Cisco solamente quería probar su nuevo invento, así que Ayleen se ofreció para ayudarle con eso; pensando que era algo inofensivo. Pero por accidente termina atrapada en otra dimensión.
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EPÍLOGO
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Siberia 1892.
—¡Esto es ridículamente genial! —Comentó Ayleen mientras caminaba por el bosque dando pequeños saltos.
Se encontraban en busca del Windrider donde las leyendas viajaban; querían encontrarse con Leonard Snart. Era algo extraño, pero necesitaban de su ayuda. Nadie hacía mejor su trabajo que él.
—Nada de esto es genial, Ayleen. —Comentó Barry haciendo que la nombrada rodara los ojos por su mal humor. — Iris está en peligro de morir y peor aún, tú estás en peligro de morir.
Savitar era lo único en la cabeza de Barry en esos momentos, temía por la vida de las dos chicas. Temía por perderlas y estaba dispuesto a robarle a ARGUS para evitar su muerte. Lo extraño era que Savitar fuese tras de Iris. Se entendía que lo hiciera con Ayleen, por la relación que tenía con Barry. En cambio, en la nueva línea temporal Barry no tenía más una relación tan fuerte con Iris como antes. Ellos dos pensaban que lo más lógico hubiese sido haber ido tras Ayleen y Caitlin, pero se alegraban de que no fuese así. Y tampoco es que pudiesen comentar eso en voz alta porque ninguna otra persona sabía acerca del cambio en la línea del tiempo.
Ambos caminaban callados. Se podía notar que la emoción de la híbrida había disminuido por el mal humor de su hermano y el último comentario que había hecho. No tardaron mucho en toparse con una gran nave, no es que fuese muy fácil de pasar desapercibida.
—Barry Allen; héroe de ciudad Central. Esto es Siberia en el año 1892, algo lejos de tu jurisdicción. —Comentó Snart mientras señalaba a su alrededor y después se detenía a mirar hacia Ayleen con lo que parecía ser una sonrisa. — Hola, chispita.
—Hace tiempo que no nos veíamos, Yeti.
Ayleen le devolvió la sonrisa y prácticamente corrió hasta él para darle un abrazo, siendo levantada por el hombre con vueltas en el aire.
Barry rodó los ojos ante aquella escena. Aunque no lo admitiera en voz alta, siempre se había sentido celoso de la clase de relación que tenían ellos dos. Snart le demostraba cariño a la chica, lo cual era extraño, siendo que Snart no era una persona que demostrara cariño. Incluso cuando él era un criminal tenía una buena relación con ella.
—Basta de abrazos y escúchame. Quiero reclutarte para una misión.
El capitán frío hizo una mueca pasando su brazo alrededor de los hombros de la menor.
—Ya estoy ayudando a un grupo de idiotas bienhechores. Lo siento, estoy hasta la capucha de trabajo. —Palmeó un par de veces la cabeza de Ayleen y se dio media vuelta dispuesto a regresar a la nave.
