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– Elisa me ha estado preguntando por ustedes dos – dice Rose. Nos encontramos los tres sentados en la pequeña sala del departamento, ellos ven la televisión mientras yo hago papeleo
– No creó que sea de su importancia saber sobre nosotros – responde Roger
– No me interesa, mientras no se meta en nuestra vida todo está bien – añado
– Bueno, después de todo nunca se llevaron bien ¿por qué no lo hacían? recuerdo que cuando eramos niñas las tres solíamos juntarnos en casa y jugar juntas
– Y ella solía romper mis muñecas o incluso robarlas, y además ahora que está casada debería enfocarse más en su matrimonio, no en nuestra vida
– Ella se divorcio, al parecer su esposo la encontró con otro
– No me sorprende viniendo de ella, ¿hace cuanto fue eso?
– Una semana
– Vaya... – me quito los anteojos y miro a Roger éste está mirando hacía la nada parece estar en otro planeta. El teléfono comienza a sonar sacándolo de sus pensamientos
– Yo atiendo – me levanto y tomó el teléfono – ¿Hola?
– ¡Camille, cariño!
– Hola Fred, ¿está todo bien?
– Todo está más que bien, llamo para invitarlos a una fiesta, en mí casa, ahora mismo
– Bien, estaremos ahí cuanto antes, nos vemos – cuelgo el teléfono – Freddie nos invito a su casa, para una fiesta
– ¡Por fin algo de diversión! – exclama Rose – Iré por mis cosas, los veo abajo
– Me parece una buena idea, iré por mis cosas – dice Roger levantándose del sofá
Guardo los papeles que estaba ordenando y al igual voy por mis cosas.
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Nos bajamos del auto y lo primero que vemos es la casa de Freddie llena de ruido y de personas dentro y fuera de la casa, al parecer es una fiesta bastante grande.
Al entrar a la casa Paul nos recibe con una sonrisa forzada
