enseguida
– ¿Charlie? – voltea, y sí, es él.
– ¡Camille! – camina hacía mi – qué sorpresa
– No sabía que eres médico
– No sabes muchas cosas sobre mí – guiña un ojo – ahora por favor, comencemos con la consulta.
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Hace casi una hora salí de la consulta y ahora nos encontramos en la oficina de Charlie esperando los resultados, y me encuentro bastante nerviosa. No estoy lista para cualquiera que vaya a ser la respuesta
– ¿Qué harás si los resultados salen positivos? – pregunta Mary
– Llorar de desesperación – suelta una pequeña carcajada – no te rías Austin, de verdad, estoy muy nerviosa y siento que en cualquier momento me soltaré a llorar
– Estarás bien – dice antes de que se abra la puerta y entre Charlie con el expediente en sus manos. Se sienta de su lado quedando frente a nosotras
– ¿Y bien? – pregunto con algo de desesperación
– Los resultados salieron positivos, tienes cinco semanas de embarazado – cierra el expediente – felicitaciones.
Enseguida agacho la mirada sin decir nada, ya esperaba algo así pero de alguna forma siento que no estoy lista para ser madre no tuve un claro ejemplo de ello durante mi infancia y no sé si lo haré bien; tampoco estoy del todo segura sobre si Roger lo aceptará ¿qué tal si tiene alguna otra prioridad? al igual yo las tengo. Definitivamente no quiero ser madre.
– Vaya... – por fin hablo – pues, gracias – digo después de varios segundos. Me levanto velozmente sin antes mostrarte una última sonrisa a Charlie, éste asiente; y ambas salimos de la oficina.
– ¿Debo felicitarte? – me pregunta – no te notó muy convencida
– Y no lo estoy, no puedo ser madre... no estoy lista. No me creó capaz de poder hacerlo
– Pero ya no puedes regresar al bebé de dónde vino, tal vez no te creas capaz... ninguna madre se cree capaz la primera vez que se embaraza, es normal
– ¿Y si Roger no lo acepta?
– Tendrás que hablar con él, ambos serán buenos padres. Estoy segura – al terminar de decirlo me abraza y no puedo evitar llorar, me siento horrible; no creó que las madres se sientan así al enterarse de que tendrán un bebé, este es mi primer error de muchos más, en definitiva esto no resultará nada fácil para mí.
