𝐂𝐇𝐀𝐎𝐓𝐈𝐒𝐂𝐇. | Jacob Black. [1]

ㅤ ㅤ ㅤ𝐢𝐱. return.

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ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ  MIS VACACIONES CON MI HERMANA estaban llegando a su fin, ambas nos encontrábamos ya dentro del coche. Delilah me estaba llevando de vuelta al pueblo.

No quería irme todavía, me lo había pasado tan bien que no podía figurarme volver a estar durante meses separada de ella. 

Tampoco había hablado con mis tíos durante aquel tiempo, nada más allá de hacerles una pequeña llamada para que supiesen que estaba bien. Aún así algo me decía que mi tía estaría enfadada conmigo y que debía prepararme para la reprimenda que fuese a darme.

──── Preveo que no hablaremos durante una buena temporada ────mascullé cuando Delilah detuvo el coche frente a la casa.

──── Venga tú puedes con la tía Alice. Y que la suerte esté siempre de tu parte.

Me animó con su sonrisita, esa que era capaz de devolverle la vida a un muerto.

Bajé del coche tomando mis cosas. Respiré hondo. Aun quedaban dos meses para que finalizara el verano, y algo en mi interior me decía que pasaría esos dos meses castigada.

Subí los escalones del porche despacio, cogiendo las llaves de repuesto y abrí la puerta para encontrarme la casa /aparentemente/ vacía. Pero no. En el momento que cerré la puerta fue mi tía Alice quien salió de la cocina. No supe descifrar los sentimientos que surcaban su mirada. Desde el alivio, pasando por la alegría y terminando en la ira. Se aproximó a mí, abrazándome con fuerza y obligándome a soltar la maleta.

──── Auch, tía Alice, me haces daño.

Entonces se separó abruptamente, como si le hubiese recordado algo importante:──── ¿¡Se puede saber dónde has estado, niña!? ¡No sabes lo preocupados que nos has tenido!

Estaba teniendo un déjà vu. ¿Así se había sentido Sam cuándo nos vimos? Aunque, bueno, técnicamente eran situaciones diferentes…

──── Pero si estaba con Delilah.

──── ¡Eso es lo de menos! ────volvió a abrazarme con más fuerza, cortándome la respiración.──── Que sepas que estás castigada. Y he hablado con Sam-...

──── ¿Con Sam? Espera, ¿para qué? ¿No te caía mal?

Mi cara debió ser todo un poema porque mi tía reprimió una risita al final.

──── Eso no importa. Cuando te fuiste le llamé, estuvimos hablando. Está de acuerdo con que te castigue, así que hemos decidido entre los dos que trabajaras durante todo el verano allí. Sin días libres.