Cap.12~~Demasiado tarde~~

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Clarke encendió el teléfono en cuanto pudo. Lo apagó en el momento que empezó su turno y no lo había encendido hasta ahora. Creía haberlo perdido al igual que había perdido su mochila pero por suerte lo había guardado  en su bolso.

Se sorprendió cuando entraron todas las notificaciones, una por una, de las llamadas perdidas que casi colapsaron la linea, todas de Lexa. Había demasiadas.

Se preguntaba por qué ella había insistido tanto en contactarla cuando normalmente se contenía de escribirle o llamarla, solo lo justo y necesario. Entendía el porqué lo hacía, el contenerse, por eso que no podía reprocharle nada. Después de todo había sido ella la que la acusó de pegajosa y aunque habían solucionado todo ese tema, la tensión seguía manifestándose de alguna manera, claro que la tensión por parte de Clarke era por todo lo contrario, más bien por su deseo de estar cerca de ella.

Marcó el número, que tenía aprendido de memoria y esperó a escuchar el tono de llamada. No necesitó esperar demasiado y juraría que Lexa había esperado su llamada con el dedo puesto en el botón verde de Ok.

Clarke!!!... -Clarke notó cierta urgencia en su voz.

—...Lexa... ¿por qué me llamaste tanto? ¿Ocurrió algo?...

Oh!!! Cielos!!! ¿Donde estás?....¿por qué no contestabas?... -ella miró a su alrededor, no podía decirle donde estaba. No. No quería preocuparla.

—...Lo siento...

¿No te ocurrió nada, verdad?.... -instó Lexa.

—No... ¿por qué lo dices?... estoy de camino a casa... -mintió pero entonces alguien gritó pidiendo un médico y un bullicio se arremolinó volviéndolo todo un caos delante de sus propios ojos y seguro tras el teléfono de Lexa.

¿Por qué hay tanto ruido?...¿estás en el hospital?... -se apresuró Lexa. Su voz sonó realmente preocupada. Intentó calmarla.

—No... no es así...

No me mientas, Clarke!!... sé que estás en el hospital... -Clarke guardó silencio.

—...De acuerdo... no te mentiré pero estoy bien... me dejaran ir a casa pronto... -musitó.

Clarke Griffin!!... no me cambies de tema... dime donde estás... ¿Es el Hospital Provincial?...

—Sí... pero de verdad... no es necesario que... ¿Lexa?... -Lexa había dado por finalizada aquella llamada y Clarke solo pudo escuchar el pi-pi de su teléfono descolgado.

Mierda Lexa! Lo que menos necesitaba ahora era que la viese así, tan vulnerable, tan débil, como tampoco necesitaba mirarse al espejo para saber que parecía recién salida de un combate de boxeo, o más bien como un saco de boxeo de entreno; sentía el cuerpo dolorido por todas partes y no había centímetro de piel  bajo la que sus músculos no se tensaran dolorosos.
Ese accidente, le había golpeado fuerte pero no solo físicamente.

El olor a sangre y a gasolina aún podía sentirlos impregnando sus fosas nasales, tan intenso, tan vivo y tan real como si siguiera allí dentro, como si aún no hubiese salido de ese amasijo de hierros, gritos y desesperación y de miedo, mucho miedo.

Había sentido tanto miedo como nunca antes había sentido y por un segundo, ese mismo miedo le hizo creer que ese sería el final después de todo.
Qué ironía! pensó y qué pérdida de tiempo!, consumir cada grano de arena de ese reloj llamado vida preocupándose solo por cosas sin sentido y sin ser conscientes de que una vez que esa arena caía, caía el tiempo con ella, irrecuperable, efímero y así de fugaz, como un pájaro que esperaba impaciente encontrar la jaula abierta para escapar y no volver jamás al sitio en donde fue retenido por tanto tiempo.

FLUTTERING FEELINGS [[[[FINALIZADA]]]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora