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Después de una hora verdaderamente estresante de tráfico por fin llego a casa, cierro la puerta detrás mío y tiro mi bolso en el primer lugar que encuentro, en verdad no me siento nada bien, temo que debo ir con un médico o tal vez solamente sea alguna falta de descanso por tanto trabajo que tengo últimamente
Tomo el teléfono y marco el número de Mary
– ¿Hola? – contesta la voz de la rubia
– Hola, Mary, soy Camille
– ¡Me alegra escucharte!, ¿cómo te encuentras? desde hace tiempo no nos hemos visto
– Lo sé... - me recuesto un poco en el sofá – no me encuentro nada bien, pero mejoraré estoy segura ¿tú cómo estás?
– Estoy bien, pero dime ¿qué tienes?
– Me siento mal, tengo un terrible dolor de cabeza y mareos desde hace algunos días
– ¿Mareos?, ¿tienes náuseas?
– Mmm... no, para nada
– ¿Acaso no te das cuenta?
– ¿De qué? – y en verdad no entiendo a qué se refiere – no me espantes Austin, habla ya
– Probablemente estés esperando un bebé...
– ¿Yo embarazada? – me incorporó algo exaltada - no puede ser posible, o tal vez...
– Debes ir con un médico.
– Tienes razón, lo haré, ¿podrías acompañarme? por favor
– Por supuesto ¿qué te parece mañana? y así podríamos ir a tomar un café y charlar, cómo en los viejos tiempos
– Cómo en los viejos tiempos... – repito con una sonrisa melancólica – mañana estaría perfecto
– Muy bien, así podré presentarte a una persona
–¿Una persona?, ¿eh?, no puedo esperar para saber de quién se trata
– Tendrás que esperar hasta mañana – hace una breve pausa – bueno, ahora debo irme, nos vemos mañana temprano fuera de tu edificio
– Muy bien, nos vemos, adiós. – cuelgo la llamada y enseguida comienzo a preocuparme ¿qué tal si de verdad estoy embarazada? sería una gran sorpresa, ¿pero si no lo estoy? sería un gran alivio a decir verdad, no creó estar lista aún para ser madre aún me faltan más cosas por hacer ¿qué pasaría con mi empleo?, ¿con Roger y la banda? todo se complicaría demasiado, o al menos eso creó.
Me levanto del sofá, entro a la habitación, me quitó los zapatos y me tiro a la cama, mis ojos se van cerrando lentamente hasta que quedó dormida aún con la mente dándome miles de vueltas.
