Una sonambula

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Ya eran las 8:10, hora de cenar, como las demás chicas no iban, Dani decidió ir a buscarlas al comedor. Llegó y estaban ahí sentadas comiendo puré de papas con una carne. Fue a recoger muy rápido su cena y se sentó junto a sus amigas.

- gracias por avisarme - dijo Dani intentando sonar como si estuviera enojada

- ¿que estabas haciendo? - le preguntó Alexia

- nada, nada - Dani cambió su ceño fruncido a una sonrisa convincente. Tenía que cambiar de excusa, siempre que le preguntaban algo ella respondía "nada" con una voz infantil.

Las muchachas no le dieron mucha importancia y se volvieron a concentrar en su comida. Esta vez no hubo guerra de comida, ya que escucharon que a Maite Gugli la suspendieron por una semana, se tuvo que quedar en su habitación limpiando todo el día. Así que nadie se atrevió a hacer otra palomillada. Cabe decir que no habian llegado a encontrar a la culpable, las chicas de "el club de las seis" habian escuchado rumores de quien habria comenzado la guerra, pero la gente podía inventar cualquier cosa.

Después de la cena se dirigieron a su habitación a terminar de hacer algunos deberes que no habían terminado. Las chicas se quedaron conversando hasta las once como ya era de costumbre y luego se fueron a dormir, mañana era jueves.

Daniela se despertó en la madrugada, antes de salir de la habitación, se asesorió que todas estuvieran profundamente dormidas. Cogió una chaqueta porque era una noche fría y luego colocó en su bolso el libro, unas pinzas y una linterna. Por último se puso unas zapatillas y salió a cunclillas de la habitación, llegó a la puerta y la abrió muy lentamente para que no haga ruido y asi fue, pero al momento de cerrarla su pio chocó con la puerta y como era de noche, el golpe hizo eco, por suerte eso no hizo despertar a ninguna de sus amigas.

Comenzó a caminar por los pasadizos, en busca del dormitorio de la profesora Camila Gamao. Su dormitorio era el 91, en si no estaba tan lejos de su habitación, por fin encontró el dormitorio sacó las pinzas y puso en marcha su trabajo para intentar abrir la puerta. Despues de un rato lo logró y abrió la puerta sigilosamente, primero asomó la cabeza para ver si la profesora dormía, la sorpresa fue que ella no estaba ahí. Daniela entró más relajada. Fue a la mesa de noche y la cadena con la llave estaba posado sobre la pequeña mesita de madera. Sacó el libro lo más rápido que pudo, metió la llave en la abertura del candado y con una media vuelta fue suficiente, se escuchó el "clac" que indicaba que el candado había cedido. Volvió a meter el libro en su bolso e intentó dejar la llave como estaba antes de que la cojiera. Salió del dormitorio y justo cuando salía, se topó con la profesora, Dani sentía que la sangre se le subía hasta la cabeza, no sabía que hacer, solo se quedó ahí mirando a su profesora de arte, le decía a su cuerpo que se mueva, pero este no le contestaba.

- pro... profesora - Dani estaba muy asustada y comenzó a tartamudear

- ¿que obtienes de la mezcla del rojo y el morado? - dijo Camila somnolienta

- ¿que? ¿profesora se encuentra bien? - le preguntó un poco confundia y más aliviada

La profesora Gamao pareció despertarse y se asustó un poco - Daniela, ¿que haces aqui?

- disculpe...

- ¡ah! de seguro fue culpa mía, es que soy sonambula, o sea, camino despierta de seguro me viste que caminaba por los pasadizos y te preocupaste por mi, ay mi querida niña, no tienes por qué preocuparte por mi, siempre me pasa eso - dijo con una sonrisa, comosi todo se tratara de una broma

- si... siii, es que justo salí al baño y la vi deambulando por ahí y pues quize acompañarla hasta su dormitorio para que no le pasara nada malo - Dani intentó sonar convincente y luego fingió una sonrisa

- bueno, como ya dije no tienes que preocuparte por mí, ahora debes volver a tu habitación

- claro, debe cuidarse de eso, le puede pasar algo malo - dijo Dani alejandose

Llegó a su habitación y abrió la puerta con mucho cuidado para que no le ocurriera lo que le pasó mientras cerraba la puerta, sus amigas seguian durmiendo profundamente. Se quitó la chaqueta que llavaba puesta y tambien las zapatillas, luego cogió un candado que había puesto en su maleta y lo puso en el libro, mañana lo comenzaría a leer, por ahora Daniela estaba muy cansada para hacer algo, escondió el libro debajo del colchón de su cama y se tiró a dormir, se quedó dormida en un instante.

El club de las seisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora